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Nuestro organismo sufre alteraciones como:
Todas las personas sienten el estrés de una manera diferente. Algunas personas se enfadan, comportándose de manera poco apropiada y desquitándose con los demás. Otras personas lo esconden y comienzan a padecer de problemas alimentarios o abuso de sustancias ilegales. Las personas que padecen de una enfermedad crónica también notan que los síntomas de su enfermedad se a crecentan cuando tienen una sobrecarga de estrés. Frase: “No puedes cambiar el pasado, pero puedes arruinar tu presente al preocuparte por el futuro” (Anónimo). Bueno nos habla los siguientes autores (Lazarus y Folkman) señalan que existen ciertas características que parecen determinar el que una situación devenga como estresante. Entre ellas se destacan: el cambio o novedad, la falta de información, la no predictibilidad, la incertidumbre, la ambigüedad y significación para la persona, entre otras. Al igual destacan las condiciones biológicas del organismo y la carencia de habilidades para hacerle frente. Existen dos tipos de estresores que son: Los estresores internos pueden ser estímulos de características físicas, como el dolor producido por una herida, una enfermedad; o de características más cognitivas, como el recuerdo de una situación desagradable, pensamientos sobre la propia inutilidad o lo difícil que puede ser el futuro inmediato, sentimientos de culpa o ambiciones no conseguidas. Los estresores externos también pueden provenir de aspectos físicos, como la temperatura ambiental extrema, el ruido, la luz intensa; o implicar aspectos cognitivos, como, por ejemplo, ver que dos personas hablan en voz baja y de vez en cuando le miran y se ríen. Aunque funcionan como estresores tanto los aspectos físicos como los cognitivos, estos últimos son más frecuentes e importantes. El autor lazarus y folkman ellos dividen en dos grupos a los estresores por la diferencia que cada estresor se da por motivos diferentes Donde igual forma se pueden dividir entre siguientes Externas: ![]() Entre las principales encontramos: El medio ambiente. Problemas familiares, sociales, económicos y de trabajo. Las molestias y preocupaciones de la vida diaria, como el tráfico, la situación política del país, etcétera. Es importante distinguir entre las situaciones cuya solución sí está en mis manos y aquellas que no dependen de mí. En las primeras, lo adecuado es analizarlas para escoger la solución correcta y actuar. En las segundas, es necesario fortalecer nuestro organismo, cuidarnos y cambiar nuestra manera de pensar y encarar el problema. Internas: ![]() Están relacionadas con nuestros pensamientos, creencias, valores y características personales. Por ejemplo: Expectativas poco realistas, pensamiento rígido, pesimismo, perfeccionismo, etc. El deseo o necesidad de quedar bien con "todo el mundo". El dolor, enfermedad, incapacidad, etc. En estos casos necesitamos buscar la solución en nosotros mismos, ya que está relacionada con nuestra actitud ante la vida, con nuestra manera de pensar y con el manejo de nuestras propias emociones. Mixtas: Es una combinación de las dos anteriores. Es la manera en que pensamos, respecto a los problemas que vivimos. ![]() FRASE: El camino al éxito, está formado por información, acción y perseverancia. Cada paso, por pequeño que sea, te acerca a la meta. Tú puedes lograrlo. Silvia Russek. REFLEXION Recuerda que cada uno de nosotros es diferente. Pensamos, actuamos y hemos tenido una vida y un aprendizaje distintos. Sin embargo, existen situaciones que estresan a la mayor parte de la gente. Si las reconocemos, podemos aprender a manejarlas o a cambiarlas. Podemos disfrutar de la vida. Por otra parte podemos ver otras situaciones que abarcan las características de las situaciones estresantes Cuando usted está muy estresado, puede notar las siguientes situaciones:
Otros síntomas abarcan:
Condiciones que nos afectan en nuestro cuerpo,
Provienen de las relaciones sociales, generalmente por aislamiento o excesivo contacto (hacinamiento)
ETAPAS DEL ESTRÉS ![]() El Síndrome de Adaptación General de Selye (1926), aplicado a nuestro tema, se basa en la respuesta del organismo ante una situación de estrés ambiental distribuida en tres fases o etapas: 1. Fase de alarma. Ante la percepción de una posible situación de estrés, el organismo empieza a desarrollar una serie de alteraciones de orden fisiológico y psicológico (ansiedad, inquietud, etc.) que lo predisponen para enfrentarse a la situación estresante. La aparición de estos síntomas está influida por factores como los parámetros físicos del estímulo ambiental (intensidad del ruido), factores de la persona, el grado de amenaza percibido y otros como el grado de control sobre el estímulo o la presencia de otros estímulos ambientales que influyen sobre la situación. Selye (1975) 2. Fase de resistencia. Supone la fase de adaptación a la situación estresante. En ella se desarrollan un conjunto de procesos fisiológicos, cognitivos, emocionales y comportamentales destinados a "negociar" la situación de estrés de la manera menos lesiva para la persona. Si finalmente se produce una adaptación, esta no está exenta de costos, disminución de la resistencia general del organismo, disminución del rendimiento de la persona, menor tolerancia a la frustración o presencia de trastornos fisiológicos más o menos permanentes y también de carácter psicosomático. Selye (1975) 3. Fase de agotamiento. Si la fase de resistencia fracasa, es decir, si los mecanismos de adaptación ambiental no resultan eficientes se entra en la fase de agotamiento