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http://www.blogsperu.com/blog/20481/ DE TODO NIVEL PROFESIONAL Entrada de ABEJA de Tesoro de la Lengua Castellana o Española, primer diccionario de la lengua impreso en 1611, escrito por Sebastián de Covarrubias Orozco Abeja: Cuasi apexa, del nombre latino apes, cuasi sine pedibus; animalito conocido, insecto que vuela, y cogiendo el rocío de una y otra flor, nos cría un licor tan dulce como es la miel, labrada dentro de los panales artificiosos de la cera. "Brevis in volatilibus est apis et initium dulzoris habet fructus illius" (Ecclesiastici, cap. II). Este sólo, entre todos los animales insectos deste género, se crió para provecho del hombre, según Plinio, que hablando de los animales insectos, lib. II, cap. 5 dice: "Sed inter omnia ea principatus apibus et iure praecipua admiratio, solis ex eo genere hominum cuasa genitis". Y así se les dice con razón: "Sic vos non vobis melificatis apes". Da ocasión este animalito a muchos y diversos discursos, considerando su industria, su sagacidad, su gobierno, su limpieza, su elección en el coger las flores, su artificio en el aderezar la colmena, hacer sus celdas sexángulas, en la continuación del trabajo y la unión, paz y concordia de su república, la clemencia de su rey, que no tiene aguijón, el no admitir más que a sólo uno. Tan terribles son las abejas irritadas que para encarecer el Espíritu Santo el rigor de las saetas de los asirios, los disfraza debajo del nombre de abejas, Esaías, cap. 7. El vengar sus injurias tan severamente, y otras infinitas cosas, en contemplación de las cuales Aristómaco Solense gastó sesenta y dos años, y Filisco Tasio, desterrándose de poblado por andar siempre en los montes especulando la naturaleza de este animalito, fue llamado agrio que quiere decir montaraz; y ambos escribieron particular historia y tratado de las abejas. Plinio en su libro onceno de su Natural Historia, en los primeros capítulos y particularmente en el décimo, cuenta de las abejas cosas admirables y dignas de notar, en confusión de los hombres ociosos, flojos, sucios, inobedientes, cobardes y desmanotados, condenándolos este animalito sin pies. Es la abeja símbolo del curioso y diligente, que cogiendo de uno y otro autor las sentencias notables, como el abeja coge las flores de diferentes plantas, hace y forma una obra suave y dulce como el panal de la miel. Símbolo es también de la castidad, porque no se engendra de ayuntamiento de macho y hembra y no por eso son menos fecundas. A Platón y a Píndaro pronosticaron las abejas, por haberse sentado sobre sus bocas siendo niños, la dulzura de sus letras y facundia; y más cierto al bienaventurado San Ambrosio, como nos lo dice la leyenda de su vida. Indicio fue cierto del reino, a Dionisio, ver a su caballo que venía relinchando y traía sobre su clin una enjambre de abejas. Lo mesmo sucedió a Hierón, a quien su padre por haberle habido en una esclava, a fin que no escureciese su linaje, le mandó echar en un desierto, adonde una enjambre de abejas le sustentó con su miel; lo cual sabido por su padre, y consultado el oráculo, le volvió a recoger y fue digno de sucederle en el reino. Los amathusios habían colgado sobre la puerta de su ciudad la cabeza de Onesilo, rey de Cipro, por ignominia y afrenta; un enjambre de abejas se asentó sobre ella y la cubrió toda de miel, la cual dicen conservar los cuerpos de corrupción; y visto por los ciudadanos este prodigio, sepultaron esta cabeza, consultados sus oráculos, instituyéndole a Onesilo en cada un año fiestas y sacrificios, como a semidiós y héroe. Por el abeja es significada la limpieza y castidad; en testimonio de lo cual dice Plutarco que a cualquiera hombre que de próximo ha tenido acceso y ayuntamiento con mujer, si encuentran con él las abejas, le maltratan más que a otro, y a las mujeres que han conocido varón, más que a las doncellas , a quien ellas semejan [...] Eusquerio dice que las abejas es hieroglífico del adulador, que en la boca trae la miel descubierta y escondido el aguijón con que después mata. También lo es de la venganza, aunque sea haciéndose daño el hombre a sí mesmo; según lo que tiene el vulgo recibido, que la abeja en hiriendo con el aguijón muere [...]