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BIBLIOTECA DE ( • TALCOTT PARSONS POLITICA Y SOCIOLOGIA Dirigida por Manuel García-Pelayo EL SISTEMA 1. Los grandes Pensadores :Politicos por William Ebenstein S O C’IAL 2. El Sistema Político de los Jmperios por S. N. Eisenstadt 3. Jlustración y Política en la grecia clasica Traducción al español por Francisco Rodríguez Adrados por JosÉ JIMÉNEZ Bi 4. El Sistema Social y por Talcott Parsons J JosÉ CAZORLA PÉREZ 4 1 tI - o Ediciones de la Revtsta ¿e Occidente o O Bárbara de Braganza, 12 MADRID O • - El sistema social Es tc libro de Talcott Parsons uno de los más importantes y un ginales e materia de aparecidos en este tiempo. Se aúnan en él la pe} norteamericana de la realidad social con la utilización de esquemas “g originados en los grandes sociólogos europeos —especialment Max Weber y Durkheiin— y en la psicología profunda freudiaóa jb el autor trata de desarrollar urs sistema conceptual para el análi -e los sistemas sQçjales, es decir, una verdadera teoría, pero desti servir, en última instancia, a la inves tigación empírica, la que,,— su parte, no puede conducir a resultados po sitivos sin una previ4 eoria. El te çJ4 es, visto de un lado, como el resultado de lainterac ción de una plur de actores individuales que desempeñan sus ‘pape les” o roles dentro de una situación y, de otro, como parte de una estruc tura más amplia çonstituida por los de la personalidad los actores individuales,y de los sistemas de cultura. En el libro se estudian las mutuas relaciones entre los tres sistemas, lo que, como dice el autor, “significa una clarificaci& superior a la que es corriente incluso en la mejor literatura de M CAPITULO MAflCIM. nÍ)PI mQtIÍIME rHhIL1oTE(:: Secc Vol. No. El marco de referencia de la í teoría general de los sistemas de acción: cultura, personalidad y el puesto de los sistemas sociales L objeto de este volumen es la exposición e ilustración de un ns el análisis de los sistemas sociales dentro de los tér minos del marco de referencia de la acción. Se ha querido que sea una obra teórica en un sentido estricto. No le conciernen directamente ni las g empíricas ni la metodología, aunque contendrá, desde luego, una cantidad considerable de ambas cosas. Naturalmente, el valor de un esquema conceptual como el que se expone en esta obra consiste, en última instancia, en demostrar su utilidad en la investigación empírica. Sin embargo, no intentamos establecer en esta obra un resumen sistemá tico de nuestros conocimientos empíricos —lo que sería necesario hacer en una obra de sociología general—. Se centra en un esguerna te El tratamiento sistemático de sus utilizaciones empíricas tendrá que ser em prendido por separado. El j de partida fundamental es el concepto de los sistemas so- -Fn este sentido ¡a tnteracclon , lo aeTTi tiene lugar en condiciones tales que es posible considerar ese proceso de interacció un istn el sentido científico) y someterlo al mismo orden de análisis teórico que ha sido aplicado con éxito a otros tipos de sistemas en otras ciencias. Los puntos fundamentales del marco de referencia de la acción han sido estudiados por extenso en otro lugar y aqui solo necesitan ser bre / vamente resumiuos l Cf. especialmente Parsons y Shils. Values, Motives ¿ Systems of Aciion, en Toward a General Theory of Action. Tambi&i Parsons, Structure of Social Action, y Essays ¡a Sociological Tbeory, y, desde luego, Weber, Theory of Social and Economic Organizat ion. 1 Ile re/ere/Ir/a de la deC/ó/l ‘‘ ( 1 core, . de uno p osas actrs —en el caso individual fundamental, organismos biológicos— hacia una situación, nc com rende a otros actores. El es quema —relat a las unid de acción mteraccion—es un esquema ,.», li e 1 tu ,•n y pr ‘le 1 o 5 ustems 5 ronçr,rtt I por las r de es i unidades. En cüiifitó tal, no le concierne la estructura interna de las uni lades, excepto en la