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o sea todos los que tienen por efecto el dafio o la destrucción de un objeto inanimado, una planta, un animal o una persona humana- , entonces, naturalmente, la cualidad del impulso que mueve al acto nocivo importa muy poco. Si los actos destinados a destruir, los ac tos destinados a proteger y los actos destinados a construir se designan con la misma palabra, ciertamente no hay esperanza de entender su "causa"; no tienen causa común porque son fenómenos enteramente diferentes y nos hallamos en una posición teóricamente desesperada si querernos hallar la causa de la "agresión"'.' Tomemos por ejemplo a Lorenz; su concepto de agresión es originalmente el de un impulso biológ1 cirnrite adaptativo, desarrollado por evolución, que sirve para la supervivencia del individuo y de la especie. Pero como ha aplicado también el nombre de "agresión" al vehemente anhelo pasiones de derramar sangre y la crueldad, la conclusión es que todas esas irracionai¿s son también innatas, y dado que se entiende que causa las guerras el placer de matar, la conclusión ulterior es que las guerras se deben a una tendencia destructiva innata de la naturaleza humana. La palabra 11 agresión- sirve de cómodo puente para comunicar biológicamente la,agresión adaptativa (que no es mala) con la del-t-ructivi-dad humana, que ciertamente lo es. El meollo de este tipo de "razonamiento- es: 1. Debería observarse sin embargo que Freud no dejaba de darse cuenta de esas diferencias. (C17. el apéndice.) Además, en el caso de Freud, el motivo subyacente para su terminología es difícil de hallar en una orientación conductista; es más probable que se contentara con seguir el uso establecido y además prefiriera emplear los vocablos m ás generales con el fin de acomodarlos a sus propias categorías generales, como la del instinto de muerte. [141 TERMINOLOGIA 15 Agresión biol6gicamente adaptativa innata Destructividad y crueldad agresi .on Ergo: De9tnactividad y crueldad innata. Que es lo que se trataba de demostrar. En esta obra he empleado la palabra( 11 agresión" para la agresión defen- siva, reactiva, que he incluido en la "agresion nigna", pero llamoV'descrueldad a la propension específicamente humana a tructividad" y \cru - de- oder alsoiit-6- (---agresión maligna---). Siempre que he (defrufii Y allánsia e S- - 1 --- - - -- - -- - --- --- - empleado "agresión" por parecerme útil,dentro de determinado contexto distinto de] sentido de agresión defensiva, la he modificado de alguna manera para evitar malos entendimientos. Otro problema de semántica plantea la palabra -él" cuando me refiero a los seres humanos, porque decir a cada paso "él o ella- resultaría pesado. Creo que las palabras son muy importantes, pero que no se debe convertirlas en fetiche e interesarse más en ellas que en lo que expresan. En beneficio de la cuidadosa documentación, las citas dentro de esta obra van acompañadas de la mención del autor y el año de publicación, con el fin de permitir al lector hallar la referencia completa en la bibliografía. Por eso no siempre se dan las fechas, en relación con los datos com o en la cita de Spinoza (1927). !NTRODUCCIóN: LOS INSTINTOS Y LAS PASIONES HUMANAS El aumento de la violencia y la destructividad en escala nacional y mundial Ira llamado la atención de los profesionales y del público en general hacia la averiguación teórica de la tratriraleza y las causas de la agresión. Este interés no es sorprendente; lo sorprendente es el hecho de que la preocupación haya sido tan reciente, sobre todo dado que un investigador de la imporiente talla de 1,reud, revisando su teoría anterior, que giraba en torno al impulso sexual, había ya en los veintes formulado una nueva teoría en que la pasión de destruir (--instinto de nuterte") era considerada de fuerza igual a'í-a pasi`ort-de amar (1 - instinto de vida", ---sexualidad---). Pero el púb lico siguió consij-er'añdo ciTrúcli,ino-'irín'cipa'I't<-,'iente la presentación de la líbido corno pasion central del hombre, contrarrestada tan sólo por el instinto de la autoconservación. Solamente mediados los sesentas cambió esta situación. Una de las razones probables del cambio fue el hecho de haber pasado de cierto límite e¡ nik,el de violencia y, el temor a la guerra en todo el mundo. Pero un factor que contribuyO a ello fue la publicación de varios libros que trataban de la agresión