. El francés la llama mousche à miel, haciéndola especie de mosca, como en efecto lo son estos animalejos ceñidos que vuelan. ![]() ![]() Si no fuera porque Einstein dijo que " Si la abeja desapareciera del planeta, al hombre solo le quedarían 4 años de vida", pues sin abejas no hay polinización , ni plantas, ni animales ni hombres, y que cada día vemos mas las consecuencias del cambio climático y de la destrucción de especies, este artículo no sería noticia. No es cuestión de alarmarse, pero sí de estar alerta y de preguntarnos una vez mas por las consecuencias en el planeta de nuestro modo de vida, donde todo vale con tal de que sea negocio. Este artículo que me parece bastante interesante ha sido publicado en The Independenty lo he traducido para colgarlo aquí.(el ser de cristal) Especie amenazada: La miel,que merma la población de abejas.A través de toda America, millones de abejas están abandonando sus colmenas y vuelan hasta morir, dejando a los apicultores en la ruina y amenazando la agricultura de los E.E.U.U. Hasta la fecha nadie sabe porqué. Reportaje de Michael McCarthy Tiene tintes de un misterioso asesinato de sociedad.. Apenas podríamos encontrar un mundo mas tranquilo y sosegado que el de la apicultura, pero los apicultores de Estados Unidos se han encontrado de repente con la aflicción, la calamidad y la muerte a escala masiva. Y no encuentran ninguna pista del porqué eso está sucediendo. A través del país, desde la costa atlántica al Pacífico, las colonias de abejas han comenzado a morirse bruscamente. Millones de abejas están abandonando sus colmenas y vuelan hacia la muerte (no pueden sobrevivir como colonia sin la reina, que queda siempre detrás). Algunos apicultores, especialmente los de las grandes colmenas portátiles, o granjas de abejas, que se utilizan para la polinización a gran escala de cultivos de fruta y verduras, se enfrentan a la ruina comercial - y hay una amenaza creciente de que la agricultura de América sea golpeada como un soplo mortal por la pérdida de estos polinizadores. ![]() Con todo, los científicos que investigan el problema no tienen idea sobre qué lo está causando. El fenómeno es reciente, datando del otoño, cuando los apicultores a lo largo de la costa del este de los E.E.U.U. comenzaron a notar las muertes. Se la llamó enfermedad menguante, pero ahora se ha vuelto a renombrar para reflejar mejor su naturaleza dramática, y se conoce como el sida de las abejas. Su efecto es rápido. Al cabo de una semana la mayoría de las abejas de una colonia afectada volará y la colmena desaparecerá, muriéndose en cualquier otra parte. Los pocos insectos que quedan, lo hacen muy enfermos - tienen una "enorme carga patógena", dicen los científicos. ¿Pero por qué? Nadie lo sabe. Este desorden se ha registrado en por lo menos 24 estados. Está teniendo un efecto principal en las colmenas móviles que se transportan a través de los E.E.U.U. para polinizar grandes cosechas, tales como naranjas en Florida o almendras en California. Algunos han perdido hasta el 90 por ciento de sus abejas. Una estimación fiable de la extensión verdadera del problema no será posible hasta que el invierno acabe y las colonias de abejas hibernadas del norte de los estados Americanos despierten. Los científicos están muy preocupados, porque si no hay una causa obvia para la enfermedad hasta ahora, no hay manera de abordarla. "Estamos extremadamente alarmados," dijo Diana Cox-Foster, profesora de entomología en la universidad de estados de Penn y uno de los miembros principales del grupo de trabajo llamado desorden del colapso de las colonias. "Es una de las enfermedades más alarmantes de insectos que haya golpeado los E.E.U.U. y es potencialmente devastadora para la industria de apicultura de los E.E.U.U. En cierto modo puede ser para el mundo de los insectos lo qué la fiebre aftosa fue para el ganado en Inglaterra." La mayor parte de la polinización de más de 90 cosechas comerciales que crecen a través de los Estados Unidos está proporcionada por la Apis mellifera, la abeja de la miel, y el valor de la polinización para la salida agrícola en el país se estima en $14.6 bn (£8bn) anualmente. Los apicultores alquilan cerca de 1.5 millones de colonias cada año para polinizar las cosechas (una colonia generalmente es el grupo de abejas de una colmena. La cosecha de almendra de California, que es la más grande del mundo, extendiéndose sobre mas de medio millón de acres del estado central valley, arrastra ahora más de la mitad de las colonias móviles de abejas en América durante el tiempo de polinización – que es ahora. Algunas de las