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Al tercer mundo, lo están haciendo bailar al son de los alimentos genéticamente modificados (Devinder Sharma) El permanente énfasis en cultivos GM en el controvertido Informe Desarrollo Humano 2001, comisionado por el PNUD, no fue una aberración. Fue parte de una cobertura diseñada por la UN para impulsar cultivos GM dentro de insospechadas economías en desarrollo. Hay 800 millones de personas que se van a la cama con hambre cada noche y el mero hecho que el mundo rico e industrializado está tratando de terminar con el hambre global y esto bajo la bandera de la UN, merece un aplauso. Aderezado con “queso” –inversiones extranjeras directas- las ratas en los países en vías de desarrollo esperan desesperadamente los “nuevos alimentos”. Con los alimentos genéticamente modificados ya tan estigmatizados en occidente, la UN ha tomado la empresa monumental de revertir la débil esperanza y fortuna de las industrias biotecnológicas. Allanado el camino y limpiando los escollos que impidan el copamiento de los sistemas agrícolas sustentables, la UN desesperadamente espera la apertura del enorme mercado del tercer mundo. Y, lo que le pasa a los pobres y hambrientos del mundo, no es ciertamente de su competencia. Nunca lo fue. Financiado por el GEF (Instalción Ambiental Global), el Programa Ambiente de la UN (UNEP) ha lanzado un proyecto de 38,4 millones de dólares, esencialmente para permitir a los países en desarrollo importar alimentos GM. Aspira entrenar funcionarios y personal en unos 100 países para preparar su habilidad legal y científica para evaluar temas ambientales y de salud concernientes al comercio global en alimentos GM. Firmado por 107 gobiernos en enero de 2000, el Protocolo de Biodiversidad de Cartagena, ha sido ratificado por 10 países y para que tome efecto debe serlo por otros 40 países más. Por qué entonces está UNEP en tan gran apuro para comenzar a implementar lineamientos? Klaus Toepfer, Director Ejecutivo del UNEP nos da la respuesta: “la Industria está convencida que los cultivos genéticamente modificados son la llave para propulsar las cosechas en forma ambientalmente más amigable. Pero otros están preocupados que la nueva tecnología puede tener riesgos tanto ambientales como de salud”. Desde cuando ha comenzado la industria a establecer la agenda para las agencias de la UN. No es extraño que el UNEP, que debe estar más comprometido sobre la contaminación resultante de la dispersión de plantas modificadas genéticamente, en cambio está más que preocupado en promover cultivos y productos alimenticios sobre los cuales existen serias dudas? PNUD y UNEP no son las únicas dos agencias de la UN comprometidas. El WFP (Programa Mundial de Alimentos) también hace mucho tiempo ha estado distribuyendo alimentos GM en sus programas de asistencia alimentaria. En Africa, el programa de almuerzo para escolares que el WFP ha lanzado con el apoyo de los EEUU, fue realmente pensado para reducir el enorme excedente de stock de sojaGM que Europa rechazó de comprar a los EEUU… La guerra biotecnológica secreta (George Monbiot) El presidente de Zambia está equivocado. Los alimentos modificados genéticamente, que se sepa, no son “veneno”. Aunque todavía no se han realizado estudios de seguridad adecuados, no hay aun prueba convincente de que estos sean más perjudiciales para la salud que los alimentos convencionales. Si tuviera que escoger, como han de hacerlo ahora los habitantes de Zambia, entre morirme de hambre o comer alimentos modificados genéticamente, yo los comería. El verdadero problema con los cultivos modificados genéticamente, tal como esta columna lleva señalando desde hace varios años, es que permiten a las grandes compañías de biotecnología hacerse con el control de la cadena alimenticia. Al patentar los genes y todas las tecnologías asociadas con ellos, estas compañías están creando una situación en la que pueden ejercer control absoluto sobre lo que comemos. Esto tiene consecuencias devastadoras para la seguridad alimentaria en los países más pobres, y es por ello que estos cultivos se han topado con tanta oposición por parte de los activistas… El programa de ayuda alimentaria estadounidense constituye un sistema de enormes subsidios encubiertos para sus agricultores y ganaderos. Pero, además, tal como muestra un informe de Greenpeace aparecido recientemente, no son estos los únicos beneficiarios. La USAID ha declarado que uno de sus objetivos es “integrar los alimentos transgénicos dentro de los sistemas locales de alimentación”. Este mismo año, lanzó un programa de 100 millones de dólares para llevar biotecnología a los países en vías de desarrollo. Los programas de “formación” y “concientización” de la USAID, según dice su propio sitio Web, proporcionarán a las compañías tales como “Syngenta, Pioneer, Hi-Bred y Monsanto” oportunidades para realizar una “transferencia de tecnología” a estos países. A cambio Monsanto le presta ayuda financiera a la USAID. La hambruna le permitirá a la USAID acelerar esta estrategia. Sabe que parte del grano que exporta a Africa del sur se utilizará en la cosecha del año que viene. Cuando la contaminación genética esté extendida, los gobiernos de esas naciones ya no podrán mantener la prohibición de esta tecnología… Biotecnología, abandonando toda precaución (Russell Mokhiber y Robert Weissman) Desde su fundación, sus críticos se quejan de que la Organización Mundial del Comercio (OMC) está concebida para despojar a las naciones de su soberanía, hurtando al control democrático decisiones de política pública fundamentales. El mes pasado, EEUU anunció su intención de denunciar a la Unión Europea ante la OMC por la suspensión que ha impuesto de hecho a la aprobación de productos agrícolas modificados genéticamente. Desde finales de 1998, la UE no ha dado la aprobación reglamentaria a ningún producto nuevo de biotecnología. Esta suspensión de hecho de la UE impide la entrada en la Unión