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Tema de PSICOLOGÍA. LA INTELIGENCIA. 1. CONCEPTOS DE INTELIGENCIA. Todo el mundo tenemos una idea aproximada de lo que queremos expresar cuando utilizamos el vocablo inteligente, pero no resulta fácil definido en términos científicos. Los teóricos que lo han intentado no han conseguido ponerse de acuerdo sobre una serie de aspectos básicos. Han ofrecido respuestas contradictorias a preguntas del tipo siguiente: ¿existe una inteligencia general o más bien son aptitudes diferenciadas las que la constituyen?, ¿viene la inteligencia determinada mayoritariamente por factores hereditarios o ambientales?, ¿se puede hablar de inteligencia animal? Existen tantas y tan variadas definiciones que resulta tremendamente difícil seleccionar alguna que pudiese alcanzar un amplio grado de aceptación. Así, por ejemplo, Kohler la define como la capacidad especial para adquirir conocimientos nuevos. Stern, el introductor del Cociente de Inteligencia, considera que es la capacidad de adaptar el pensamiento a las necesidades del momento presente. Wenzl llama inteligencia a la capacidad de comprender y establecer significaciones/ relaciones y conexiones de sentido. Frente a la diversidad de significados que reflejan las anteriores sentencias, algunos psicólogos, antes que definida, prefieren destacar ciertos rasgos descriptivos de lo que tradicionalmente suele considerarse como inteligencia. Veamos algunos de ellos:
Ante tal disparidad de criterios, no resulta descabellado plantearse la posibilidad de qué la palabra inteligencia sea claramente polisémica (tener varias significaciones). Por ello, Thorndike destacó tres tipos diferentes de inteligencia: La inteligencia práctica, la conceptual o abstracta y la social. De esa manera, por ejemplo, una persona puede poseer mucha capacidad para la inteligencia práctica y muy poca para la conceptual, o viceversa. En suma, podemos decir que el concepto de inteligencia engloba un conjunto de aptitudes (aprendizaje, memoria, almacenamiento de información, percepción selectiva, lenguaje, razonamiento, habilidades sociales, etc.) que permite al ser humano adaptarse al mundo que le rodea y solucionar sus problemas con eficacia. 2. TEORÍAS SOBRE LA INTELIGENCIA. 2.1. LAS PRIMERAS INVESTIGACIONES. Durante muchos siglos, el estudio de la inteligencia estuvo reservado a la Filosofía. Pero a finales del siglo XIX, con el nacimiento de la Psicología como saber autónomo, aparecen ya las primeras investigaciones científicas sobre la inteligencia. Como no podía ser de otra manera, esos primeros intentos se vieron influidos notablemente por el darwinismo social. Darwin había demostrado la vigencia de la selección natural en las especies animales, destacando que aquellos seres más capacitados para la adaptación al medio ambiente sobrevivían, mientras que los poco aptos desaparecían. Pronto surgieron teóricos que aplicaron estas teorías biológicas al desarrollo y evolución de las sociedades humanas. Así, decían, la inteligencia era la capacidad de adaptación del ser humano a su medio. Los más aptos, es decir, los más inteligentes, alcanzaban mejor adaptación que los poco inteligentes. De esa manera, se explicaban las diferencias intelectuales entre las personas. A la vez, se justificaba el orden social imperante, argumentado que la existencia de ricos y poderosos no obedecía a razones económicas de explotación de una clase sobre otra, sino a que sus niveles de inteligencia eran claramente superiores a los de las clases pobres. El mismo argumento servía para justificar el dominio de la raza blanca sobre las demás o el de unos países sobre los otros. Esas teorías erróneas influyeron en Galton, primo de Darwin, al que puede considerarse como el primer investigador moderno de la inteligencia. Creía que ésta se asentaba sobre una base genética, siendo prácticamente nula la influencia de los aprendizajes y la educación en la capacidad intelectual de las personas. Supuso que la inteligencia estaba directamente relacionada con la rapidez mostrada por un individuo en la ejecución de ciertas tareas. Para comprobar esa hipótesis experimentalmente, ideó pruebas, sin embargo, los frutos apetecidos, ya que fue incapaz de demostrar esa correlación. A principios de siglo, cambió la línea de investigación sobre la inteligencia. El tema central siguió siendo la explicación de las diferencias individuales, pero abordado ahora desde una nueva perspectiva: la creación de técnicas y pruebas que pudieran dar cuenta de tales diferencias. Aparecen así, con Binet y Simon, los que entonces se denominaron tests mentales. La aceptación que obtuvieron, sobre todo en la predicción del éxito educativo o laboral, provocó que la investigación se decantara totalmente por el perfeccionamiento de los tests, abandonando el estudio de los procesos mentales. EL DARWINISMO SOCIAL. Las teorías de Darwin no sólo influyeron en las ciencias biológicas, sino también en la Historia, la Antropología o la Sociología. Dentro de estas últimas aparecieron algunos pensadores que explicaban la Historia como un proceso de lucha por la supervivencia, donde los más fuertes e inteligentes se imponían a los más débiles. Sin lugar a dudas cometieron un grave error al interpretar la evolución histórica sin tener en cuenta la selección cultural, es decir, el hecho de que el ser humano es capaz de alterar en gran medida la propia selección natural mediante sus acciones sobre el medio ambiente. Este tipo de teorías recibió el nombre de darwinismo social, y se pretendió justificar con ellas fenómenos como el colonialismo, el racismo o la misma desigualdad social. 