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PREGUNTAS Y RESPUESTAS. Fuente wikipediaLynn Margulis
Margulis, en su libro Planeta Simbiótico, dice: La simbiogénesis reúne a individuos diferentes para crear entidades más grandes y complejas. Las formas de vida simbiogenéticas son incluso más improbables que sus inverosímiles «progenitores». Los «individuos» permanentemente se fusionan y regulan su reproducción. Generan nuevas poblaciones que se convierten en individuos simbióticos multiunitarios nuevos, los cuales se convierten en «nuevos individuos» en niveles más amplios e inclusivos de integración.
¿En qué forma le facilitó el trabajo a Lynn Margulis los trabajos de Merezhovski?
Javier Sampedro, en su libro: Deconstruyendo a Darwin, dice: Afortunadamente, gracias a la genial bióloga estadounidense Lynn Margulis, hoy tenemos la solución a este desconcertante enigma: una explicación científica mucho más sensata, lúcida y creativa que la que se ha empeñado en sostener la ortodoxia neodarwinista durante los últimos 35 años, pese a tener la solución, publicada por Margulis en 1967, literalmente delante de sus narices. La ortodoxia se ha resistido con uñas y dientes —en gran medida sigue resistiéndose— a aceptar la teoría de Margulis por el sencillo hecho de que no encaja con sus prejuicios darwinistas. Pero si usted logra liberarse de ese lastre irracional y anticientífico, verá inmediatamente que la idea de Margulis no sólo es la correcta, sino que está dotada de un luminoso poder explicativo. El modelo de Margulis sobre el origen de la célula eucariota no es gradual, pero no le hace ninguna falta para ser factible. Implica un suceso brusco y altamente creativo, pero también enteramente materialista, ciego y mecánico.
http://www.agenciasinc.es/esl/Entrevistas/Muchas-de-las-cosas-que-nadie-sabe-de-Darwin-han-pasado-en-Chile
La simbiogénesis, tal y como la postula Margulis, lejos de ser complementaria al actual paradigma neodarwiniano, lo contradice abiertamente; incluso implica cierta crítica a diferentes postulados de Darwin como es el gradualismo (también contestado por el equilibrio puntuado). Si el darwinismo es un proceso gradual, los procesos simbiogenéticos lo son bruscos (con lapsos de tiempo breves en relación con las magnitudes que se barajan en el proceso evolutivo de la vida); y si Darwin postulaba ese gradualismo a pesar de la ausencia de evidencias en el registro fósil, argumentando lo incompleto del mismo, Margulis (al igual que Niles Eldredge y Stephen Jay Gould) considera que la ausencia de ese gradualismo en el registro no es por causa de su imperfección —por otra parte el registro se ha ido completando desde los tiempos de Darwin— sino porque los procesos de especiación son procesos puntuales, lo que coincidiría con lo registrado.nota 12 Recalca no obstante que «las revelaciones de gran parte de la ciencia más allá de su siglo, ampliadas por la biología molecular y la paleontología, son completamente coherentes con la intuición de Darwin».19 También contradice la visión de Darwin de una naturaleza estática con recursos limitados en la que las especies y los individuos luchan por encontrar un hueco. Esta se explica por la metáfora de las cuñas, donde se representa a la naturaleza como una superficie limitada que, cuando está completa, al insertar una cuña (una nueva especie o un nuevo individuo) salta desplazada otra. Margulis hace hincapié en la capacidad de la propia vida para modificar el ambiente y generar nuevos recursos.nota 13 En tanto que con el neodarwinismo, teoría respaldada actualmente por la comunidad científica, plantea un choque frontal ya que este mantiene que la novedad biológica proviene de las mutaciones aleatorias (errores genéticos) y la simbiogénesis propone que una gran parte de las características de los organismos proceden de la interacción de estos organismos, principalmente, con bacterias. Para poner un ejemplo de los dos modelos, el neodarwinista y la simbiogénesis, traeremos la evolución del ojo (evolución tan traída y llevada por aquellos que han querido desacreditar el evolucionismo o defenderlo). La explicación neodarwiniana la extraemos de Dawkins: ocurrido un error genético que proporcione al individuo la más mínima ventaja selectiva, la selección natural primaría a ese individuo y su estirpe proliferaría. Más adelante, se daría otra pequeña mejora en el mismo sentido que la