de todas las semillas transgénicas que venden Monsanto y otros proveedores de “Frankenfoods” (alimentos Frankenstein), sean de EEUU, Europa o de cualquier otro lugar… El argumento jurídico que esgrimirá EEUU ante la OMC, si sigue adelante, será algo parecido a esto: Las normas de la OMC exigen que los países acepten productos alimentarios a menos que puedan demostrar que son peligrosos con un elevado grado de certidumbre científica, incluso si sus normas reguladoras se aplican por igual a productos extranjeros y nacionales. Y no existen pruebas científicas concluyentes de que los alimentos de biotecnología sean peligrosos. Lo sorprendente es que las normas de la OMC impongan la carga de la prueba a los reguladores, que deben demostrar que algo es peligroso. Estas normas le dan la vuelta al principio de precaución, que impone la carga de la prueba a la entidad que introduce un nuevo producto en el medio ambiente o en el suministro alimentario, que debe demostrar que es seguro… Diez razones que explican por qué la biotecnología no garantizará la seguridad alimentaria, ni protegerá el ambiente, ni reducirá la pobreza en el tercer mundo (Miguel Altieri) Nuestro objetivo es objetar la noción de biotecnología como una solución de bala mágica a todos los males de la agricultura, mediante la aclaración de conceptos erróneos relacionados con estas suposiciones implícitas. 1 – No hay relación entre la ocurrencia frecuente de hambre en un país dado y su población. Para cada nación densamente poblada y hambrienta como Bangladesh o Haití, existe una nación escasamente poblada y hambrienta como Brasil e Indonesia. El mundo produce hoy más alimento por habitante que nunca… 2 – La mayoría de las innovaciones en biotecnología agrícola han sido dirigidas a obtener ganancias más bien que empujados por la necesidad. La verdadera fuerza propulsora de la industria de ingeniería genética no es hacer la agricultura del tercer mundo más productiva, sino preferiblemente generar ganancias… 3 – La integración de las industrias de semillas y químicas parece destinada a acelerar incrementos en los gastos por acre de semillas más productos químicos, lo que procura significativamente menos utilidades a los cultivadores… 4 – Pruebas experimentales recientes han mostrado que las semillas fabricadas por ingeniería genética no aumentan el rendimiento de los cultivos… 5 – Muchos científicos explican que la ingestión de alimentos construídos por ingeniería genética no es dañina. Sin embargo, la evidencia reciente muestra que existen riesgos potenciales al comer tales alimentos, ya que las nuevas proteínas producidas en dichos alimentos pueden: actuar ellas mismas como alérgenos o toxinas, alterar el metabolismo de la planta o el animal que produce el alimento, lo que hace a este producir nuevos alérgenos o toxinas, o reducir su calidad o valor nutricional como en el caso de los frijoles de soya resistentes a los herbicidas que contenían menos isoflavones, un importante fitoestrógeno presente en los frijoles de soya, que se consideran protegen a las mujeres de un número de cánceres… 6 – Las plantas transgénicas que producen sus propios insecticidas siguen estrechamente el paradigma de los pesticidas, el cual está fracasando rápidamente, debido a la resistencia de las plagas a los insecticidas… 7 – La lucha global por participación en los mercados está llevando a las compañías a desplegar masivamente cultivos transgénicos en todo el mundo sin el adecuado avance en la experimentación de impactos a corto o largo plazo en la salud humana y en los ecosistemas. En los EEUU, la presión del sector privado ha llevado a la Casa Blanca a decretar "sin diferencia sustancial" la comparación entre las semillas alteradas y las normales, evadiendo así la prueba normal de FDA y el EPA. Documentos confidenciales hechos públicos en un litigio por demanda en curso, revelaron que los propios científicos del FDA no coinciden con esta determinación. Una razón es que muchos científicos están preocupados de que el uso en amplia escala de cultivos transgénicos plantea una serie de riesgos ambientales que amenazan la sustentabilidad de la agricultura:
La teoría ecológica predice que el panorama de homogeneización a larga escala con cultivos transgénicos agravará los problemas ecológicos ya asociados con el monocultivo en la agricultura. La expansión incuestionable de esta tecnología en los países en desarrollo pudiera no ser prudente o deseable. Hay fortaleza en la diversidad agrícola de muchos de esos países, y no debe ser inhibida o reducida por el monocultivo extensivo, especialmente cuando las consecuencias de hacerlo así resulta en serios problemas sociales y ambientales… Una preocupación principal es que las presiones internacionales para ganar mercados y ganancias está resultando en compañías que liberan cultivos transgénicos demasiado rápido, sin la apropiada consideración por los impactos a largo plazo en las personas o el ecosistema… La polución genética, a diferencia de los derrames de aceite, no puede ser controlada arrojando un botalón en su derredor, y por tanto sus efectos no son recuperables y pueden ser permanentes. Como en el caso de los pesticidas prohibidos en los países nórdicos y aplicados en el sur, no hay razón para asumir que las corporaciones biotecnológicas asumirán los costos ambientales y de salud asociadas al uso masivo de cultivos transgénicos en el sur… Riesgos potenciales de los organismos modificados genéticamente (Amigos de la Tierra España) Para el medio ambiente Supuestos beneficios
Riesgos potenciales
Para la agricultura Supuestos beneficios
Riesgos potenciales
Para la salud Supuestos beneficios
Riegos potenciales
Para resolver en hambre en el mundo Supuestos beneficios
Riesgos potenciales
