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a su víctima. En cierto contraste con lo que el experiment ador había esperado al principio, ninguno de los cuarenta sujetos se detuvo antes del nivel p shock 300, en que la víctima empezaba a patear la pared y ya no respondí a las preguntaí de elección múltiple del maestro. Sólo cinco de ls cuarenta sujetos se negaron a obedecer a las órdenes del experiment ador más allá del nivel de 300 voltios; otros cuatro administra ron un toque más, dos se interrumpi eron en el nivel de los 330 voltios y uno en los 345, otro en los 360 y otro más en los 375. Así pues, un total de catorce sujetos (= 35%) desobedeci eron al experiment ador. Los sujetos "obediente s" con frecuencia lo hacían con gran tensión ... y daban muestras de temor semejantes a las de quienes desobedeci eron al experiment ador; pero obedecían. Después de aplicados los toques máximos y detener el proceso el experiment ador, muchos sujetos obedientes suspiraban con alivio, se enjugaban las cejas, se frotaban los ojos con los dedos o buscaban nerviosam ente un cigarrillo. Algunos agitaban la cabeza, al parecer arrepen tidos. Otros haban estado calmados durante todo el experiment o y dieron señales mínimas de tensión de principio a fin. Al estdiar el experiment o, el autor declara que dio dos resultados sor prendentes : Ei prier descubrimi ento es a fuerza cabal de las tendencias obedientes que se manifesó n esta situación. Los sujetos han aprendido desde la infancia que e una faa fundament a contra la moral dañar a otra persona contra su vountad. Pero 26 sujetos abandonan ese principio siguiendo w instruccion es de una autoridad que no tiene ningún poder especial con poner en vigor sus rdenes . . . El segundo efecto no previsto fue extraordin aria tensión creada por os procedimie ntos. Uno podría supone que un sujeto sencillame nte suspenderí a su intervenció n o seguiría cone según le dictara su conciencia . Pero eso está muy lejos de haber sucedí Hubo fuertes reacciones de tensión y de esfuerzo emocional. Relato observador : "Vi llegar al laboratorio , sonriente y confiado, a un hombre negocios, inicialment e sereno. A los 20 minutos estaba hecho un gín crispado y babuciente , que rápidament e se acercaba al colapso iler No dejaba de tironear el lóbulo de su oreja y se retorcía las nianos. un momento en que se llevó el puño a ia frente y musitó: " ¡Dios mi ' MBIENT ALISTAS Y CONDUC TISTAS 65 (oi " Pero seguía obedecie ndo a cada palabra del experime ntador "ió asta el fmal" . yperimen to es ciertamen te muy interesant e . . . como examen no . jg obedienci a y conformi dad, sino también de crueldad y destructiv i, , (i parece simular una situación que ha sucedido en la vida rea: la a la culpabilid ad de los milites que se condujero n en forma extremad aente cruel y destructor a por órdenes (o lo que ellos tales creían) de sus superiore s, que ejecutaro n sin hacer una pregunta. Es también la historia de los generales alemanes sentencia dos en Nurembe rg como criminale s de guerra; ¿o tal vez la de teniente Caiey y algunos de sus subordina dos en Vietnam ? Creo que este experime nto permite cualquier conclusió n en relación con muchas situacion es de la vida real. El psicólogo no era sólo una autodad .a .quien se debe obedenci a sino un represent ante de la ciencia y euna de las institucio nes educativa s superiore s de mayor prestigio en los sgs(fts.,. Ünidos, Tomando en cuenta que la ciencia suele tenerse por el valor máximo de la sociedad industria] contempo ránea, es muy difíci para la persona común y corriente creer que las órdenes de la ciencia puedan ser torpes o inmorales . Si el Señor no hubiera dicho a Abraham que no matara a su hijo, Abraham lo hubiera matado, como millones de padres que practicaro n en la historia el sacrificio de los infantes. Para el creyente, ni Dios ni su equivalen te moderno la Ciencia pueden mandar nada equivoca do. oresta razón, más otras menciona das porMilgr am, el alto grado de obedienci a no es mas sorprende nte que e] 35% del grupo que en determina do momento se negó a obedecer; en realidad, sta desobedie ncia de más de un terco podría considera rse más sorprende nte ... y alentador a. ta"0 P15 que Parece igualment e injustifica da: el que hubiera" Elson El experime ntador esperaba que "un sujeto sencillam ente pendena su intervenci ón o seguiría con ella según le dictara su de la1"11 ' ¿ES verdadera mente así io resuelve la gente los conflictos homb arla .