EVOLUCIÓN CELULAR. EVOLUCIÓN BIOLÓGICA.
La vida pudo originarse hace más de 3.500 millones de años con células parecidas a las bacterias actuales. La evolución a partir de estas de estas células puede ser esquematizada como sigue:
Las primeras células serían procariotas (como las bacterias). Se alimentarían de la materia orgánica presente en el “caldo primitivo” y, por lo tanto serían heterótrofas anaerobias, ya que el oxígeno todavía no estaba presente en la atmósfera primitiva.
Conforme la materia orgánica fue escaseando, la evolución por selección natural favoreció a las formas vivas capaces de fijar nitrógeno atmosférico, con el fin de producir los aminoácidos necesarios.
Algunas de estas “bacterias” serían capaces de producir pigmentos captadores de la energía de la luz. Comenzó así la fotosíntesis pero sin producción de oxígeno. Estas células fueron, por lo tanto fotosintéticas anaerobias.
Algunas células lograron obtener hidrógeno mediante la descomposición del agua, gracias a la energía de la luz, que eran capaces de captar. De este modo surgió la fotosíntesis con producción de oxígeno. Se originarían así las cianobacterias que condujeron a la progresiva acumulación de oxígeno en la atmósfera.
La gran competencia que sufrieron las bacterias anaerobias hizo que estas evolucionaran hacia un metabolismo que utilizaba el oxígeno. Nace así la respiración a cargo de las primeras bacterias aerobias.
Hace unos 1.800 millones de años nacen las primeras células eucariotas, dotadas de compartimentos limitados por membranas (como el núcleo). Su complejidad y organización supuso otro cambio importante en la evolución.
Hay dos teorías que intentan explicar las causas y el modo de esta aparición:
Teoría autógena: El incremento progresivo del tamaño de las células se acompaña de un desarrollo de los compartimentos del citoplasma. La membrana células se invagina y va formando la membrana nuclear y los demás compartimentos membranosos especializados. En la actualidad se encuentra abandonada.
Teoría de la endosimbiosis1: Una gran bacteria anaerobia incorporó en su interior una bacteria aerobia de menor tamaño. Se estableció entre ellas una relación simbiótica, de modo que la bacteria pequeña acabó transformándose en mitocondria. Así se pudo formar la primera célula eucariota de tipo animal (heterótrofa).
Otro proceso de endosimbiosis se pudo haber establecido entre la célula eucariótica formada y otra del tipo de las cianobacterias actuales. Esta, más pequeña, podría haber dado lugar a los cloroplastos. Se formaría así el antepasado de la célula eucariótica vegetal (autótrofa).
TEORÍAS PREEVOLUCIONISTAS: EL FIJISMO.
El fijismo – creacionismo, sostiene que las especies permanecen idénticas a sí mismas desde su origen hasta nuestros días, ya que han sido creadas tal y como son.
El transformismo o evolucionismo, defiende que las especies derivan unas de otras por transformación o evolución
Hasta comienzos del siglo XIX, el pensamiento científico, sometido a las influencias religiosas y metafísicas, era a la vez fijista y creacionista. Ello era debido a la interpretación literal del relato bíblico del Génesis, según el cual todos los seres vivos fueron creados por Dios en su forma definitiva.
El catastrofismo sostiene que las especies no se transformaban y que no existen restos fósiles que evidencien tal transformación. Según la teoría de las catástrofes, los fósiles eran restos de seres vivos que se habían extinguido en ciertas zonas a causa de algún cataclismo geológico espontáneo y violento; es decir, los fósiles eran restos de especies extinguidas y nunca formas desaparecidas de las especies existentes en la actualidad. Tras cada cataclismo, especies que habitaban en otros lugares se desplazaban a la zona que había sufrido la catástrofe y la colonizaban. Esto explicaba la presencia de las especies actuales en zonas en las que se habían encontrado restos fósiles de especies inexistentes en el presente.
La teoría del uniformismo o actualismo, defendía que los acontecimientos del pasado remoto de la tierra fueron causados por la acción de fuerzas idénticas a las que operan en la actualidad. De tal afirmación se deduce que si el catastrofismo no es válido para explicar los acontecimientos del presente, tampoco lo es para explicar los acontecimientos del pasado.
LAS TEORÍAS PREEVOLUCIONISTAS: LOS PRECURSORES.
Ya en la Grecia clásica hubo autores que pueden considerarse evolucionistas. Así Aristóteles consideraba que los seres inferiores evolucionan hacia los superiores por un impulso divino y que todo en la naturaleza tiene una finalidad. Con la llegada del cristianismo se impuso dogmáticamente una visión de la naturaleza inspirada en la interpretación literal del génesis. Esta forma de pensamiento perduró hasta el siglo XVII.
La teoría de Lamarck. Se puede esquematizar en los siguientes puntos.
Las formas más simples surgen con frecuencia por generación espontánea (esta era una creencia general en su época).
En todos los organismos existe un impulso interno que les lleva instintivamente hacia una mayor complejidad.
Esta tendencia natural es influida por las circunstancias. Los cambios en el ambiente producen nuevas necesidades en los organismos, que hacen que estos se vean obligados a utilizar más ciertos órganos o a dejar de hacerlo. Por este uso o desuso se produce la formación, el desarrollo o la debilitación, la atrofia y la desaparición de dichos órganos, lo que causa alteraciones o cambios en la constitución del organismo. De aquí viene la frase “la función crea el órgano”.
Estas alteraciones o cambios, adquisiciones o pérdidas, son conservadas por los descendientes, es decir, son heredables. Esta hipótesis se conoce como herencia de los caracteres adquiridos.
En resumen:
Para Lamarck, los hábitos y el modo de vida de un animal, así como las condiciones en que vivieron sus ascendientes, son los que determinan, con el transcurso del tiempo, su forma corporal, sus órganos y sus caracteres.
Tales planteamientos transformistas no postulaban que cualquier especie pudiera transformarse en otra –como algunos malinterpretaron en tiempos de Lamarck-, sino que una forma animal sólo puede transformarse en otra próxima, con lo que las faunas van cambiando gradualmente.
Aciertos y desaciertos en la teoría lamarckiana. La teoría de Lamarck ha sido desautorizada en función de los siguientes argumentos:
No existe ningún dato que demuestre en los seres vivos una tendencia natural y espontánea hacia la complejidad.
La hipótesis de la herencia de los caracteres adquiridos no ha podido ser probada. Se ha demostrado experimentalmente que las transformaciones sufridas por un organismo en el transcurso de su vida no se transmitían a la descendencia.
Al no existir herencia de los caracteres adquiridos, para explicar las adaptaciones de los organismos sería necesario que el medio ejerciera una acción directa sobre el material genético del individuo (genotipo), lo que no ha podido ser comprobado hasta el momento.
LA EVOLUCIÓN SEGÚN WALLACE Y DARWIN.
La teoría de la evolución fue concebida al mismo tiempo, aunque de manera independiente por Wallace y Darwin.
Los argumentos de Darwin. Los argumentos sobre los que se sustenta la teoría de la evolución son:
El mundo no es estático, sino que está en continua transformación (evolución). Las especies cambian continuamente: con el paso del tiempo, algunas se extinguen y otras nuevas aparecen. Cuanto más antiguas son las formas, más diferentes son de las actuales.
El proceso de cambio es gradual y continuo, no se produce a saltos discontinuos o por transformaciones súbitas.
Los organismos que presentan semejanzas están emparentados y descienden de un antepasado común. De esta manera es posible remontarse hasta un origen único de la vida.
El cambio evolutivo es el resultado del proceso de selección natural.
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