Transgénicos: seguridad alimentaria o beneficio empresarial (Iñigo Herráiz) A nadie escapa a estas alturas que los países del Norte son proclives a utilizar a los del sur como banco de pruebas, cuando no como simple vertedero. Los OMG, como seres vivos que son, pueden transmitir sus transgenes a otros organismos, desde cultivos convencionales hasta plantas o animales silvestres. La Cumbre de la Alimentación en Roma concluía con una clara apuesta por la biotecnología: “Estamos resueltos –decía la declaracion final- a estudiar, compartir y facilitar el uso responsable de la biotecnología con miras a hacer frente a las necesidades de desarrollo”. Pero, ese “uso responsable” se había puesto en entredicho en el transcurso de la Cumbre. Las delegaciones de distintas ONG sacaron a relucir la presencia de alimentos transgénicos prohibidos en los envíos de ayuda humanitaria a América Latina. Un informe del Instituto Genetic ID, un laboratorio independiente de Iowa (EEUU), confirmó la presencia de distintas variedades de maíz modificado genéticamente, considerado no apto para el consumo humano, entre la ayuda distribuída por el Programa Mundial de Alimentos (PMA) y la Agencia Internacional Estadounidense para el Desarrollo (USAID) en Bolivia, Guatemala y Nicaragua. Las contradicciones entre ambos sucesos, pueden servir para ilustrar el intenso debate generado en todo el mundo en torno a los OMG. En los últimos años, se ha forjado un mito de los cultivos transgénicos: mayor rendimiento, aumento de la resistencia a enfermedades y condiciones ambientales, incorporacion de valores nutritivos adicionales…Propiedades que, con la generalizacion de este tipo de cultivos, solucionarían el problema del hambre en el mundo. Sin embargo, y al margen del vértigo colectivo que suelen provocar este tipo de descubrimientos científicos, experiencias recientes demuestran que la gravedad de las consecuencias que pueden acarrear los cultivos transgénicos, según su concepción actual, eclipsa ampliamente sus supuestas bondades, a la vez que ponen de manifiesto sus limitaciones a la hora de solucionar el problema del hambre en el mundo. Sirva de ejemplo el caso mencionado de la presencia de transgénicos prohibidos en la ayuda humanitaria. Entre los productos encontrados en Bolivia figuraba el maíz “Starlink”, que había sido protagonista en el año 2000 del mayor escándalo conocido en EEUU relacionado con los OMG. Esta variedad del maíz, fue encontrada en tacos manufacturados por Kraft, a raíz de una investigación realizada por Amigos de la Tierra y la Coalición de Alerta de Alimentos Modificados Genéticamente. El maíz “Starlink”, según había estipulado la Agencia Ambiental Estadounidense (EPA), no era apto para el consumo humano por contener características de alergénicos conocidos… Acaso lo que se presenta como garantía para la “seguridad alimentaria” del planeta terminará generando más inseguridad? Entre los riesgos para la salud que pueden entrañar los alimentos transgénicos figura la aparición de nuevas alergias o de resistencia a los antibióticos. Como norma general, quién se encarga de controlar estos alimentos? Esta responsabilidad recae habitualmente sobre la propia empresa de biotecnología, que se encarga de valorar, a través de estudios científicos de inocuidad, la seguridad de sus propios productos. No se exige, en ningún momento, la realización de estudios independientes. Nuestra salud queda en manos de las empresas. La necesidad de amortizar los abultados costos que suponen las investigaciones genéticas ha precipitado, fruto de la presión de las grandes corporaciones que las financian para adueñarse de las patentes, la introducción de los OMG antes de que se hayan calibrado sus efectos sobre los ecosistemas y la salud pública a medio y largo plazo. Hoy todavía, los riesgos potenciales que se asocian a la ingeniería genética no compensan los difícilmente apreciables beneficios para agricultores y consumidores. Sí, en cambio, representa un fructífero campo de acción para las grandes multinacionales y sus más que dudosas intenciones de acabar con el hambre en el mundo… Los Trece Mitos de la Ingeniería Genética (Mario Mejía Gutiérrez) El siguiente articulo ha sido elaborado en Enero de 2000 por un grupo de científicos reunidos en ACRES, EEUU. Las multinacionales de los transgénicos han creado mitos biotecnológicos que vienen siendo coreados por altos poderes políticos. Mito Nº 1 – La ingeniería genética no es nueva: es sólo la aceleración de la reproducción selectiva Hecho: La ingeniería genética y la reproducción selectiva son mundos antagónicos. La reproducción selectiva se basa en métodos naturales… Mito Nº 2 – La ingeniería genética es exacta, es precisa, está plenamente controlada Hecho: La ciencia conoce sólo pequeñas partes del DNA de un organismo superior. Está demostrado que los genes no operan aisladamente: por el contrario, funcionan complejamente y son influenciados por la acción de otros genes…Richard Lewotin, profesor de genética de la Universidad de Harvard, ha dicho de la ingenieria genética: “tenemos un conocimiento tan miserablemente pobre de cómo el DNA de un organismo evoluciona, que me sorprendería que no tuvieramos un rudo golpe uno detrás de otro”. Mito Nº 3 – Los alimentos transgénicos varían de los naturales sólo en la característica que fue modificada Hecho: La inserción al azar de genes extraños puede causar cambios inesperados en el funcionamiento de otros genes… Mito Nº 4 – Los alimentos transgénicos han sido manipulados cuidadosamente y son perfectamente seguros Hecho: Hay serias dudas sobre la adecuada prueba y sobre la validez de las conclusiones. Se necesitan pruebas a largo plazo antes de asegurar que un transgénico es confiable… Mito Nº 5 – Los alimentos transgénicos son de calidad superior Hecho: Hasta la fecha no se ha demostrado que los alimentos transgénicos sean mejores que los naturales… Mito Nº 6 – Uno siempre puede abstenerse de comer transgénicos Hecho: En este momento muchísimos alimentos contienen ingredientes transgénicos no etiquetados, particularmente productos que contengan harina y aceite de soya, lecitina, aceite de canola y productos de maíz… Mito Nº 7 – Los