¿No es precisam ente peculiar del modo de funcionar del es ¿e e y suyael que intente no hacer frente a esos conflictos ; coicialr' que no escoge entre o que ansia hacer por Prime0 y 10 su onciencia !e prohibe El caso es que onflicro conclenci a del conficto mediante la racionaliz ación, y el tigosa se manifiest a só10 inconscie ntemente en una mayor tensión olos'su1 s neurótico s 0 sentirse culpale por razones erróneas. En --- En tos se conducen con toda normalid ad. gram s?e punto se psentan algunas otras cuestione s interesant es. Pcuent01 que slls suletcs están en una situación de conflicto porque rmasT entre la espada d¿ la a la uoridad y la pared de nras; onducta aprendida -- desde la infancia: no hacer daño a los I 66 INSTINTI VISMO, CONDUC TISMO y PSICOAN ÁL ¿Es así en verdad? ¿Hemos aprendido realmente a "no hacer d ~ los demás"? Tal vez sea eso lo que les dicen a los niños en el catee' oa | Pero en la escuela realista de la vida, aprenden que deben buscar su n ventaja aun en detriment o de los demás. Parece que en eso el conflict es tan grave como cree Milgram. r10 i Creo que el descubri miento más important e del estudio de Mileram j la pujanza de las reaccione s contra el comporta miento cruel. Cierto esaes '": 65% de los sujetos podrían ser "condicio nados" para conducirs e cruelmee te, pero en la mayoría de ellos se patentizó una clara reacción ñ indignaci ón u horror contra ese comporta miento sádico. Por desgracia \ I autor no proporcio na datos precisos sobre el número de "sujetos" que i mantuvie ron calmados durante todo el experime nto. Sería sumamen te interesant e saber más de ellos para comprend er el comporta miento ;i humano. Al parecer, había en ellos poca o ninguna oposición a los crueles i;! actos que estaban ejecutand o. Habría ahora que preguntar se por qué. Una i respuesta posible es que gozaban haciendo sufrir a los demás y no sentían |' remordim iento al estar su comporta miento sancionad o por la autoridad . :|i Otra posibilida d es que fueran personas tan enajenada s o narcisista s que estaban aisladas respecto de lo que podían sentir las otras personas; o tal vez fueran "psicópat as", sin ningún género de reacción moral. En cuanto a 1! aquellos en que se manifestó el conflicto en diversos síntomas de tensión fatigante y ansiedad, debe suponerse que eran personas desprovis tas de carácter sádico o destructor . (Si hubiéram os emprendi do una entrevista en J profundid ad, hubiéram os visto las diferencia s de carácter e incluso hubiéraj mos podido hacer un docto cálculo acerca de cómo se comporta rían las :' personas. ) El resultado principal del estudio de Milgram parece ser uno en que él no insiste: la presencia en muchos sujetos de la concienci a, y el dolor cuando la obedienci a los hacía obrar contra su concienci a. Y así, mientras el experime nto puede interpreta rse como una prueba más de la fácil deshuma nización del hombre, las reaccione s de los suetos más bien prueban lo contrario: la presencia dentro de ellos de fuerzas intensas a las que resulta intolerabl e el comporta miento cruel. Esto seala un important modo de enfocar el estudio de la crueldad en la vida real: considera r :, solament e el comporta miento cruel sino también la concienci a de culpabi\ lidad -a menudo inconscie nte- de quienes obedecen a la autoridad . (LOS | nazis hubieron de recurrir a un complica do sistema de enmascar amiento de i I las atrocidad es para habérsela s con la concienci a del hombre común.) E I experime nto de Milgram es un buen ejemplo de la diferencia entre los i aspectos conscient es e inconscie ntes del comporta miento, aunque no se haya empleado para explorar esa diferencia . !, Otro experime nto es particular mente indicado aquí porque trata i directame nte el problema de las causas de la crueldad. i El primer informe de este experime nto se publicó en un breve trabaj BIENTAL ISTASYC ONDUCTI STAS 67 7mbardo, 1972) que, como me escribió su autor, es un resumen de ' f me oral presentad o ante una subcomis ión del Congreso para la un in ° e ¡s