descargar 243.65 Kb.
|
PROGRAMACIÓN FILOSOFÍA Y CIUDADANÍA PRIMER CURSO DE BACHILLERATO DEPARTAMENTO DE FILOSOFÍACURSO: 2009 – 2010 I.E.S. PERE BOIL - MANISES ÍNDICE
1. INTRODUCCIÓN El Real Decreto 1467/2007, de 2 de noviembre, aprobado por el Ministerio de Educación y Ciencia (MEC) y que establece la estructura y las enseñanzas mínimas de Bachillerato como consecuencia de la implantación de la Ley Orgánica de Educación (LOE), ha sido desarrollado en la Comunitat Valenciana por el Decreto 102/2008, de 11 de julio, por el que se establece el currículo de Bachillerato para esta comunidad. El presente documento se refiere a la programación de la materia común de Filosofía y Ciudadanía en el primer curso de Bachillerato. Según la LOE (artículo 32), esta etapa ha de cumplir diferentes finalidades educativas, que no son otras que proporcionar a los alumnos formación, madurez intelectual y humana, conocimientos y habilidades que les permitan desarrollar funciones sociales e incorporarse a la vida activa con responsabilidad y competencia, así como para acceder a la educación superior (estudios universitarios y de formación profesional de grado superior, entre otros). De acuerdo con estos objetivos, el Bachillerato se organiza bajo los principios de unidad y diversidad, es decir, le dota al alumno de una formación intelectual general y de una preparación específica en la modalidad que esté cursando (a través de las materias comunes —como esta—, de modalidad y optativas), y en las que la labor orientadora es fundamental para lograr esos objetivos. En consecuencia, la educación en conocimientos específicos de esta materia ha de incorporar también otro novedoso contenido curricular: la enseñanza en los valores de una sociedad democrática, libre, tolerante, plural, etc., también una de las finalidades expresas del sistema educativo, tal y como se pone de manifiesto en los objetivos de esta etapa educativa y en los específicos de esta materia (según el artículo 33 de la LOE, "ejercer la ciudadanía democrática, desde una perspectiva global, y adquirir una conciencia cívica responsable, inspirada por los valores de la Constitución española así como por los derechos humanos, que fomente la corresponsabilidad en la construcción de una sociedad justa y equitativa"). De hecho, tanto esta materia como la de Historia de la Filosofía (2.º de Bachillerato) se caracterizan por el alto e inapreciable valor formativo (humanístico) que tiene para todos los alumnos: para los que estudian humanidades, por su eminente carácter cultural; para los de los itinerarios más científicos, por la estrecha relación entre ciencia y filosofía. En este sentido, el currículo de Bachillerato ha de contribuir a la formación de una ciudadanía informada y crítica, y por ello debe incluir aspectos de formación cultural general (la filosofía, como la ha considerado la UNESCO, es una escuela de libertad). La materia de Filosofía y Ciudadanía introduce importantes novedades curriculares en relación a su predecesora (Filosofía I), ya que además de ser una introducción a la filosofía y a la reflexión filosófica (como ocurría anteriormente en esa materia), ahora lo hace también con el estudio de la ciudadanía y su fundamentación filosófica (con lo que enlaza tanto con la materia de Educación para la Ciudadanía y los Derechos Humanos en 2º de ESO, como con la de Educación Ético-Cívica en 4º). Por esta doble vertiente de sus contenidos adquiere una importancia decisiva en la formación de los alumnos, en cuanto pretende propiciar en ellos una actitud reflexiva y crítica, potenciar su capacidad de pensar de modo coherente, usando la razón como instrumento de persuasión y diálogo, y adoptando ante los problemas una actitud personal, a la vez que les ayuda a integrar, en una visión de conjunto, la diversidad de conocimientos, creencias y valores y a considerar la capacidad normativa de la filosofía como instrumento de transformación y cambio social. Al abordarse en este curso los grandes problemas filosóficos que han interesado al ser humano a lo largo de la historia, y para cumplir esas funciones reseñadas anteriormente, debe dotarse a los alumnos de una estructura conceptual básica de carácter filosófico mediante una aproximación sistemática a la filosofía (su acercamiento a estos temas solo se ha iniciado en 4º de ESO con la materia de Educación Ético-Cívica, en los que ahora profundiza y formula teóricamente). Así, si la filosofía debe servirles para alcanzar una concepción integrada del mundo, debe proporcionarles también una visión global del papel que desempeñan los distintos saberes y creencias, así como una organización sistemática del propio quehacer filosófico (con la especificidad de su propio saber frente a otros), para lo que es preciso definir el papel que desempeña y el lugar que ocupa la filosofía en el conjunto del saber. En este sentido, la exposición de contenidos filosóficos es fiel a cuanto hoy nos enseña la ciencia contemporánea (dinámica, en permanente proceso de construcción), al igual que a las aportaciones que el arte, la sociología, la moral y la religión, entre otros, ofertan a nuestra comprensión de la realidad y a las cuestiones éticas y políticas vigentes en la realidad personal y social de los alumnos, en especial aquellas que más cercanas puedan estar a su sensibilidad juvenil, como son las consecuencias