grandes operaciones comerciales de apicultura que han sido duramente golpeadas por la enfermedad actual han tenido que importar millones de abejas de Australia para permitir a los almendros ser polinizados. Algunos de estas colmenas móviles han perdido el 60 o 70 por ciento de sus insectos, o incluso más. "Un productor de miel de Pennsylvania que efectuaba la polinización local, Larry Curtis, ha pasado de tener 1.000 colonias de abejas a menos de ocho," dijo la profesora Cox-Foxter. La enfermedad mostró una variedad de síntomas completamente nuevos, "la cuál no encaja con ninguna otra en la literatura", dijo la entomóloga. Uno de ellos era el que las abejas salieron de la colmena y volaron lejos para morir en otra parte, en alrededor de una semana. Otro era que las pocas abejas que se quedaban dentro de la colmena portaban "un enorme número de patógenos" - virtualmente cada virus conocido de abeja podía ser detectado en los insectos, dijo, y algunas abejas llevaban cinco o seis virus a la vez, así como infecciones fungicidas. Debido a esto se llegó a la conclusión de que los sistemas inmunes de las abejas habían sido reprimidos de alguna forma. La profesora Cox-Foxter continuó: " Otro síntoma inusual que estamos viendo, que hace esto muy diferente, es que normalmente cuando una colonia de abejas se vuelve debil y el número de insectos disminuye, otras abejas vecinas vienen y roban los recursos – y se llevan la miel y el polen. "Otros insectos también se aprovechan, por ejemplo la polilla de la cera o el escarabajo de la colmena. Pero nada de esto está sucediendo. Estos insectos no están viniendo. "Esto sugiere que haya algo tóxico en la colonia que por sí mismo los está rechazando." Los científicos implicados en el grupo de trabajo examinaron las colonias muertas pero no pensaron que la causa de las muertes fuera algo introducido por los apicultores, tales como pesticidas, dijo. Otros de los investigadores que estudian el problema, Dennis van Engelsdorp, especialista de abejas en el estado de Pennsylvania, dijo que seguía siendo difícil calibrar el grado de extensión completo. Es posible que las abejas huyan de las colonias porque detecten ellas mismas que están enfermas o afectadas de alguna manera, añadió. Este comportamiento se ha registrado en otros insectos sociales, tales como las hormigas. La introducción del ácaro parásito Varroa de la abeja en 1987 y la invasión de la abeja de la miel Africana en 1990 han amenazado a las colonias de abejas de los E.E.U.U. y de otras partes del mundo, pero aun siendo graves, eran fácilmente comprensibles; el sida de las abejas es un misterio profundo. Una teoría es que las abejas puedan sufrir estrés al ser trasladas por los apicultores cada vez más alrededor del país, las colmenas apiladas en la parte trasera de los camiones, para realizar polinizaciones de huerta en huerta, en diversos estados. Decenas de billones de abejas están ahora implicadas en esta polinización "migratoria". Un operador puede polinizar desde naranjas en Florida, a manzanas en Pennsylvania, o arándanos en Maine, y volver de nuevo a Massachusetts para polinizar arándanos. El negocio es tan grande que la polinización está sustituyendo al de la fabricación de miel como la principal fuente de ingresos en la punta del mercado de la apicultura, también a consecuencia de que en estos últimos años los E.E.U.U. se han inundado con importaciones baratas de miel, principalmente de Argentina y de China. Una colonia típica de abejas, que podía tener desde 15.000 a 30.000 abejas se alquilaría a un cultivador de fruta en unos $135 - un precio que no para de subir a partir de $55 tan solo desde hace tres años. Para mantener alta la energía de las abejas mientras que están polinizando, los apicultores las alimentan con suplementos y jarabe de proteínas desplegados alrededor en grandes tanques. Es en estas colonias migratorias en donde se han observado las mayores pérdidas. Pero la teoría del estrés es la misma especulación que todas las demás. Por el momento, la desaparición de las abejas de América es un misterio tan grande como la desaparición de los gorriones de Londres. Albert Einstein vaticinó en su día: «Si la abeja desapareciera de la superficie del globo, al hombre solo le quedarían cuatro años de vida: sin abejas, no hay polinización, ni hierba, ni animales, ni hombres». En el año de las teorías apocalípticas, esta frase comienza a tomar cuerpo, ya