humana, en partictilar Sobre la a,-, r i s i é ) P , : e l p r e t e n J i d o i n a l , d e K o n r a d L o r e n / ( 1 9 6 6 ) . L o r e r i z , c o n o c e d o r d e s c o l l a n t e d e l c a n i p o d e l c u í i i p o r t i m i e i i t i " ñ í i n a l ' y e n p a r t i c u l a r d e ¡ d e p e c e s y a v e s , d e c i d ¡ ¿ ) a v e n t u r a r s e e n u n c a m p o e n q u e t e n í a p o c a e x p e i i e n c i a o c o r r i p e t e n c í a : e l d e l c o i n p o r t a n i ¡ e n l o h u m a n o . A u n q u e h a s i d o r c h a z a d o p o r I n t i c h o s p s i c ó l o g o s y n e u r ó l o g o s , Z a a g r e s i o n r e s i l t ) u n P x i t o d e l i h i c r í a e h i z o p r o f u n d a i n i p r e s i ó n e n l a n i e n t e d e n i , . v a s t o s e c t n i d e l a c o m u n i d a d c u l t a , m u c h O s d e c u y o s c o m p o n e n t e s a c e p t a r o n J a J e L o r e n z C o m o l a s o l u c i ó n d e f i n i t i v a d e l D r o b l e t u a - El éxito popular de las ideas de Loren/ fue grandemenie por la obra anterior de un autor de género muy diferentc: Roberl. Ardrey (Aftican genesis, l 96 1 y The teíritorial iwperatij,,, 1967). No cicanífico 1. Lorenz dio el nombre de "ctología" al estudio del c.,niportanitento animal, y es una terminología peculiar, ya que etolerpía igrufica li!eíaliiie!ite 'la ciencia del cornportaiijiento" (del griego, eMos, "conducta", "norma---), Para referirse al estudio del comportamiento animal Lorenz hubiera debido llamarlo "eLoJogía anjinal---, El que d ijera ciología sin más implica, naturalmente, su idea de que el com porta ni iento humano se ha de comprender dentro del comportamiento animal. Es un hecho interesante el (le que John Stuarl Mill, mucho antes que Lorenz, ncuñara el vocablo ',Ctología- para designar la ciencia del carácier, De querer yo resumir el punto esencial de este libro en pocas, palabras diría que trata de "etoJogía- en el sentido de Mills, no en el de Lorenz. 1161 !N'Fl,01)11('CiúN: LOS INSTINTOS Y LAS PASIONES HUMANAS 1 El aumento de la violencia y la destructividad en escala nacional y rnundial ha llamado la atención de los profesionales y del público en general hacia la averiguación teórica de la naturaleza y las causas de la agresión. Este interés no es sorprendente; lo sorprendente es el hecho de que la preocupación haya sido tan reciente, sobre todo dado que un investigador de la imponente talla de Vreud, revisando su teoría anterior, que giraba en torno al impulso sexual, había ya en los veintes formulado una nueva teoría en que la pasión de destruir (--instinto de---mijer-te,") era considerada de fuerza igual a 15- pasió ñ -de vida"-,""sexiiali(lad','). Pero el públiCo siguió consijeándo el TrÜdf,,,,ino irincipali-iiente la presentación de la libido conio pasión central del hombre, contrarrestatla tan sólo por el instinto de la autoconservación. Solamente mediados los sesentas cambió esta situación, Una de las razones probables del cambio fue el hecho de fiat-or pasado de cierto límite e! nivel de violencia y el temor a la guerra en todo el mundo. Pero un ¡'actor que contribuyó a ello fue la publicación -de varios libros que trataban de la agresión humana, en particular Sobre la a, -,rúsión: el pretendido n-w1, de Konrad Loren/. ( 1966). Lorenz, conocedor descollante del campo de¡ ck)n)orta-aii-e-íil-o'""áñí'(iial' y en particular de¡ de peces y as,es, decidió aventurarse en un campo en que, tenía poca experiencia o competencia: el del comportamiento huinano, Aunque ha sido rechazjdo por muchos psic610!Zos y neur ólogos, Za agresión i-esultó un éxito de librCría e hí7.0 profunda impresión en la inente de un vasto sectoi (le la comunidad culta, muchos de cuyos comp(-,ne[ite, aceptaron la oÍiiiii',,ii je Lorenz como la solución deCinitiva del Droblema, E) éxito popular (le las ideas (le Lorenz fue grandemente por la obra. anterior de un autor de género muy difeicnic: Robert Ardrey (Aftican genesis, 1961 y The territorial imperalive, t 1)67) No científíco 1. Lorenz dio el nombre de "ctología" a¡ estudio del c,rri porta ni iento animal, y es una terminología peculiar, ya que ciología ,ignifica li!eíaltieíite ---la, ciencia del comportamiento- (del griego, (,thos, "conducta", "norma"), Para refernw al estudio (le] comportamicnto animal L.nrenz hubiera debido llamarlo "ctología anjinal---. El q ue dije?a etología sin más implica, naturalmente, su idea