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Lorenz y otros aican en s haber confundi do los dos tipos de pulsión: la que radica en istilitivis radica en el carácter. Una persona sádica que espera la fíSW suele suceder, de expresar su sadismo, parece concordar con oCoB, dráulico del instinto acumulad o. Pero sólo las personas de ° sádico esperan la ocasión de portarse sádicame nte, de igual manera * nersonas de carácter afectuoso esperan la ocasión de manifesta r su afect ANTECE DENTES POLÍTIC OS Y SOCIALE S DE AMBAS TEORÍAS "' Es instructi vo examinar con cierto detenimie nto los anteceden tes sociales y poticos de la guerra entre ambiental istas y conductis tas. La teoría ambiental ista se caracteriz a por el espíritu de la revolució n política de la clase media en el siglo XVI11 contra los privilegio s feudales. El feudalism o se había basado en el supueso de que su orden era natural; en la batalla contra este orden "natural", que la clase media quería derribar, había tendencia a llegar a la teoría de que la condición de una persona no dependía para nada de factores innatos o naturales sino enterame nte de convenio s sociales, cuyo mejorami ento realizaría la revolució n. Ningún vicio ni estupidez había de explicars e como propio de la misma naturalez a humana, sino de la mala o defectuos a organizac ión de la sociedad; de ahí que nada se opusiera a un optimism o absoluto en cuanto al porvenir del hombre. Mientras la teoría ambiental ista o del medio estaa así estrecha mente "aionada con las esperanza s revolucio narias de la clase media naciente en slo xviii, el movimen to instintivis ta basado en las enseñanz as de Mwln fleja la asunción básica del capitalis mo decimonó nico. El capita- 0 ma en que la armonía se crea por la competen cia despiadad a Que 1 kos os o parecería un orden natural si se pudiera probar pia, "re, fenómeno el más complejo y notable, es producto de ladesnipe ticion entre todos los seres vivos desde que apareció la vida. hasta el hclon e os seres vlvos desde los organism os monocelu lares el me, °nibre sería el ejemplo más estupend o de la libre empresa, en que stem ganal)a Por a competen cia y los no aptos para la supervive ncia en a conomico en progreso eran eliminado s.6 c ani histórica no tiene nada que ver con la validez de la teoría Peacion nque tal vez sí con el desdén por agunos hechos, como ei papel de la on la populariza ción de la teoría. 88 INSTINTI VISMO, CONDUC TISMO Y PSCOAM A I isis j Las razones para la victoriosa revolución antiinstinti vista acaí di por K. Dunlap, Zing Yang Kuo y L. Bernard en la década de 19n pueden verse en la diferencia entre el capitalism o del siglo XX v el de Sólo mencionar é unos cuantos puntos de diferencia que hacen al ca capitaliso del XIX era de feroz competenc ia entre los capitali condujo a la eliminació n de los más débiles e ineficiente s de ellos p capitalism o del siglo XX, el elemento competenc ia ha cedido ago en f de la cooperació n entre las grandes empresas. Entonces ya no se necesit la prueba de que la competenc ia feroz correspond ía a una lev dp l naturaleza. Otro punto de diferencia importante está en el cambio a métodos de mando. En el capitalism o decimonón ico, el poder se basaba gran parte en el eercicio de principios patriarcale s estrictos, apoad moralment e por la autoridad de Dios y del rey. El capitalism o cibernético con sus empresas centralizad as gigantesca s y su capacidad de dar a Tos trabajadore s pan y entretenim iento, puede dominar por la manipulaci ón psicológic a y la ingeniería humana. Necesita un hombre muy maleable fácil de influenciar , no uno cuyos "instintos" se controlen mediante el temor a la autoridad. Finalmente , la sociedad industrial contempor ánea ve el objeto de la vida de modo diferente que la delsiglo pasado. Entonces era el ideal -al menos para la clase media- la independe ncia, la iniciativa privada, el "ser yo el capitán de mi barco". Pero la visión contempor ánea es de consumo ilimitado y de poder ilimitado sobre la naturaleza. LOS[ hombres se inflaman con el sueño de llegar un día a dominar la naturalezaj por completo y ser, pues, como Dios; ¿por