que desde 2000 las colmenas de todo el mundo están viéndose diezmadas sin causa conocida, provocando ansiedad en apicultores y agricultores que dependen de este insecto. Las consecuencias de la desaparición de las abejas no solo conllevarían la pérdida de los productos creados directamente por las abejas -miel, cera o polen-, sino también entornos y campos de cultivo: el 35% de la producción agraria depende de ellas, además de servir de equilibrio a muchos ecosistemas que no existirían sin su interacción. Los países del sur de Europa (entre ellos España, que sufrió especialmente el llamado'Síndrome del desabejado' en 2005) dieron la alarma, pero no fue hasta hace 7 años, cuando el problema afectó a EE UU y saltó a los medios de comunicación. Desde entonces se buscan los orígenes de este fenómeno, el cual parece tener múltiples causas. «Creemos que existen tres posibles razones. La primera parece estar motivada por la acción de la 'Varroa destructor', un ácaro que infecta a las abejas y ladebilita hasta acabar con la colmena. Si no se trata, puede hacer que ésta muera en dos o tres años», explica Mariano Higes, investigador principal del Centro Apícola de Marchamalo (Guadalajara), laboratorio referente en Europa. Existe en la actualidad un programa nacional para combatir esta infección, pero el tratamiento a veces no es efectivo por su incorrecta aplicación. Otro del culpable de la desaparición de las abejas es el microhongo'Nosema ceranae' -descubierto por el centro liderado por Higes-. «Es un patógeno emergente es un parásito exótico que sólo afectaba al tipo asiático, pero que puede haberse contagiado a la 'apis melífera' -abeja de miel-», expone el experto. Sus efectos sólo se manifiestan sobre los especímenes adultos, a los que ataca a su sistema digestivoimpidiendo que coman, por lo que se debilitan y mueren. Como mecanismo de defensa, no vuelven a sus colmenas, que llegan a quedar casi vacías. El último condicionante que apunta el investigador son los insecticidas de tipo neocotinoide: actúan sobre el sistema nervioso de los animales que perjudican los cultivos, también a las abejas. "Sin embargo no hay estudios que certifiquen la relación directa de este tipo de sustancias y el Síndrome de Desabejado. Es cierto que se ha demostrado que en agricultura muy intensiva, donde se utilizan los insecticidas de forma más intensa sí que las afecta, pero no se puede demostrar que este motivo sea el único para explicar este fenómeno", asegura el investigador. Polémicas en torno a las abejas Varios de estos pesticidas se encuentran en la mira de gobiernos, científicos, ecologistas y apicultores. La última polémica fue la prohibición en febrero del uso del Cruiser OSR en Francia, al que se le acusa de desorientar a las abejas, por lo que después no pueden volver a sus colmenas. Tras este movimiento, la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) está investigando el efecto que los neonicotinoides puedan tener en el descenso de las poblaciones de abejas. Desde el Ministerio de Agricultura afirman que esperarán a los resultados definitivos del estudio de EFSA, «en la misma línea que la mayoría de los países miembros de la Unión Europea». Por otro lado, el pasado mes de mayo la Comisión Europea anunció que invertirá 3,3 millones a la investigación de la despoblación de las abejas. España, que está dentro del programa, determinó en un principio que tres laboratorios (el Centro Apícola de Marchamalo, la Universidad Complutense y la Universidad de Córdoba) participarían en el estudio, aunque en el último borrador se dejó fuera a dos de los centros (las universidades de Madrid y Andalucía). Esto ha causado revuelo entre los apicultores, como la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG), que considera que la teoría del equipo de Higes es «anacrónica», ya que «no ha sido reconocida por la comunidad científica». Por su parte, Antonio Babiano, presidente de Cooperativas Agoalimentarias también critica los estudios, ya que dice que «no tiene en cuenta otros factores ambientales como el abejaruco o la calidad del polen». Debido a las polémicas, el Ministerio de Agricultura ha optado por nombrar titular al Laboratorio Central de Veterinaria de Algete como investigador de las muestras. «Debido a presiones externas hacia el Gobierno, al final se ha optado por la vía de contentar a todos», se queja el investigador del Centro Apícola de Marchamalo |