medida en que afecte directamente al sistema re lacional; por definición, c een tn4 así, la orien’ad4n de un actor dado se diversifica frente a los diferentes ob jetos y clasc. JlQ CI3lune su situa ión. Resulta conve niente, dçnrro. ç lo de la acción, clasificar 1 mundo ( en - ob eto soci un actor, que a su vez puede ser cualquier otro actoi individual ada (alter), el actor que se toma a sí mismo como punto de referencia (ego), o una colectividad, que se considera como una unidad a los fines del aná lj de la orientación. Los objetos físicos son entidades empíricas ni “intcractdan” con el e ‘responccn” al ego; son medios y con diciones de la acción del ego. Los objetos culturales son elemei hólicus de la tradición cultural : símbolos expresivos o pautas de valor,ei la medida entcsue sean considerados por el ego como objetos de la situación y no se encuentren ‘internalizados” como ele mentas, constiru de la estructura de la personalidad del ego. La “acción’) es un proceso en el sistema actor-situación que tiene si motivacional para el actor individual o, en el caso de una co para sus componentes individualesiEsro quiere decir que la orientación de los procesos de acción correspondientes se relaciona con el logro de gratificaciones o evitación de privaciones riel actor relevante, cualesqui que estas sean a la luz de las estructuras relevantes de la per sonalidad en la medida co q esta relación con la situación sea / motivacionalinente relevante será considerada, en esta obra, como acción en sentido t&nico. Se presume que la última fuente de energía o factor “esfuerzo” de los procesos de acción procede del organismo, y consecuen temente que, en un cierto sentido, toda gratificación o deprivación tiene una significación orgánica. Pero aunque se halle enraizada en ellas, la organización concreta de la motivación no puede ser analizada —a los flnc3 de la teoría de la acción— como necesidades, orgánicas del organismo. tL organización de los elementos de la acción —a los fines de la teoría de la acción—es, sobre todo, una función de la relación del actor co su situación y la historia de esa relación, en el sentido de “experiencia” Así definida, es una propiedad fundamental de la acción no consistir en “respuestas” cd /aoc a “estímulos” particulares de la situadón ; por el contrario, l actor desatrolla un sistema con los difer objetos 4 la situación. Estas pueden encontrarse estruc tuaadas solo en relación con las propias dispo de, neçe del e y coas posibilidades de gratihcaciún odeprivac.iúo de içorç de las dIF , de la acciÓn que el ego pueda emprender. Pero en el caso de los objetos sociales se añade otra dimensión. Parte de la expectativa del ego —en muchos casos, la parte más crucial— consiste en la reacción probable del aher a la acción posible del ego; i-eac ción que puede anticiparse y, por ello, afectar a las propias elecciones del ego. Ahora bien, diferentes elementosdej 1l tener “signihcados” especiales , corno “s o íinbolos que se convierten en relevantes para la organización de, su - sistema de expectativas unmodprdcu .-“ SQçiaJ. los Signos y los strnboiQs adquieren si.gn con nes de medios de comunicación entre los actores, Cuando han surgido sis-] temas simból qpç sirve emeçjjQ J ] -, ‘/ blar de los principios de ut “culrura” l tça aser p de los st Je a cte los aç relevantes. —‘ Aquí solo nos conciernen los sistemas de interacción que llegan a estar diferenciados en un nivel cultural. Aunquelel término “sistema social se pueda utilizar en un sentido más elemental, esta posibilidad puede ser ignorircia y —para nuestros fines— podemos concenrrar nttesrra atención en l wiiasss.4einserarci de actores ¡ndividua les qcientadq Jancia. y que compre,n nun sistema de símbolos Z ,enrendiçlo e cg / 1 isr _ a los términos más simples— consiste pues actores individuales que interactúan entre sí / en una, 5jtu que tiene, -al menos, un aspecto