qué, entonces, no podríanj dominar totalmente la naturaleza humana. Pero si el conductis mo expresa el talante del industrialis mo decimo nónico, ¿cómo explicar el renacer el instintivis mo en las obras de Lorenzy su popularida d entre el público en general? Como he señalado, una de las razones es el sentimient o de temor y desesperan za que se apodera de mucha gente al ver que los peligros no cesan de aumentar y que no se hace nada por evitarlos. Muchos que tenían fe en el progreso y habían esperado que el destino de la humanidad cambiara radicalmen te, en lugar de analiz con todo cuidado los procesos sociales que han causado su decepción se están refugiando en la explicació n de que la responsabl e de ese fracaso es naturaleza del hombre. Finalmente , están también las tendencias person les y políticas de los autores que se han convertido en portavoces nuevo instintivis mo. ,. Algunos escritores de este campo sólo tienen una vaga idea de implicacio nes políticas y filosóficas de sus teorías respectivas . lamp han merecido mucha atención de los comentaris tas de esas teoría relaciones de ese tipo. Pero hay excepcione s. N. Pastore (194)) comp las opiniones sociopolíti cas de veinticuatr o psicólogos , biólogos y soc gos en relación con el problema de naturaleza y alimentaci ón. En . doce "lierales" o radicales, once eran amientaist as y uno heredta TIVISMO Y CONDUC TISMO: DIFEREN CIAS Y SEMEJA NZAS 89 los doce "conservad ores", once eran hereditarist as y uno ambientali sentre onsiderand o el pequeño número de personas comparada s, el resulta es muy revelador ntros autores tienen conciencia de las implicacio nes emocional es, pero ñor lo general de las hipótesis de sus contrarios exclusiva mente. Un caslejempl o de esta conciencia parcial es lo que declara uno de los sentantes más distinguid os del psicoanális is ortodoxo, R. Waelder: IÁ refiero a un grupo de críticos que fueron marxistas declarados o por lo enos pertenecía n a esa rama de la tradición liberal occidental de que fue 'ttaeo el propio marxismo, o sea esa escuela de pensamien to que creía aoasionada mente que el hombre es "bueno" por naturaleza y que cualesouie ra males y dolencias que se adviertan en los asuntos humanos, se deben a las institucion es corrompid as . . . quizá a la institución de la propiedad privada o, en una versión más reciente y moderada, a la llamada "cultura neurótica" . . . Pero ya sea evolucioni sta o revolucion ario, moderado o radical, o de vía estrecha, nadie de los que creen en la bondad del hombre y en la responsabi lidad exclusiva de las causas extemas para el sufrimient o humano podía evitar que le conturbara la teoría de un instinto de destrucció n o de muerte. Porque si esta teora es cierta, las potencialid ades de conflicto y padecimie nto son inherentes a las cosas humanas y los intentos de abolir o mitigar el sufrimient o parecen si no empresas desesperad as, por lo menos mucho más complicad as de lo que se imaginaran los revolucion arios sociales. (R. Waelder, 1956.) Aunque las observacio nes de Waelder son penetrante s, es notable el que solo vea las deformaci ones tendencios as de los antiinstinti vistas y no las de quienes comparten su propia posición. -,-,-,¿F j""-"'' EL MODO PSICOA NALÍTIC O DE COMPR ENDER LA AíIRESI ÓN ¿Ofrece el psícoanál ísis un método para entender la agresión que evite los defectos tanto del modo de ver conductis ta como del instintivis ta? A 1 primera vista, parece como que el psicoanál isis no únicamen te ha evitado ! esos defectos sino que en realidad está afligido de una combinac ión de ' i, ''p unos y otros. La doctrina psicoanal ista es al mismo tiempo instintivis tat en ¡ ÍÍ sus conceptos teórícos generales y ambiental ista en su orientaeió n terapéutic a. Es demasiad o conocido para necesitar justificaci ón el hecho de que la teoría freudiana 2 es instintivis ta y explíca el comporta miento humano . á t como consecue ncia de la lucha entre el instinto de la autoconse rvaeión y el ú , instinto sexual (y en su teoría posterior entre el instinto de vida y el de muerte). 