de, que el comportamiento hurnarlo se hj de comprender dentro del comportamiento animal Es un hecho interesante el de que John Stuarl N4ill, mucho antes que L.orenz, acuñara el vocablo "etolo-ía" para designar la ciencia del Mills, no en el de Loreriz, !N'Fl,01)11('CiúN: LOS INSTINTOS Y LAS PASIONES HUMANAS 1 El aumento de la violencia y la destructividad en escala nacional y rnundial ha llamado la atención de los profesionales y del público en general hacia la averiguación teórica de la naturaleza y las causas de la agresión. Este interés no es sorprendente; lo sorprendente es el hecho de que la preocupación haya sido tan reciente, sobre todo dado que un investigador de la imponente talla de Vreud, revisando su teoría anterior, que giraba en torno al impulso sexual, había ya en los veintes formulado una nueva teoría en que la pasión de destruir (--instinto de---mijer-te,") era considerada de fuerza igual a 15- pasió ñ -de vida"-,""sexiiali(lad','). Pero el públiCo siguió consijeándo el TrÜdf,,,,ino irincipali-iiente la presentación de la libido conio pasión central del hombre, contrarrestatla tan sólo por el instinto de la autoconservación. Solamente mediados los sesentas cambió esta situación, Una de las razones probables del cambio fue el hecho de fiat-or pasado de cierto límite e! nivel de violencia y el temor a la guerra en todo el mundo. Pero un ¡'actor que contribuyó a ello fue la publicación -de varios libros que trataban de la agresión humana, en particular Sobre la a, -,rúsión: el pretendido n-w1, de Konrad Loren/. ( 1966). Lorenz, conocedor descollante del campo de¡ ck)n)orta-aii-e-íil-o'""áñí'(iial' y en particular de¡ de peces y as,es, decidió aventurarse en un campo en que, tenía poca experiencia o competencia: el del comportamiento huinano, Aunque ha sido rechazjdo por muchos psic610!Zos y neur ólogos, Za agresión i-esultó un éxito de librCría e hí7.0 profunda impresión en la inente de un vasto sectoi (le la comunidad culta, muchos de cuyos comp(-,ne[ite, aceptaron la oÍiiiii',,ii je Lorenz como la solución deCinitiva del Droblema, E) éxito popular (le las ideas (le Lorenz fue grandemente por la obra. anterior de un autor de género muy difeicnic: Robert Ardrey (Aftican genesis, 1961 y The territorial imperalive, t 1)67) No científíco 1. Lorenz dio el nombre de "ctología" a¡ estudio del c,rri porta ni iento animal, y es una terminología peculiar, ya que ciología ,ignifica li!eíaltieíite ---la, ciencia del comportamiento- (del griego, (,thos, "conducta", "norma"), Para refernw al estudio (le] comportamicnto animal L.nrenz hubiera debido llamarlo "ctología anjinal---. El q ue dije?a etología sin más implica, naturalmente, su idea de, que el comportamiento hurnarlo se hj de comprender dentro del comportamiento animal Es un hecho interesante el de que John Stuarl N4ill, mucho antes que L.orenz, acuñara el vocablo "etolo-ía" para designar la ciencia del Mills, no en el de Loreriz, 18 INRODUCCIÓN un punto de vista científico. El objeto de esudio de !a escuela predminnte en psicología fue entonces el cpm]Xrtami.ento, no el hombre que se comportaba: la "ciencia de la psique" se transformaba en ciencia de (a ingeniería de la conducta anima y humana. Este fenómeno alcanzó su punto culminane en el neoconductismo de Skinner, que es hoy la teoría psicológica más ampliamene aceptada en las universidades de Etados unidos. Es fácil hallar la razón de esta transformación de 5a psicología. Más que ningún otro científico, el que estudia el hombre sufre la influencia de la amósfera de su sociedad. Esto es así no sóio en sus modos de pensar, sus intereses, las cuestiones que plantea, todo ello en parte determinado socialmente como en las ciencias naturales, per o en su caso la materia misma objeto de estudo es determinada así. Siemr)re quejan psicólogo habla del_JiQmb.r.esunodelo esede las personas que lo rodean,,. y sore todo eljmismo En la sociedad industrial contemporánea, las personas son de orientación cerebral, sienten poco, y consideran un lastre inútl las emociones, tanto las de los psicól ogos como las de sus sujetos. La teoría conductista parece muy apropiada para ellas. |
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![]() | «descubrieron» los teósofos. Por entonces había declarado que «la Verdad no puede ser organizada», renunciando a las propiedades... | ![]() | |
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