del desarrollo tecnológico o los problemas derivados del incumplimiento del ideal de justicia en el mundo. Al conocimiento del saber filosófico le seguirá el estudio del ser humano en sus distintas dimensiones (biológica, sociocultural, simbólica), lo que permitirá mostrar las diferentes concepciones filosóficas del ser humano (antropologías) que ha habido a lo largo de la historia, que no dejan de ser las concepciones que el ser humano tiene de sí mismo y del mundo. Tras él, se introducen los nuevos contenidos curriculares de filosofía política, los relativos a la fundamentación de la ciudadanía (la relación del ser humano con el Estado y con los demás), a la dimensión moral y ciudadana del ser humano, a sus implicaciones sociales y políticas, es decir, las bases de la sociedad democrática, para lo que se analizarán sus orígenes y su evolución, así como la fundamentación racional y filosófica de los derechos humanos. En esta línea, el estudio del poder y de la autoridad (del Estado como institución a la que se confía su ejercicio), de las distintas concepciones que la ciudadanía tiene acerca de la forma en que se regula la vida en común, culmina con la presentación de algunos de los grandes problemas que ponen de manifiesto la concepción que se tiene de la organización social, por lo que ayudará a identificar ideales, principios, valores, etc., que regulan la convivencia ciudadana y a diferenciar unas opciones que son, éticamente, mejores que otras. No se pretende tanto que el alumno conozca los derechos y deberes que tiene en cuanto ser humano como que sepa que hay una serie de exigencias morales (y su fundamentación) que le obligan en relación a los demás. Para que los alumnos alcancen una actitud crítica y reflexiva, para que argumenten y dialoguen —para que filosofen—, se les debe dotar de criterios científico-metodológicos, habituarles a exigir un grado suficiente de evidencia a las teorías y a los hechos. El alumno debe ser consciente de que la forma en que se enfrente al conocimiento filosófico refleja no solo una determinada concepción epistemológica del saber, sino también una concepción del mundo y de la realidad. El propio esquema de enseñanza-aprendizaje persigue este objetivo al poner inicialmente al descubierto las teorías y conceptos previos de los alumnos (mediante una evaluación inicial), estimulando la toma de conciencia de sus propias construcciones teóricas y la crítica reflexiva de las mismas. La segunda fase plantea un conflicto cognitivo que sirve para el planteamiento y discusión de las soluciones alternativas y, en su caso, la sustitución de los antiguos esquemas teóricos por otros nuevos, siempre que se consoliden mostrando su validez para conceptuar correctamente los antiguos y nuevos problemas. Estas formas de trabajar en el aula no cumplirían todas las finalidades de la materia si no se hiciese hincapié en su componente práctico, es decir, si no fomentase que el concepto de ciudadanía, inseparable de unos derechos, se aplicase en la vida cotidiana del alumno (en el centro escolar y en su vida social), no en vano también se acerca a la mayoría de edad, en la que podrá ejercer plenamente los derechos de ciudadanía. Este esquema se aplica metodológicamente a través de una estructura repetida en cada unidad del libro de texto utilizado, que parte de una actividad de inicio (un texto y una imagen motivadores acompañados de algunas preguntas) para detectar cuáles son los conceptos / conocimientos previos de los alumnos sobre el asunto que se trata. A continuación se plantean la exposición de contenidos (secuenciados en epígrafes relativamente breves, resumidos en muchas ocasiones en cuadros de texto o esquemas y acompañados de actividades para evaluar la comprensión del alumno), las actividades conexas, la lectura y comentario de textos (también con actividades), biografías, recuerda, los debates y discusiones que se incluyen en el cuerpo central de las unidades. A continuación, la sección Actividades refuerza los esquemas teóricos adquiridos, confrontándolos con nuevos problemas, siempre a partir del análisis de variados textos, así como incorpora también actividades de investigación. Al objetivo de estimular a los alumnos a pensar de modo autónomo y crítico, aprendiendo filosofía a la vez que filosofan y tratando de fundamentar lo que digan o escriban, va orientada la disertación incluida sistemáticamente como última actividad de esa sección de Actividades. Parece claro que la mejor demostración de que un alumno sabe aquello que debe saber es su capacidad para manejar argumentalmente la información en el análisis de un problema concreto. Por último, la unidad finaliza con la sección Ideas claras, a modo de resumen y esquema de los principales contenidos, a la que se incorpora el apartado Para saber más..., que recoge una serie de páginas web para la ampliación de contenidos, así como lecturas especialmente recomendadas (literarias, filosóficas...) o recursos cinematográficos. En cuanto a la metodología utilizada, se caracteriza por estos criterios básicos:
El libro de texto utilizado es Filosofía y ciudadanía 1º de Bachillerato (Proyecto Tesela, de Oxford EDUCACIÓN, 2008), cuyos autores son Rosa María Vegas Bodelón, Julio Francisco González Espejo y Tomás Valladolid Bueno. Al libro de texto le acompaña un material multimedia (CD-Multirom) que presenta una serie de actividades organizadas por bloques de contenidos y diseñadas mediante itinerarios pedagógicos y diversa tipología (actividades, animaciones y documentos). En el grupo de actividades, las respuestas que el alumno dé a las preguntas que se formulan las corrige la propia aplicación, de forma que el alumno puede autoevaluarse, y cuando todas las actividades han sido realizadas correctamente se puede pasar al siguiente nivel. En las animaciones se presenta información complementaria, que combina información gráfica con información textual. En los documentos, actividades en formato fotocopiable a partir de textos, biografías, etc., y con actividades de desarrollo que refuerzan o amplían los contenidos más relevantes de la unidad. El profesor, y para atender a la diversidad de necesidades educativas de los alumnos, cuenta con la Carpeta de recursos, en la que se incluyen materiales en formato fotocopiable, pruebas de evaluación —tipo test y de respuesta abierta—, guía de explotación del material multimedia, etc.; el Solucionario de las actividades del libro del alumno y el DVD de recursos multimedia. Este DVD incorpora un conjunto de actividades (presentaciones, carpeta digital, animaciones, audio, vídeos, pensando en PAU, generador de evaluaciones, etc.), en los que la búsqueda de información y la investigación tienen una gran relevancia, y que suponen un importante instrumento para adecuar el proceso educativo a las distintas posibilidades individuales de aprendizaje. En el título de determinados epígrafes del Libro del alumno aparece un icono identificativo que indica que en el CD-ROM del alumno hay una serie de contenidos / actividades que, a modo de autoevaluación, los desarrollan, así como nuevas informaciones / actividades de ampliación y/o refuerzo. 2. ATENCIÓN A LA DIVERSIDAD La atención a la diversidad se aborda mediante estrategias orientadas a proporcionar al profesor la posibilidad de ofrecer diferentes niveles de actuación con el alumno. Por ello se sugieren actividades diferenciadas y personalizadas que tienen en cuenta los diferentes niveles de conocimientos generales previos de los alumnos, así como sus capacidades, bien en el grado desarrollo, esfuerzo, interés o estilo de aprendizaje de cada alumno, con el objetivo de facilitarle la vía más adecuada que le conduzca hacia el empleo consciente de las estrategias que le proporcionen más éxito. En el Libro del alumno se incluye una amplia variedad de actividades, destinadas a llevar a cabo la atención a la diversidad. Naturalmente, en este libro no se indica si estas actividades van a ser empleadas para el refuerzo o la ampliación, indicación que sí se incluye en la Carpeta de recursos, pues es el profesor el encargado, de acuerdo con las necesidades de sus alumnos, de aplicarlas. Se trata de material que permite adoptar las medidas oportunas en el momento adecuado. En todo caso, e independientemente de su utilización concreta en clase según las necesidades específicas de los grupos, la propia ubicación de las actividades proporciona una primera orientación sobre su finalidad y grado de dificultad:
En la citada Carpeta de recursos del profesor y demás materiales de que este dispone, se aborda la atención a la diversidad ofreciendo materiales complementarios que atienden tanto a los contenidos estudiados como a las peculiaridades de los alumnos interesados en ampliar conocimientos, revisar los ya adquiridos o consolidarlos, según sus necesidades personales o la propia estimación del profesor. Dichos materiales son los siguientes:
Aunque su finalidad específica no sea la atención a la diversidad, el libro de texto finaliza con unos apéndices que también pueden servirle al alumno para favorecer su aprendizaje cuando sea preciso, ya que le aportan unos recursos metodológicos con que trabajar los distintos contenidos de la materia, sobre todo los de mayor carácter procedimental. Estos anexos son de tres tipos:
3. CURRÍCULO En este apartado reproducimos el marco legal del currículo en esta comunidad autónoma (Decreto 102/2008, de 11 de julio), tal y como ha sido aprobado por su Administración educativa y publicado en su Diario Oficial (15 de julio de 2008). OBJETIVOS GENERALES DE LA ETAPASegún el citado decreto, esta etapa educativa contribuirá a desarrollar en los alumnos capacidades que les permitirán:
ñ) Conocer, valorar y respetar el patrimonio natural, cultural e histórico de la Comunitat Valenciana y del resto de las Comunidades Autónomas de España y contribuir a su conservación y mejora. o) Participar de forma activa y solidaria en el desarrollo y mejora del entorno social y natural, orientando la sensibilidad hacia las diversas formas de voluntariado, especialmente el desarrollado por los jóvenes. OBJETIVOS DE LA MATERIA La enseñanza de Filosofía y ciudadanía en el Bachillerato tendrá como finalidad el desarrollo de las siguientes capacidades en el alumno:
CONTENIDOS
CRITERIOS DE EVALUACIÓN
Con este criterio se trata de comprobar que se comprende lo específico del saber filosófico y el tipo de preguntas que éste supone, así como el grado de precisión y rigor alcanzado con la explicación de los conceptos y preguntas planteadas, tanto de forma oral como por escrito. Se trataría no sólo de comprender sino también de valorarlas aportaciones del análisis filosófico a los grandes problemas de nuestro tiempo.