físico o de medio. am biente, actores motivados por una tendencia a “obtener un óptimo de gra tificación” y cuyas relaciones con sus situaciones —incluyendo a los demás actores— están mediadas y definidas por un sistema de símbolos cid \ ruralmente estructurados y compartidos. Así concebido, sxema.social.eáI u de los Ç eJ (estructuración de u sistg to çci çi Los otros dps i son los, sis ,er de ps actores indivídua es t. 5 em4 w que se establece en sus accione de estos tres sistemas tiene que ser considerado como un foco independiente ó’ jTemçntos del isrema de la acción el sentido de aing3 de ellas çs teóricamente reducible a los términos de nin ‘1 A 26 Marco de re/ereucia de la CC(1dfl Teoría general 27 ‘flfl() JQ de e1ios Çg Q pensab p dos e. sentido deq sin.. cultura .siater soci lo mismo puede decirse de las relaciones lógicas posibles entre cada i de los sistemas y los otros dos. Pero esta interdependencia e interpenetración es algo muy diferente de la reducibilidad, que significaría que las propiedades y procesos impor tantes de una clase de sistema pudieran ser teóricamente derivados de nuestro conocimiento teórico de uno o ambos de los otros dos. El marco de referencia de la acción es común a los tres sistemas y este hecho hace que sean posibles ciertas “transformaciones” entre ellos. Pero en el nivel de teoría que se propone en esta obra los tres sistemas no constituyen un sistema único; lo contrario, sin embargo, podría afirmarse en otro nivel teórico. Dicho de otro modo: en el nivel actual de sistematización teóri nuestro conocimiento de la dinámica de los procesos de acción es frag-I mentario. Por ello nos vemos forzados a utilizar estos tipos de sistema empírico, presentados descriptivamente en los términos de un marco de referencia, como punto de referencia indispensable. En relación con este punto de referencia, conce los çocesosdin nismos” 2 ue influyen en el “funcionamiento stema. La presen tación desctJp sistema empírico tiene que ser hecha sobre la base de una serie de categorías “estructurales”, dentro de las cuales se en cajan las apropiad “moti necesarias para cons tituir un conocimiento utilizable de los mecanismos. Antes de seguir adelante en estos problemas metodológicos generj1 del análisis de los sistemas de acción, con especial referencia al sistema social, es aconsejable decir algo más sobre los...suj.j.u tales de. la..ncci nj más general, el sistema de / “disposiciones de necesidad” actor individusi parece que ti aspectos elementales o primarios: el aspecto “gratiñcacional” y. 1 aspec to “u;ientacional”. El primero se refiere al “contenido” de su intercambio con el mundo de objetos; “lo que” obtiene el actor en su interacción con .ti J íia.J “cuesta”. ft se refiere al “cómo” de su relación conel objetm; l ,pai o modos .1si se organE Subrayando el aspecto relacional, podemos referirnos al primero como ortenracion catetica es decirla s de la relación dej cocj ,pbjeto u suestión para el equilibrio de su Un mecanismo —scgsín será aquí utilizado el término—.— es una encralización empírica sobre los procesos inotivacionales establecida sobre la base de su relevancia para los problemas funcionales de un sistema de arción. Véase, m adelante, Cap. Vi. entre” De otra parte, la categoría “ nal” más elemental y fundamental parece ser la ‘cognitiva”, sentido niás. enerai pude ser considera4 la °defin de los aspeçtaa tel 4e “ín ,del Este es7 pues, el aspecto cognitivo de la orientación; el mapa cognitivo, en el sen-¡ tido de Tolman . Ambos aspectos tienen que estar presentes en algo que r pD4zíseLcoasid ina unidad de un sistema 4e acciri Pero los actos no se realizan individual y separadamente; los actos st pj Lo importante es que, incluso en el nivel de sistema más elemental, tiene que entrar un componente de “integración de sistema”. En los términos del marco de referencia de la acción, esta integración es