prisiones. A causa de la brevedad del trabajo, el doctor rio no lo considera una base justa para una crítica de su obra: Bn a su deseo, aunque sintiéndol o mucho, ya que hay algunas atlen ancias, que me hubiera gustado señalar, entre él y el trabajo alsc ' (( Haney, C. Banks y P. Zimbardo , en prensa.)1 1 Menciona ré is revement e su primer trabajo en relación con dos puntos cruciales: a] f0 titud de los guardiane s y b], la tesis central de los autores. F nropósito del experime ntador era estudiar el comporta miento de i nersonas normales en una situación particular : la de desempeñ ar el i g presos y el de guardiane s respectiv amente en un "simulacr o de misión". La tesis general que creen los autores demostra da por el experime nto es que a muchas personas, quizá la mayoría, se les puede obligar a hacer casi cualquier cosa por la fuerza de la situación en que se les ponga, independi entement e de su moral, sus conviccio nes personale s y su escala de valores (P. H. G. Zimbardo , 1972); más concreta mente, que en este experime nto la situación carcelaria transform aba a la mayoría de los sujetos que hacían el papel de "guardian es" en bestias sádicas y a la mayoría de los que hacían el papel de presos en personas abyectas, espantada s y sumisas, y que algunos presentar on síntomas mentales tan graves que hubo de dárseles soltura a los pocos días. De hecho, las reaccione s de ambos grupos fueron tan intensas que el experime nto, que debía haber durado dos semanas, se interrump ió a los seis días. Dudo de que este experime nto probara la tesis de los conductis tas y expondré las razones de mis dudas. Pero primeram ente debo dar a conocer a los lectores los detalles del mismo tal y como se presentan en el segundo informe. Unos estudiant es se ofreciero n en respuesta a un anuncio en el periódico que pedía voluntari os varones para participar en un estudio psicológi co sobre la vida en las prisiones, a cambio de un pago de 15.00 dolares diarios. famüis llenal un extenso cuestiona rio relativo a sus anteceden tes sus nr es su usona sanitaria física y mental, su experienc ia anterior y (üiclus penslones entales en relación con las fuentes de la psicopato logia ba el cu s P1110 en algn delito). Cada respondie nte que terminaP erim slonano bre los anteceden tes era entrevista do por uno de dos estables rfauores" almente, los 24 sujetos que fueron juzgados más nporta ca ntalmente ), más maduros y menos envueltos en tudio S len0 antisocial fueron seleccion ados para participar en el "euardian e 0 a y la mitad de los sujetos recibiero n el papel de dlles y la otra mitad el de "presos". ajo conjurocu and0 se apwtL otra cosa, las citas siguientes están tomadas del cuyo original tuvo la amabilidad de enviarme el doctor Zimbardo. 68 1NSTINTI VISMO, CONDUC TISMO Y PSICOAN ÁLKi A los suetos escogidos "se les administró toda una colección de test psicológic os el día antes de iniciarse el simulcro, pero para evitar n s deformaci ón selectiva de parte de los observador es experiment adores se tabularon los resultados sino cuando el estudio estaba completo". Se0 los autores, habían selecciona do una muestra de individuos que no apartaban de la gama normal de la población y no daban muestras d predisposi ción sádica ni masoquista . La "prisión" estaba construida en una sección de 10.5 m de un corredor de los sótanos en el edificio de psicología de la Universida d de Stanford. Se les dijo a todos los sujetos que se les atribuiría el papel de guardián o de preso estrictame nte al azar y que todos habían convenido voluntaria mente en desempeña r uno u otro papel por 15.00 dólares diarios hasta dos semanas. Firmaron un contrato en que se les garantizab a una dieta mínima adecuada, ropa, alojamient o y atención médica así como remuneraci ón económica en pago de la "intención " que declaraban de servir en el papel atribuido por la duración del estudio. Se especificó en el contrato que quienes hubieran recibido el papel de presos deberían estar vigilados (con poca |
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![]() | «descubrieron» los teósofos. Por entonces había declarado que «la Verdad no puede ser organizada», renunciando a las propiedades... | ![]() | |
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