agricultores se benefician de las cosechas transgénicas Hecho: Las semillas transgénicas son más caras. Los granjeros de EEUU y del Reino Unido han informado que los rendimientos generalmente no son mejores…Las compañías de seguros en EEUU y el Reino Unido son renuentes ante los transgénicos, debido a sus potenciales peligrosos... Los granjeros que cosechan transgénicos deben firmar contratos onerosos con las compañías proveedores de semillas, que les prohiben guardar semillas para futuras siembras… Mito Nº 8 – Las cosechas transgénicas reducen el uso de herbicidas y de insecticidas Hecho: Las semillas resistentes a herbicidas provocan un mayor uso de estos… Mito Nº 9 – No hay evidencia de que los transgénicos amenacen el ambiente Hecho: Los insectos, aves y el viento llevan polen transgénico a campos vecinos y aún más lejos… Mito Nº 10 – Las cosechas transgénicas son la solución al hambre mundial Hecho: El hambre de los pobres es un fenómeno de injusticia social y por lo tanto su solución es política: el alimento como derecho humano… Mito Nº 11 – Se debe creer en los científicos cuando recomiendan los transgénicos Hecho: El dinero para los científicos proviene de las multinacionales y de los gobiernos. Todo científico crítico arriesga su carrera. El Dr. Arpad Puztai del Scotland’s Rowelt Research Institute fue inmediatamente despedido cuando reveló que ratas alimentadas con papas transgénicas manifestaron debilitamiento del sistema defensivo, disminución de cerebro y anormalidades en el hígado, timo, bazo e intestinos. Puztai demostró que los organismos genéticamente modificados no son sustancialmente idénticos a sus progenitores, destruyendo así el principal argumento comercial de las multinacionales. Mito Nº 12 – No se puede detener el progreso Hecho: El progreso indica cambio para mejorar. Los cambios para empeorar significan regresión. No podemos confiar en una tecnología que está demostrando efectos nocivos, que en general es dudosa y que tal vez no puede dar marcha atrás. Mito Nº 13 – No hay que dar tanta importancia a los organismos modificados por ingeniería genética Hecho: Muchos científicos no lo piensan así. Por ejemplo el Dr. Joseph Rothlat, científico británico que ganó el Nobel en 1995, dice: “mi preocupación es que otros avances científicos que puedan resultar en formas de destruccion masiva (es el caso de los genes esterilizantes Traitor y Terminator) pueden estar mucho mas rápidamente disponibles que los misiles nucleares. La ingeniería genética es una posible área, y es espantoso el crecimiento con que se está llevando a cabo (para ejemplo la propuesta de guerra bacteriológica a cultivos de narcóticos donde la oferta del Fusarium oxisporum es apenas uno de los episodios de una larga cadena, que ya ha implicado la liberación de insectos plagas y la aplicación de agrotóxicos)”. (El material que se ofrece a continuación ha sido obtenido utilizando diferentes paginas Web de Greenpeace, que recomiendo a todos aquellos interesados en profundizar los conocimientos específicos) www.greenpeace.org/chile www.greenpeace.org/espana Sabía que su familia está siendo víctima de un experimento? (Greenpeace Chile) Exija saber lo que se lleva a su boca Estamos consumiendo transgénicos sin saber que pasará. Los jefes de este laboratorio esperarán evaluar en el tiempo sus efectos, y hacer cambios cuando ya el daño sea irreversible, luego de que algunos infortunados sufran las consecuencias. Mientras tanto, las empresas biotecnológicas dueñas de las semillas aumentan sus ganancias y su control, sobre la comida y la agricultura. Sin duda esta campaña de Greenpeace sería innecesaria si la información sobre la composición de los productos con que nos alimentamos, fuera abierta y transparente. Lamentablemente esto no es así, los consumidores difícilmente podemos saber la real composición de nuestros alimentos, no está la opción de saber que alimentos son transgénicos y cuales no, por eso como Greenpeace demandamos responsablemente a las autoridades de gobierno y a las empresas productoras o comercializadoras de alimentos que etiqueten los alimentos que utilizan transgénicos… Guía Greenpeace Sólo hemos considerado para elaborar esta guía los derivados de la soya y el maíz, donde los principales ingredientes (y por lo tanto los probables de ser transgénicos) son:
(A continuación se destacan los principales productos que pueden contener transgénicos. No se indican las marcas dado que las mismas –según las listas publicadas por Greenpeace corresponden, en su caso, a Chile y España, y sólo sirven a título particular, no pudiéndose generalizarse. El lector –a mas de poder acceder a las páginas Web específicas, si lo desea, deberá en su caso, y si resulta de su interés, procurar la “lista roja y verde” de su propio país)
En la lista española se agregan:
Las marcas internacionales más destacadas (sobre las que hay que poner especial atención) en ambos casos son: Purina – Coca Cola – Nestlé – Kellogg’s – Quaker – Bonduelle – Maggi – Parmalat – Hellman’s – Royal – Knor – Unilever – Pepsico – Novartis – Heineken – Procter & Gamble – Cadbury – Kraft – United Biscuits – Los transgénicos no benefician a los agricultores El informe confirma los efectos negativos de los transgénicos sobre el medio ambiente, la agricultura, la socioeconomía y la salud. Las organizaciones ecologistas Amigos de la Tierra y Greenpeace han presentado hoy en rueda de prensa el informe “Al grano: impacto del maíz transgénico en España”, en el que analizan la situación generada por los cultivos transgénicos en España, único país de la UE que tolera su cultivo a escala comercial. El informe presenta estudios según los cuales, por ejemplo, lejos de cumplirse los objetivos de la industria, el maíz modificado con genes de la bacteria Bacillus thuringiensis (Bt) de la compañía Syngenta produce hasta 9,5% menos que la media de las variedades convencionales… El informe revela también que en los últimos años han empezado a aparecer