Con este criterio se pretende consolidar y reforzar la capacidad de comprender y expresar de forma crítica y reflexiva las aportaciones más importantes del pensamiento occidental, huyendo de la retención mecánica de datos, de la reproducción acrítica y de la improvisación y superficialidad contrarias al procesamiento activo y reflexivo de los nuevos conceptos y teorías. Este criterio se podrá comprobar a través del análisis y comentario de textos, la realización de mapas conceptuales, las pruebas escritas, las exposiciones orales y los trabajos monográficos, entre otros procedimientos.
Este criterio pretende valorar que el alumnado es capaz de construir y enriquecer sus propias opiniones trabajando de forma activa y constructiva el legado cultural específico de esta materia. Para comprobarlo serán idóneas las actividades de tipo reflexivo, en las que, de modo significativo y funcional, se relacionen nuevos contenidos entre sí con ámbitos de experiencia, expresando de forma clara y coherente el resultado del trabajo de comprensión y de reflexión. Algunos elementos valiosos en este sentido, pueden ser: las composiciones filosóficas, las investigaciones individuales y en equipo, la preparación y realización de debates y el diario de clase.
Con este criterio se trata de comprobar el grado de comprensión e interiorización del sentido del diálogo racional y de las condiciones necesarias para su desarrollo, su ejecución y su plasmación en la práctica.
Este criterio trata de comprobar la capacidad de seleccionar y manejar informaciones diversas, desde las más experienciales hasta las más científicas, pasando por las divulgativas y las contenidas en los medios de comunicación y de información, así como el dominio de destrezas de carácter general, como la observación y la descripción, la clasificación y la sistematización, la comparación y la valoración, etc., necesarias para la utilización crítica de dicha información.
Este criterio trata de la capacidad de comprender e integrar las diversas dimensiones del ser humano, incidiendo en la importancia de la construcción social y simbólica y valorando las concepciones filosóficas del ser humano y su vigencia actual.
Con este criterio se trata de comprobar la capacidad para comprender el sentido de la razón práctica y la necesidad de la libertad para realizar acciones morales y, consecuentemente, asumir compromisos ético-políticos tanto en el ámbito personal como social, reflexionando especialmente sobre la búsqueda de la felicidad, la justicia y la universalidad de los valores en la sociedad actual.
Este criterio trata de evaluar si se ha comprendido la categoría de ciudadano y ciudadana como tarea histórica inacabada y su fundamentación ético-política, así como la importancia de reconocer y practicar las virtudes cívicas que posibilitan una convivencia democrática en el marco universal de los Derechos Humanos.
Este criterio ha de comprobar el grado de comprensión de los problemas sociales y políticos más relevantes de la sociedad actual (anomia, desarraigo, falta de cohesión, debilidad o exacerbación del sentimiento de pertenencia, conflictos relacionados con las diferencias culturales, con las desigualdades socio-económicas y de género, etc.) y los logros e intentos de solución que ofrecen los ordenamientos jurídicos y los sistemas de participación democrática. Asimismo, trata de evaluar la actitud que han desarrollado los alumnos ante dichos problemas sociales y políticos.
Con este criterio se trata de valorar la asimilación del origen y la legitimidad del poder político, de las diferentes concepciones del Estado y de la fundamentación y funcionamiento de la democracia, analizando las posibilidades y el deber de intervención del ciudadano y de la ciudadana, tomando conciencia de la necesidad de participar en la construcción de un mundo más humano. 4. PROGRAMACIÓN DE LAS UNIDADES A continuación, se desarrolla la programación de cada una de las 13 unidades didácticas en que han sido organizados y secuenciados los contenidos de este curso. En cada una de ellas se indican sus correspondientes objetivos didácticos, contenidos (conceptos, procedimientos y actitudes) y criterios de evaluación. BLOQUE I EL SABER FILOSÓFICO |
![]() | ![]() | ||
![]() | ![]() | ||
![]() | ![]() | ||
![]() | ![]() | ||
![]() | ![]() |