2.2. TEORÍAS FACTORIALES. El auge de la Psicometría (medición de capacidades psíquicas mediante tests) propició la aparición de numerosas teorías que intentaban analizar los componentes implicados en la actividad intelectual. Pronto se extendió el uso de un nuevo método, llamado análisis factorial, a través del cual se pretendía determinar el número y la naturaleza de los factores actuantes en el rendimiento intelectual de las personas. En 1927 Spearman dio a conocer su famosa teoría sobre la inteligencia, a la que pronto se bautizó como teoría de los dos factores, o teoría bifactorial. Según ella, existe una inteligencia general, denominada g, que se caracteriza por estar presente en todos los procesos intelectuales llevados a cabo por los seres humanos. Además de la inteligencia general, existe otro factor específico, el denominado factor s, responsable de la habilidad necesaria para la realización de una tarea concreta. Este último posee una función puramente complementaria, siendo el factor g el más importante. En la actualidad, la mayor parte de los especialistas se decanta por Teorías multifactoriales, es decir, la inteligencia se compone de numerosas aptitudes lo suficientemente diferenciadas y relativamente independientes entre sí. El primero en proponer un modelo semejante fue Thurstone, quien, a partir e estudios sobre datos obtenidos con numerosas variables, aisló los siguientes factores de la inteligencia:
Tras él, numerosos psicólogos (Guilford, Vernon, Burt...) propusieron modelos multifactoriales de la inteligencia. Sin embargo, la obsesión de este tipo de teoría por las técnicas psicométricas hizo que el esfuerzo dedicado a desvelar los procesos mentales de la inteligencia fuese escaso. Al amparo de las corrientes cognitivas, algunos psicólogos emprendieron un nuevo camino. LA INTELIGENCIA GENERAL. Aunque muchos autores no admiten en la actualidad la diferenciación entre inteligencia general e inteligencia específica, otros muchos siguen creyendo en su existencia. De hecho se han realizado diversos estudios sobre variables biológicas y ambientales que puedan afectarla. Algunas conclusiones de estos estudios han sido: No existen diferencias entre los sexos en cuanto a la inteligencia general; Una vez alcanzado el desarrollo íntegro de la inteligencia general, comienza a disminuir levemente con el paso del tiempo; Las capacidades de la inteligencia general serían' básicamente heredadas, influyendo en muy escasa medida el ambiente sociocultural. 2.3. TEORÍAS COGNITIVAS. Inspirándose en los estudios de Piaget y en las investigaciones sobre procesamiento de la información (lenguajes lógicos, planificación de los ordenadores, sistemas de almacenamiento de la memoria humana, etc.), los enfoques cognitivos han propuesto nuevos modelos de la inteligencia. Proponen una nueva perspectiva para explicar los mecanismos funcionales de la inteligencia: según ellos, ser inteligente significa ser capaz de comprender. En contraposición a las teorías factoriales, los enfoques cognitivos no se preocupan por idear técnicas que midan capacidades, ya que para ellos la inteligencia participa en otras áreas no directamente relacionadas con las puras habilidades académicas. En la comprensión, entendida como resultado global de la inteligencia, influyen factores cognitivos no cuantificables, tales como esquemas, estructuras mentales, expectativas, motivaciones. Veamos brevemente un modelo que adopta este tipo de enfoque.
En suma, estos enfoques intentan analizar la inteligencia desde el marco global de la comprensión. Es decir, cada persona comprende el mundo (interior y exterior) adaptándolo a sus particulares estructuras cognitivas, entre las que se encuentran sus propias expectativas, creencias y metas. INTELIGENCIA PRÁCTICA. En la inteligencia práctica o social hay tres tipos de acciones: 1) La adaptación ambiental se refiere a destrezas en la adaptación a los ambientes que son relativas a cada cultura. Por ej., en EEUU para ser eficiente se precisa ser puntual; en Venezuela se puede ser eficiente aunque se sea impuntual...; 2) La selección ambiental alude a la capacidad para seleccionar ambientes convenientes; 3) El dar forma al medio se emplea cuando fracasan la adaptación y es prematuro seleccionar un nuevo ambiente (los líderes serían un buen exponente al respecto). SUPERDOTACIÓN Y TALENTO. A partir de un CI superior a 140 se puede plantear la posibilidad de que estemos ante un caso de talento y/o de superdotación. Estos conceptos no son sinónimos. Superdotado: se dice que una persona es superdotada cuando presenta un nivel de rendimiento intelectual superior en una gama amplia de aptitudes, capacidades, etc., y aprende con facilidad en cualquier área. Talentoso: las personas con talento tienen habilidades específicas en área muy concretas. Así, se puede identificar talento matemático, talento académico, talento artístico, talento musical, talento motriz, talento creativo, etc. La superdotación se relaciona con la competencia general, en oposición con el talento, que sea asocia con capacidades específicas. Actualmente se acepta que el CI no siempre define a una persona con talento o superdotada. Hay que considerar la existencia de otros factores, la existencia de una creatividad elevada y un alto grado de motivación y dedicación a las tareas 3. LOS TESTS DE INTELIGENCIA. 3.1. Características generales. Un test de inteligencia es una prueba diseñada para medir aptitudes, conocimientos y capacidades del individuo. Consta de un conjunto de preguntas o ejercicios para todos los sujetos, llamados items, cuya función es determinar cuantitativamente los conocimientos o destrezas. El test se evalúa por comparación: se compara la puntuación de un individuo específico con la de un grupo de sujetos que ha sido sometido a la misma prueba. Generalmente, los items se disponen en un orden de dificultad creciente. Para que un test sea eficaz deberá reunir una serie de características. Las más importantes son:
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![]() | «la inteligencia es la capacidad de adquirir capacidad», de Woodrow, o «la inteligencia es lo que miden los test de inteligencia»,... | ![]() | «la inteligencia es la capacidad de adquirir capacidad», de Woodrow, o «la inteligencia es lo que miden los test de inteligencia»,... |
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