problemas ambientales y económicos relacionados con el cultivo comercial de semillas transgénicas. Al grano detalla también los resultados de algunos estudios científicos que demuestran otros impactos como la aparición de plagas resistentes a la toxina producida por el maíz Bt, a pesar de que la compañía Syngenta afirme lo contrario… “Mientras los ciudadanos europeos siguen oponiéndose a los transgénicos en sus platos, se dan graves casos de contaminaciones en la agricultura, investigadores y científicos alertan sobre los peligros de estos cultivos y sobre los problemas que ya están provocando en los ámbitos agrarios, es lamentable que la única información disponible sobre cultivos transgénicos en España haya sido generada por la propia industria”, ha declarado Juan Felipe Carrasco, responsable de la campaña de transgénicos de Greenpeace España y uno de los autores del informe… “España se ha convertido en un gran campo experimental, donde se están sembrando cultivos transgénicos desde hace 5 años sin ningún tipo de control ni medidas para paliar los efectos negativos que se están empezando a verificar”, añade Liliane Spendeler, coordinadora del área de biotecnología de Amigos de la Tierra y coautora del documento… Aumento del uso de pesticidas Según la FAO, el 75% de la diversidad genética agraria se ha perdido en el transcurso del último siglo. La “revolución verde” y sus variedades híbridas –cada vez son menos especies y variedades que se cultivan, más homogéneas y menos diversos los métodos de producción-, así como los cambios socioeconómicos tendentes a la uniformización de las prácticas y de la vida rural, son las causas principales de la pérdida de biodiversidad en la agricultura. Dado que las manipulaciones genéticas se realizan siempre sobre variedades muy productivas, la llegada de las plantas transgénicas intensifica esta tendencia a la uniformización de los cultivos. Tal vez algún día ya no dispongamos de los recursos necesarios para superar un grave problema como la resistencia a las plagas… Especies no objetivo Efectos de los transgénicos sobre las especies no objetivo, entre ellas especies beneficiosas. Los insectos beneficiosos y otras especies silvestres se ven amenazados por plantas que producen su propio insecticida o que fomentan una mayor utilización de productos químicos tóxicos… Ensayos de campo: diseminaciones inútiles y peligrosas Las empresas que llevan a cabo ensayos de campo, así como las autoridades que los aprueban, justifican esta actividad argumentando la necesidad de realizar pruebas en condiciones “naturales”. Sin embargo, estas pruebas se realizan en pequeñas superficies, durante un periodo corto y a menudo se estudia un único carácter agronómico –el rendimiento, por ejemplo-. Estos ensayos no pueden producir las interacciones del medio ambiente natural, como tampoco sus efectos generales ni secundarios. Especies invasoras Cuando las plantas transgénicas poseen una ventaja competitiva con respecto a las plantas silvestres naturales, podrían producirse perturbaciones ecológicas importantes. El arroz genéticamente modificado para tolerar los medios salinos, por ejemplo, podría colonizar ecosistemas naturales como los estuarios. Algunos biólogos han estudiado peces con un gen de la hormona del crecimiento humano, que implica un aumento de la velocidad de crecimiento y del tamaño adulto: dado que solamente dos terceras partes de los peces transgénicos estudiados alcanzan la madurez sexual, la dispersión del gen de la hormona del crecimiento podría provocar la desaparición de determinadas poblaciones. Desarrollo de resistencias El desarrollo de resistencias a un herbicida puede hacer que las malas hierbas sean imposibles de controlar sin la aplicación masiva de productos químicos cada vez más potentes. En el caso de las plantas manipuladas para resistir determinados insectos –por ejemplo el maíz desarrollado por Novartis para ser resistente al taladro mediante la introducción de un gen de la bacteria Bacillus thuringiensis (Bt)-, la planta produce sus propias toxinas. Puesto que estas son producidas permanentemente en todas las partes de la planta, desde las hojas hasta las raíces, y dado que este tipo de maíz se cultiva en millones de hectáreas (en los últimos años este tipo de maíz ha ocupado algo mas de la tercera parte de la superficie de maíz de EEUU), los insectos nocivos expuestos pueden desarrollar rápidamente cepas de resistencia. Transferencia de genes Los OMG pueden transferir sus genes a plantas convencionales (no transgénicas) de la misma especie, implicando una serie de daños potenciales para los agricultores tradicionales y para los que practican agricultura ecológica. Los genes pueden también ser transferidos a especies silvestres emparentadas. Los genes también se pueden transferir horizontalmente (es decir, por vía no sexual) hacia especies distintas a través de elementos genéticos móviles, virus o parásitos. Una tecnología imprecisa Los riesgos y beneficios de la utilización de este tipo de tecnología no están suficientemente estudiados ni evaluados. En un organismo vivo existen decenas de miles de genes, pero estos no funcionan según el principio “un gen = una característica”, sino que se producen interacciones complejas entre el genoma, el medio celular, el resto de los tejidos del organismo y el medio ambiente. Sólo se conoce la función de una pequeña proporción del ADN (la molécula que lleva inscrita la información genética de los seres vivos) de los organismos superiores. El gen se puede integrar en cualquier parte del genoma del organismo y su expresión dependerá de ello en gran medida. Amenazas para la salud humana Qué riesgos suponen para la salud humana? Muchos de los genes que las multinacionales desean que consumamos proceden de plantas, animales u otras sustancias normalmente ajenas a la alimentación humana: bacterias, virus, ratones, ratas, mariposas e incluso escorpiones. Cuáles son los peligros potenciales para la