'También puede reconocer se fácilment e el sistema ambiental ista si i '';,;= se considera que la terapia analítiea intenta explicar la evolución de una r ' -, persona por medio de la constelaci ón ambiental específica de la infancia, o ; 4 sea el influjo de la família. Pero este aspecto se concilia con el instintivis rno ñ supor.ien do que la influencia modifica dora deI medio ambiente se produce c f ,; por medio de la influencia de la estructura libidinosa . ( Pero en la práctica los pacientes, el público y con frecuenci a los I ' mísmos analistas sólo reconoce n de labios afuera las vicisitude s específica s I `', de los instintos sexuales (muy a menudo estas vicisitude s se reconstitu yen `s i i sobre la base de "pruebas" que en sí suelen ser una construcc ión basada en el sistema de las expectací ones teórieas) y adoptan una posición totalmeni y , te ambiental ista. Es su axiorna que todo fenómezz o negativo en el paciente ha de entenders e como resultado de influencia s dañinas en 1a primera infancia. Esto ha llevado a veces a una autoacusa ción irracional por parte de los padres, que se sienten culpables de cualquier rasgo patológic o 0 u!,l ' indeseabl e aparecido en el niño después del nacimient o, y a una tendencia de las personas en análi.sis a echar la culpa de todos sus problema s a los ; I ; padres y a evitar el enfrenta miento con el problema de su propia rsponsabi lidad. w A la vista de todo esto parecería legítimo que los psicólogo s clasifica1 4' , i , l. Freud emplea la palabra Trieb, que suele traducirse por "instinto" y se refiere al instinto en un sentido amplio, como una pulsión radicada somática mente. un comporta miento consumat orio impulsor pero no estrictam ente determina nte. 2. En el apéndice se hallará un análisis detallado del desarrollo de la teoría freudiana de agresión. `j ' J(r) i 1901 r`.,, EL MODO PSICOA NALÍTIC O DE COMPR ENDER LA AGRESI ÓN 91 ran el psicoanál isis en tanto que teoriá en la categoría de las teorías instintivis tas, y así su argument ación contra Lorenz es eo ipso una argument ación contra el psicoanál isis. Pero aquí se necesita cautela. Se trata de averiguar cómo debe definirse el psicoanál isis. ¿Es la surna total de las teorías de Freud o podemos distinguir entre las partes originales y creadoras de su sistema por una parte y las accidenta les y condicion adas por el tiempo por la otra, distinción que puede hacerse en la obra de todos los grandes pioneros de1 pensamie nto? Si es legítima esta distinción , debemos preguntar nos si la teoría de la libido pertenece al meollo de la obra freudiana o si es sólo la forma en que organizó sus nuevas ideas, porque no había otro modo de pensar y expresar sus fundamen tales descubri mientos, dado su medio filosófico y científico . (E. Fromm, 1970a.) Freud nunca dijo que Ia teoría de la libido fuera una certidum bre científica. La Ilamaba "nuestra mitología " y la remplazó por la teoría de los "instintos " de Eros y de muerte. Es igualment e significati vo que definiera el psicoanál isis como una teoría basada en la resistenci a y la tferen_ci _a -y por omisión, no en la teoría de la libido. Pero tal vez más important e que las propias declaraci ones de Freud sea tener presente lo que dio a sus descubri mientos su singular importan cia histórica. Segurame nte no pudo haber sido la teoría instintivis ta en sí, porque Ias teorías del instin o habían sido ya muy conocidas desde el siglo XIX. El que él aislara el instnto ,rexual como fuente de todas las pasiones' (aparte del instinto dé autoconse rvación) era, naturalme nte, nuevo y revolucio nario en una época todavía regida por la moral de la clase media victoriana . Pero incluso esta versión especial de la teoría de los instintos probable mente no hubiera producid o un impacto tan fuerte y duradero. Yo creo que lo que dio a Freud su importan cia histórica fue el descubri- miento de los procesos inconscie ntes, no filosófica ni especulat ma smo émp_írica rílente, omó lo deniosi"ó éñ |
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![]() | «descubrieron» los teósofos. Por entonces había declarado que «la Verdad no puede ser organizada», renunciando a las propiedades... | ![]() | |
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