una ordenación selectiva de las posibilidades de orientación. La situación presenta objetos que son alternativamente posibles para las necesidades de gratificación. Los mapas cognitivos presentan alternativas de enjuiciamiento e interpretación sobre cuáles son los objetos y lo que “significan”. Tiene que haber una selección ordenada entre esas alterna tivas. Se le puede dar el nombre de “evaluación” a este proceso de se lección ordenada. Existe, pues, un aspecto evaluarivo en toda orientación / de la acción concreta. Los cq más e1emen de cualquier sis !ema de acción poedçn reducirse, en consecuencia, actor y su situació R del actor, nuestro interés se organiza en torno a l9s mçdos de su orientación cognitivo, catético y evaluativo ; respecto, de. la Situación, a su diferengia en obi y, cl,ases çk çllos. Los tres modos básicos de la orientación motivacional, junto con la .çonç de un sistema de objetos, categorizan los elementos de la a en el nivel más amplio. 9 ellos se encuentran implicados enla esfru,çruça de lo que se llama “expectativa”. Además de los intereses catéricos, la definición cognitiva de la situación y la selección evaluativa, Oria expectativa tiene, como el mismo término sugiere, un aspecto tem poral en la orientación hacia el desarrollo futuro del sistema actor-situa ción y la memoria de las acciones pasadas. En este sentido, la orien hacia la situación e encuentra estructtiraia cqn referencia, iU pautas de desarrollo, El actor está”interesado” ençj posi e desarrollo. Le importa cómo este se rçalice; le importa que se realicen unas posibilidades en lugat de otras. Esta dimensión temporal de la preocupación del actor por el des arrollo de la situación puede diferenciarse a lo largo de la coordenada actividad-pasividad. En un extremo de la coordenada, el actor puede Cf. E. C. Toiman, Purposive Bcbar.’ior ¡a Animais atol Mee. j de re! ere,ict’ ile la i,c(,r; simplemente esperar los acOntecimientos” y no intentar activamente hacer algo’; o puede intentar activamente controlar la situación de acuerdo cbn sus deseos o intereses. estadio fULMtQ 4 imui sO tiene un interés pasivo; se puçde Ilamat : al. estadio fUturo que el a intenta activamente alcanzar (incluyendo la prevención de Jossu,çesos que él no quiere que acontezca L rec clct!2la acción es una p ver cuando trateivos particularmente de las bases de la orientación normati • va. Ahora bien, analíticamente ello se sitúa en el nivel inmediatamente “inferior” al concepto de expectativa, a causa de la posibilidad lógica de la orientación pasivamente anticipatoria. Ambos tipos tienen que ser claramente distinguidos del “estímulo-respuesta”, porque este no hace explícita la orientación hacia el desarrollo futuro de la situación. El estímulo puede ser considerado como una cue de hecho, sin que afecte al análisis teórico. El concepto fundament de los peçca s.t 4e.ja_ac- ,ción salo es aplicable a los casos en que la acción tçnga una Qrientaclón de concepto £o acçrc de la situacióp • l r del actor coq el jaJ ivas que se Je abren al actor y sus posibles consecuencias que son relevan.tes. el logro de una nieta Hay que decir algo sobre el problema de la estructuración última de las ‘necesidades de gratificación”. Es ciertó que una teoría de la acción tendría que definirse eventualmente en torno a la unidad o pluralidad cualitativa (le las necesidades últimas genéticimente dadas y acerca de su clasificación y organización. Particularmente, sin embargo, en una obra sobre el nivel del sistema social de la teoría de la acción, es muy conveniente observar escrupulosamente la regla de la parquedad en esas zonas controvertidas. No obs es necesario presumir una polaridad última en esta estructura de necesidades que se inwrpora al concepto del equilibrio gratificación-privación, y de la que se deriva una antí tesIs como la de atracción-aversión. Ahora bien, a nuestros fines, no pa- |