salud pública que puede tener la introducción de estos genes en nuestra alimentación o en la de los animales cuyos productos consumimos (carne, huevos, pescado, productos lácteos)?. La incorporación de sustancias ajenas en los alimentos aumenta el riesgo de provocar reacciones alérgicas. Numerosas plantas transgénicas contienen un gen de resistencia a los antibióticos utilizados para el tratamiento médico de las personas y los animales. Dicho gen que sirve para “marcar” la secuencia genética introducida con el fin de comprobar que la manipulación genética, cuyas probabilidades de éxito son bastante reducidas, ha funcionado. Aunque no tengan otra función, estos genes permanecen en los tejidos de las plantas durante toda su vida y también se transmiten a sus descendientes. Si se transmiten a bacterias peligrosas presentes en el intestino humano o animal, podrían estas quedar “inmunizadas” contra los antibióticos. Varios países y asociaciones médicas han pedido repetidamente su prohibición. Equivalencia sustancial Cuando un alimento es producido mediante ingeniería genética pero su composición se considera similar a la de un alimento convencional. Este concepto no ofrece garantías de inocuidad. Se comparan características concretas entre un OMG y una variedad convencional y se establece que son globalmente similares, por lo que no se obliga a probar rigurosamente su inocuidad; sin embargo puede contener moléculas nuevas, tóxicas o alergénicas. Numerosos científicos critican la utilización de este principio, dado que impide que nuevos productos sean sometidos a estudios completos. El hambre en el mundo Mentiras: Constituyen los OMG la solución al hambre en el mundo? “Nos oponemos firmemente a que grandes empresas multinacionales utilicen la imagen de los pobres y de los hambrientos para promover una tecnología que no es ni segura, ni respetuosa con el medio ambiente, ni económicamente beneficiosa para nosotros”…(Delegados de 24 países africanos, reunión FAO en 1998 sobre los problemas de los recursos genéticos, en respuesta a una campaña de Monsanto). El mito según el cual los OMG van a poner fin al hambre en el mundo no supera el más mínimo análisis. Con cerca de mil millones de seres humanos con una alimentación deficitaria, es un argumento muy “vendible”. Sin embargo, en la Tierra se produce más de lo que la humanidad necesita, pero millones de personas no pueden acceder a ello por carecer de los medios necesarios debido a las desigualdades sociales o a la imposibilidad de desplazarse a causa de los conflictos. De hecho, algunos de los países más afectados son exportadores netos de alimentos. Los OMG sólo van a agravar el problema. Además, son muchos los informes que desmienten que los transgénicos sean más productivos que los cultivos convencionales. Además, las patentes sobre la vida, gracias a las cuales las multinacionales se apropian del patrimonio genético mundial, impiden a los más pobres acceder a los recursos genéticos. Libertad de elección? La legislación europea sobre etiquetado sigue permitiendo que muchos productos procedentes de OMG no se etiqueten. Desde la llegada a Europa de las primeras cosechas transgénicas norteamericanas, la oposición de los consumidores ha crecido continuamente. La gran mayoría de los consumidores europeos no desea ingerir alimentos que contengan o procedan de OMG. Soja y maíz forman parte de la composición de mas del 60% de los alimentos transformados, desde el chocolate hasta las patatas fritas, pasando por la margarina y los platos preparados. Es preciso exigir a los fabricantes la garantía de trazabilidad de sus productos así como la segregación de los productos transgénicos y convencionales. Además, los OMG entran masivamente en la cadena alimentaria a través de los piensos compuestos. Los ganaderos desconocen las materias primas con las que alimentan a sus animales; los consumidores desconocemos con que han sido alimentados los animales cuyos productos consumimos. No olvidemos las causas y las consecuencias de los escándalos alimentarios de las últimas décadas. Cosecha récord – Hambre récord Una de las grandes promesas de la industria de la ingeniería genética es hacer todo lo posible para que desaparezca el hambre en el mundo. Sin embargo, el caso de Argentina nos lleva a la conclusión contraria. El entusiasmo argentino por los cultivos modificados genéticamente ha sido más enérgico que el de cualquier otro país, a excepción de EEUU. La superficie de soja es hoy el doble de lo que era cuando se introdujeron estos cultivos en 1996; durante ese período la inseguridad alimentaria ha crecido notablemente. Casi la mitad de la población –dieciocho millones de un total de treinta y siete- se encuentra por debajo del umbral de pobreza. Mas allá de que las exportaciones hayan generado cierto crecimiento, bajo un determinado modelo de globalización, la realidad es que cientos de miles de niños y niñas están desnutridos, o en situación de riego. De hecho, millones de personas se van a dormir sin haberse llevado nada a la boca. Argentina es el granero del mundo, el país de la buena carne. Tierra bendecida por la naturaleza con unas condiciones geográficas y climáticas excelentes. Sin lugar a duda, uno de los últimos rincones del planeta en donde uno imaginaria encontrar gente hambrienta. A lo largo de los últimos diez años, cuatro de los mayores cultivos industriales (soja, trigo, girasol y maíz) han ido estableciendo nuevos récords. Como ya se ha dicho, Argentina ha sido muy entusiasta en la adopción de transgénicos, siendo hoy el segundo productor mundial de soja resistente al herbicida Roundup (soja Roundup Ready o soja RR). Desde que este tipo de soja se introdujera en 1996, el tamaño de las cosechas se ha duplicado llegando a casi veintisiete millones de toneladas métricas. La mayor parte de la soja RR argentina se exporta y Monsanto estima que en los últimos tres años la cosecha generó tres mil millones de dólares para el país. A pesar