anterior, producto de otro error genético, que proporcionaría al individuo otra pequeña ventaja y así sucesivamente hasta llegar al actual estado del órgano de la vista. Podremos «caminar» una gran distancia a través del «espacio animal», y nuestros movimientos serán creíbles siempre que demos pasos lo suficientemente pequeños. [...] Dos o tres características de un ojo «bien diseñado», podrían haberse desarrollado en un solo accidente fortuito. Es el número de partes entrelazadas, todas bien adaptadas para la visión y bien adaptadas entre sí, lo que exige un tipo de explicación especial, más allá de la pura casualidad. La explicación darwinista, por supuesto, implica también al azar, en forma de mutaciones. [...] Todos sabemos, por experiencia personal, que, en las noches oscuras, hay una serie insensiblemente continua de gradaciones que van desde una ceguera total hasta una visión perfecta, y que cada escalón a lo largo de esta serie otorga unos beneficios significativos. Una visión del mundo a través de unos binoculares enfocados y desenfocados de manera progresiva, puede convencernos rápidamente de que hay una serie gradual de calidades en el enfoque, siendo cada paso de esta serie una mejora sobre el anterior. Richard Dawkins, El relojero ciego. La simbiogénesis, en contraposición a esta explicación azarosa de la evolución del ojo, plantea que muchas de las características del órgano de la visión estarían relacionadas con la adquisición de genomas, con la interacción de los organismos con diferentes bacterias y la posterior incorporación de sus genomas al ADN propio del individuo. Relaciones que en principio pudieron ser parasitarias llegaron a ser mutualistas.nota 14 Diferentes bacterias con capacidad fotosensible, presentes y detectables en la naturaleza, pudieron iniciar una relación parasitaria con el individuo infectado y, con el tiempo, este individuo lograría sacar provecho de esa especialidad de su parásito. La selección natural se habría encargado de afinar todo el proceso. Margulis se enfrenta con esta propuesta a la síntesis evolutiva moderna (neodarwinismo), teoría respaldada actualmente por la comunidad científica. En contra de la ortodoxia neodarwiniana, Margulis indica que las mutaciones son en un 99 % dañinas para el organismo, no considerándolas como el origen de las novedades evolutivas como proponen los primeros.nota 15 La simbiogénesis no es aceptada como válida por la mayoría del mundo académico. Actualmente, el neodarwinismo se acepta como válido y su paradigma, que la novedad biológica procede de los errores genéticos y es fijada por la selección natural, lo defienden la mayoría de los biólogos. Ernst Mayr, en el prólogo del libro de Margulis Captando genomas, resaltando la importancia de los procesos simbióticos, niega que los procesos simbióticos sean los actores de las especiaciones, destacando que «no existe indicio alguno de que ninguna de las 10 000 especies de aves o de las 4500 especies de mamíferos se hayan originado por medio de la simbiogénesis» (como tampoco está demostrado que haya surgido ninguna especie como consecuencia de un error genético).nota 16 Además rechaza la apreciación de Margulis según la cual tales procesos simbióticos puedan calificarse de lamarckianos. También, Maynard Smith, en su libro Ocho hitos de la evolución se enfrenta a la visión simbiogenética de Margulis: Lynn Margulis, que presentó las evidencias que persuadieron a los biólogos de que mitocondrias y cloroplastos fueron en otro tiempo simbiontes, ha afirmado a veces que la simbiosis es la fuente principal de novedad evolutiva, y que la selección natural ha sido de importancia menor. Esto es inaceptable. [...] La simbiosis no es una alternativa a la selección natural; más bien es al revés: necesitamos una explicación darwiniana de la simbiosis. John Maynard Smith, Ocho hitos de la evolución20 Cabe señalar que Margulis nunca ha cuestionado la selección natural; por el contrario, la considera necesaria para fijar las relaciones simbióticas. Aunque es difícil encontrar publicadas críticas a su propuesta simbiogenética, esta es rechazada por numerosos especialistas en el campo de la evolución que a día de hoy consideran satisfactorio el paradigma neodarwiniano. Siendo la teoría simbiogenética tan radicalmente contraria a este paradigma, su posible aceptación supondría el fin del neodarwinismo tras cerca de cien años de prevalencia.6 |