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Piscifactoría en jaula. Cerco de jareta. Enmalle. Se llaman así porque los peces quedan retenidos en las mallas de la red, que puede ser fija sobre el fondo marino o pueden ser redes de deriva que se desplazan en las corrientes. Pueden tener hasta 65 km de largo, y se mantienen cerca de la superficie gracias a flotadores. Arrastre de fondo. Son redes en forma de saco que se arrastran por el fondo y la superficie. Con ellas se pescan salmonetes, lenguados y pescadillas. Palangre. Es un largo cordel de varios km de longitud del que cuelgan otros más cortos y numerosos terminados en un anzuelo. Las nuevas técnicas capturan todo tipo de animales, lo que obliga a descartar algunas capturas involuntarias de tortugas, delfines o peces inmaduros. Actualmente, la sobreexplotación amenaza con el agotamiento de los recursos pesqueros, pues se pesca a un ritmo superior a la tasa de renovación de la población animal. Se han perdido algunos caladeros y ha disminuido el número de capturas. La pesca se ha centrado en otras especies que ocupan un nivel trófico inferior, pero esto priva de sustento a otros peces y animales. En la convención de Naciones Unidas en 1982, 159 países firmaron la Ley del Mar, un tratado por el que cada nación tiene derecho legal a gestionar su propia pesca y la de los países extranjeros en su Zona de Exclusión Económica (ZEE) cuyo límite se fijó en 200 millas. No la firmaron ni EEUU, ni Alemania, ni la antigua URSS, ni Gran Bretaña, alegando que los recursos del mar son Patrimonio de la Humanidad. En este tratado se suprimieron las técnicas de arrastre, se establecieron cuotas de pesca para los países, y se fijaron períodos de vedas y de paradas biológicas para permitir la recuperación de las especies. 6.3.3.- La acuicultura. Consiste en la cría de especies acuáticas en cautividad. Es un sistema altamente eficiente, pero requiere espacio y puede causar daños ambientales con pérdida de biodiversidad, ya que hay que pescar mucho para alimentar a las especies del criadero, las especies criadas sustituyen a las autóctonas, se pueden llegar a contaminar las aguas con los residuos generados y otros productos químicos, etc. 6.3.4.- Medidas para evitar la sobreexplotación pesquera.
6.4.- Ecosistemas marginales: manglares y arrecifes coralinos. Los ecosistemas marginales son las marismas, albuferas y salinas en las zonas templadas, manglares y arrecifes de coral en las zonas tropicales, y deltas y estuarios en las zonas fluviales. Estos ecosistemas poseen un tipo de vegetación adaptada al agua salobre y sirven de refugio y hábitat a numerosas especies animales. Son muy vulnerables a la contaminación que llega con los ríos, así como a la presión humana (deforestación y ocupación del territorio). Esta es la causa de su degradación y desaparición. ![]() 6.4.1.- Manglares. Son bosques anfibios de aguas salobres, pobres en O2, situados junto a la desembocadura de los ríos ecuatoriales y tropicales. Se adentran varios km hacia tierra. Los árboles principales son los mangles, de los que existen unas 20 especies. Durante la marea alta, los árboles están casi cubiertos, y cuando baja se ven sus raíces. Estos árboles protegen la costa contra la erosión, y poseen una gran biodiversidad y abundantes recursos (madera, carbón, papel, gomas, medicinas, etc.) Se calcula que ha desaparecido el 50% de los manglares por tala, contaminación, sustitución del bosque por cultivos como arroz, etc. Actualmente se tala para potenciar la acuicultura de cría de langostinos, y como consecuencia se producen impactos en las costas por la pesca excesiva para producir harina de pescado (alimento de los langostinos) y su contaminación por antibióticos y otros productos. Por estos motivos desaparecen los cocodrilos, las garzas, los flamencos, los pelícanos, las tortugas marinas, etc. 6.4.2.- Arrecifes coralinos. Son uno de los lugares donde más prolifera la vida. Su desarrollo requiere aguas limpias y cálidas (Tª > 20 ºC), extendiéndose por todos los mares tropicales. Los corales son celentéreos con un esqueleto calizo segregado por ellos mismos. Se multiplican por gemación, creciendo hasta formar el arrecife. Son animales filtradores en cuyos cuerpos viven algas unicelulares (zooxantelas) en simbiosis, tomando el alga las sustancias de desecho del pólipo y el CO2, con los que realiza la fotosíntesis, produciendo O2 para que respire el pólipo. El arrecife crece al morir los pólipos inferiores, pues queda su esqueleto y los nuevos pólipos se desarrollan sobre ellos, pudiendo llegar incluso a salir al exterior, constituyendo los atolones o islas de coral. ![]()
En 1995 se puso en marcha la ICRI (Iniciativa Internacional sobre los Arrecifes de Coral) para establecer un máximo control sobre estos ecosistemas. Página de |