de estas cosechas récord prácticamente la mitad de los argentinos vive en la pobreza. En mayo de 2002, dieciocho millones de personas, casi el 50% de la población, no pueden satisfacer sus necesidades básicas. En un país cuya economía está en crisis y cuyo gobierno no se preocupa por su gente, la consecuencia es que los niños tienen problemas de desarrollo, están desnutridos, y tienen riesgo de daño cerebral. Debido al hambre que padecen, no se pueden concentrar ni en el colegio ni en sus juegos. Muchos adultos pasan hambre habitualmente, con todo el sufrimiento que eso implica. Hay lugares en los que la gente muere de hambre. Los precios del sector alimentario han aumentado más que los del resto de sectores relacionados con el consumo domestico. A su vez, el gobierno y la industria siguen promoviendo una agricultura centrada en la exportación. La seguridad alimentaria de los argentinos no ha sido una prioridad para las autoridades a la hora de fijar metas y políticas para la producción de alimentos para la nación. Promesas vacías (Greenpeace – International Genetic Engineering Campaign – 09/01) La “Declaración de Roma sobre Seguridad Alimentaria” de 1996 y la realidad de hoy Cuando representantes de 186 países (112 jefes de Estado) se reunieron en Roma en 1996, su propósito era asegurar un compromiso político para abordar las cuestiones subyacentes que causan el hambre y malnutrición generalizadas. Ellos mismos se impusieron un objetivo sujeto a plazos, evaluable pero a la vez modesto: reducir el hambre a la mitad para el año 2015: “Nosotros, los jefes de Estado y de Gobierno o nuestros representantes, reunidos en la Cumbre Alimentaria Mundial…, reafirmamos el derecho de todo el mundo a acceder a alimentos seguros y nutritivos, coherente con el derecho a alimentos adecuados y el derecho fundamental de toda persona a no pasar hambre. Dedicaremos nuestra voluntad política y nuestro compromiso común y nacional al empeño de conseguir seguridad alimentaria para todos y a un esfuerzo continuado para erradicar en Hambre en todos los países, con el objetivo inmediato de reducir el número de personas malnutridas a la mitad del actual no más tarde del año 2015”. Estas promesas al mas alto nivel fueron formuladas con siete compromisos, que a su vez estaban reforzados por 27 objetivos específicos y 182 acciones propuestas. Sin embargo a pesar de la abundancia de generosas intenciones, en septiembre de 2000, cuando era hora de evaluar el progreso “pocos, si alguno de los 91 países y 9 organizaciones internacionales…eran capaces de afirmar que habían conseguido un progreso sustancial en poner en práctica sus Compromisos de la Cumbre Alimentaria Mundial. Examinado los compromisos adquiridos, este documento resalta el contraste entre el lenguaje usado entonces y los logros reales hoy, demostrando el escaso apoyo real y el fracaso en combatir el hambre de una manera efectiva. Compromiso Nº 1 – Aseguraremos un entorno político, social y económico posibilitador diseñado para crear las mejores condiciones para la erradicación de la pobreza y para una paz duradera, en el que la participación de hombres y mujeres será total e igual, ya que es el más favorable para conseguir una seguridad alimentaria duradera para todo el mundo. Realidad: La Ayuda Oficial al Desarrollo ha decrecido desde 1990 desde un 0,33% a un 0,22% del PIB de los países de la OCDE para el perjuicio de la mayoría de los países en vías de desarrollo, especialmente los países menos desarrollados en Africa que ahora no reciben casi capital privado. Las ayudas totales en agricultura procedentes de los países desarrollados para los países en vías de desarrollo han caído a menos de la mitad durante los últimos diez años. Esta tendencia continúa. Compromiso Nº 2 – Llevaremos a cabo políticas destinadas a erradicar la pobreza y la desigualdad y a mejorar el acceso físico y económico universal a alimentos suficientes y a su utilización, adecuados nutricionalmente y seguros. Realidad: Se estima que el número real de personas malnutridas en Africa aumentará entre ahora y el año 2015…Los niños, todavía malnutridos a pesar del récord en producción mundial de alimentos…Millones de personas todavía sufren las consecuencias de la deficiencia de nutrientes… Compromiso Nº 3 – Llevaremos a cabo políticas y prácticas sostenibles y participativas en los siguientes ámbitos: alimenticio, agrícola, pesquero, forestal y desarrollo rural. Estas políticas y prácticas, que se desarrollarán en áreas de alto y bajo potencial, son esenciales para conseguir un suministro de alimentos adecuado y fiable a todos los niveles: domestico, nacional, regional y global. Combatiremos las pestes, las sequías y la desertización considerando el carácter multifuncional de la agricultura. Realidad: La tierra se degrada y la agricultura se hace cada vez más intensiva. Alrededor del 85% de la tierra cultivable del Mundo contiene áreas degradadas por la erosión, salinización, compactación, reducción de nutrientes, degradación biológica o contaminación durante los últimos 50 años. Aproximadamente un 34% de la tierra cultivable contiene áreas sólo levemente degradadas; un 43% contiene áreas moderadamente degradadas; y un 9% contiene áreas fuertemente o extremadamente degradadas. El nivel de degradación del suelo nos hace plantearnos preguntas sobre la capacidad a largo plazo de los ecosistemas agrarios de producir alimentos... La agricultura intensiva aumenta su apetito por las sustancias tóxicas…La carencia de sustento en las áreas rurales fuerza un éxodo del campo a la ciudad… Compromiso Nº 4 – Lucharemos para asegurar que las políticas en materia de alimentos, comercio agrícola y comercio en general son favorables a promover la seguridad alimentaria universal mediante un Sistema Comercial Mundial justo y orientado al mercado. Realidad: El Sistema Comercial Mundial está fracasando en su compromiso de repartir lo imprescindible a millones de los más pobres del Mundo… Compromiso