donde los trastornos fisiológicos, psicológicos o psicosociales tienden a ser crónicos o irreversibles, Selye (1975) ![]() Fases del estrés ejemplos Cuando el organismo se encuentra ante situaciones de peligro, se prepara para enfrentarse o huir, lo que origina una serie de cambios biológicos de origen autonómico. Fase de alarma o huida El cuerpo se prepara para producir el máximo de energía, con los consecuentes cambios químicos. El cerebro, entonces, envía señales que activan la secreción de hormonas, que mediante una reacción en cadena provocan diferentes reacciones en el organismo, como tensión muscular, agudización de los sentidos, aumento en la frecuencia e intensidad de los latidos del corazón, elevación del flujo sanguíneo, incremento del nivel de insulina para que el cuerpo metabolice más energía. ![]() Fase de adaptación También llamada de resistencia, que es cuando se mantiene la situación de alerta, sin que exista relajación. El organismo intenta retornar a su estado normal, y se vuelve a producir una nueva respuesta fisiológica, manteniendo las hormonas en situación de alerta permanente. ![]() Fase de agotamiento
En condiciones apropiadas, y a corto plazo, los cambios provocados resultan beneficiosos, como por ejemplo durante un incendio, o el ataque de un animal. Algunas personas llegan a desarrollar, en situaciones de peligro, habilidades que no podrían haber imaginado. Los síntomas del estrés desaparecen cuando el episodio concluye. ![]() Cada vez que enfrentamos un cambio tanto si el acontecimiento es agradable como si es desagradable- se rompe la homeostasis y estamos sometidos a estrés durante el período de adaptación al acontecimiento. Llamamos adaptación al proceso de restablecimiento de la homeostasis. RESPUESTAS AL ESTRÉS Sabemos que la respuesta de estrés es subjetiva y personal, depende de cómo percibamos la situación de estrés (incluso cuando se piensa en algo potencialmente estresante) y de nuestra capacidad de hacerle frente. Es un proceso complejo que se compone de diversos niveles (fisiológico, psicológico, emocional y conductual). Intentaré exponerlo de la manera más sencilla posible: En primer lugar, cuando se nos presenta una situación potencialmente estresante se produce la evaluación y toma de conciencia de la misma. La examinamos y evaluamos sus características (por ejemplo grado de predictibilidad, incertidumbre, o amenaza) que determinaran la intensidad de nuestra respuesta de estrés. ![]() Una vez valorada la necesidad de actuar, de adaptarnos a este nuevo entorno, nuestro cuerpo activa el Hipotálamo, una glándula endocrina de origen ancestral situada en lo más profundo de nuestro cerebro, cuya función principal es la expresión fisiológica de la emoción. Es el hipotálamo quien da el pistoletazo de salida a la respuesta del estrés. Este “disparo nervioso” viaja a través de fibras que pasan por nuestra médula espinal, de esta forma, el hipotálamo se comunica con las glándulas suprarrenales situadas en nuestros riñones que son las encargadas de regular químicamente la respuesta de estrés a través de la secreción de distintos tipos de hormonas. ![]() El cuerpo humano responde a estas situaciones activando el sistema nervioso y ciertas hormonas. El hipotálamo envía señales a las glándulas adrenales para que produzcan más adrenalina y cortisol y envíen estas hormonas al torrente circulatorio. Estas hormonas aumentan la frecuencia cardíaca, la frecuencia respiratoria, la presión arterial y el metabolismo. Los vasos sanguíneos se ensanchan para permitir una mayor circulación sanguínea hacia los músculos, poniéndolos en alerta. Las pupilas se dilatan para mejorar la visión. El hígado libera parte de la glucosa almacenada para aumentar la energía del cuerpo. Y el cuerpo produce sudor para refrescarse. Todos estos cambios físicos preparan a la persona para reaccionar rápidamente y eficazmente cuando siente tensión emocional. Esta reacción se conoce como respuesta al estrés. Cuando funciona como es debido, esta reacción es la mejor forma para que la persona funcione bajo presión. Pero la respuesta al estrés también puede causar problemas cuando es extrema. ![]() La respuesta al estrés (respuesta de combate o fuga) es crítica en situaciones de emergencia, como cuando un conductor tiene que frenar el auto repentinamente para evitar un accidente. También se activa en una forma más sencilla cuando la persona está tensa, aunque no corra peligro - como cuando tu batazo puede ganar el juego; cuando te preparas para una fiesta o cuando estás haciendo un examen final. Un poco de estrés de este tipo puede ayudarte a mantenerte atento, listo para hacerle frente a cualquier reto. Y el sistema nervioso vuelve a su normalidad, listo para responder de nuevo cuando sea necesario. Pero el estrés no es siempre una reacción a cosas inmediatas o momentáneas. Eventos progresivos o a largo plazo, como un divorcio o el traslado a un nuevo vecindario o escuela, también pueden causar estrés. Las situaciones a largo plazo pueden producir un estrés de poca intensidad, pero perdurable, ocasionando dificultades a la persona. El sistema nervioso siente una tensión continua y se mantiene relativamente activo a fin de continuar liberando hormonas adicionales durante un período de tiempo prolongado. Esto puede agotar las reservas del cuerpo, haciendo que la persona se sienta agotada o abrumada, debilitando el sistema inmunológico del cuerpo y ocasionando otros problemas. ![]() Vivir sabiendo que la insuficiencia renal es una enfermedad crónica, que nunca desaparecerá, es estresante. Las personas reaccionan de diferente manera: |