Nº 5 – Procuraremos prevenir y estar preparados contra los desastres naturales y las emergencias provocadas por el Hombre y cumplir los requisitos transitorios y de emergencia en un modo que fomente la recuperación, la rehabilitación, el desarrollo y la capacidad de satisfacer necesidades futuras. Realidad: La ayuda en alimentos frecuentemente exacerba la situación en los mercados del Sur ya que esta ayuda se da cuando los precios son bajos para estabilizar los mercados domésticos de los países ricos, no cuando se necesita y los precios son altos. Ello tiene a menudo un efecto extremadamente destructivo en la producción agrícola del Sur… Compromiso Nº 6 – Promoveremos una óptima asignación y uso de las inversiones públicas y privadas para incentivar los recursos humanos, alimentos sostenibles, agricultura, pesca, sistemas forestales y desarrollo rural, en áreas de alto y bajo potencial. Realidad: Los intereses de la deuda externa siguen empequeñeciendo la ayuda total prestada a los países más pobres. Compromiso Nº 7 – Pondremos en práctica, controlaremos y examinaremos con detalle este Plan de Acción a todos los niveles en cooperación con la comunidad internacional. Realidad: Esta falta de atención a la hora de enfrentarse a la inseguridad alimentaria como una cuestión específica ha sido muy evidente en el escenario internacional desde la Cumbre Alimentaria Mundial. La misma desatención de la reducción del Hambre como elemento central en la reducción de la pobreza es evidente en los IDG (Objetivos de Desarrollo Internacional) establecidos por el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional, la ONU y la OCDE, que excluye el objetivo de la Cumbre Alimentaria Mundial de la reducción del hambre de la lista de objetivos de desarrollo específicos y motorizables… Greenpeace exige:
Cuestionamiento Etico de la Biotecnología Las críticas ambientalistas a la biotecnología cuestionan las suposiciones de que la ciencia de la biotecnología está libre de valores y que no puede estar equivocada o mal utilizada, y piden una evaluación ética de la investigación genética y sus productos (Krimsky y Wrubel, 1996). Quienes proponen la biotecnología son considerados como que tienen una visión utilitaria de la naturaleza y favorecen el libre intercambio (trade-off) de las ganancias económicas por el daño ecológico, indiferentes ante las consecuencias para los seres humanos (James, 1997). En el corazón de la crítica están los efectos biotecnológicos sobre las condiciones sociales y económicas y los valores religiosos y morales que conllevan a preguntas como:
También surgen algunas preguntas específicas sobre la naturaleza de la tecnología, en tanto otras cuestionan la dominación de la agenda de investigación agrícola por intereses comerciales. La distribución desigual de los beneficios, los posibles riesgos ambientales y la explotación de los recursos genéticos de las naciones pobres por las ricas demandan algunas interrogantes más profundas:
A fines de los 80, una publicación de Monsanto indicaba que la biotecnología revolucionaría la agricultura en el futuro con productos basados en métodos propios de la naturaleza, haciendo que el sistema agrícola sea más amigable para el medio ambiente y más provechoso para el agricultor (OTA, 1992). Mas aún, se proporcionarían plantas con defensas genéticas autoincorporadas contra insectos y patógenos. Desde entonces, muchos otros han prometido varias otras recompensas que la biotecnología puede brindar a través del mejoramiento de cultivos. El dilema ético es que muchas de estas promesas son infundadas y muchas de las ventajas o beneficios de la biotecnología no han podido o no han sido hechos realidad. Aunque es claro que la biotecnología puede ayudar a mejorar la agricultura, dada su actual orientación, la biotecnología promete mas bien daños al medio ambiente, una mayor industrialización de la agricultura y una intrusión más profunda de intereses privados en al investigación del sector público. Hasta ahora la dominación económica y política de las corporaciones multinacionales en la agenda de desarrollo agrícola ha tenido éxito a expensas de los intereses de los consumidores, campesinos, pequeñas fincas familiares, la vida silvestre y el medio ambiente. Es urgente para la sociedad civil tener una mayor participación en las decisiones tecnológicas para que el dominio que ejercen los intereses corporativos sobre la investigación científica sea balanceado por un control público más estricto. Las organizaciones públicas nacionales e internacionales tales como FAO, CGIAR, etc. tendrán que monitorear y controlar que los conocimientos aplicados no sean propiedad del sector privado para proteger que tal conocimiento continúe en el dominio público para beneficio de las sociedades rurales. Deben desarrollarse regímenes de regulación controlados públicamente y emplearlos para monitorear y evaluar los riesgos sociales y ambientales de los productos de la biotecnología (Webber, 1990). Finalmente, la tendencia hacia una visión reduccionista de la naturaleza y la agricultura promovida por la biotecnología contemporánea debe ser revertida por un enfoque más holístico de la agricultura, para asegurar que las alternativas agroecológicas no sean ignoradas y que sólo se investiguen y desarrollen aspectos biotecnológicos ecológicamente aceptables. Ha llegado el momento de enfrentar efectivamente el reto y la realidad de la ingeniería genética. Como ha sido con los pesticidas, las compañías de biotecnología deben sentir el impacto de los movimientos ambientalistas, laborales y campesinos de modo que reorienten su trabajo para el beneficio de la sociedad y la naturaleza. El futuro de la investigación con base en la biotecnología estará determinado por relaciones de poder y no hay razón para que los agricultores y el público en general, si se le da suficiente poder, no puedan influir en la dirección de la biotecnología cosa que cumpla con las metas de sostenibilidad. |