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Estudio y Tratamiento de la Disfunción Eréctil Constituyen la otra gran área que justifica la actividad clínica del andrólogo. Los logros también aquí han sido muy importantes, aunque, apenas ha modificado cualitativamente la práctica clínica del andrólogo, por la incorporación de nuevos fármacos y el perfeccionamiento de los procedimientos protésicos que han contribuido a un aumento significativo de nuestra actividad. Los conocimientos fisiopatológicos de los mecanismos que rigen la erección, son recientes. Los escarceos científicos se inician con Conti, en el año 1952, si bien es preciso reseñar las perfectas descripciónes anatómicas que desde principios del siglo actual se ajustaban a los actuales conceptos funcionales.52 A partir de los de los trabajos de Master y Johnson, en los años 70,53 se despierta un gran interés por la respuesta sexual humana, que motiva la atención de investigadores y clínicos, 54.55 y consecuentemente se progresa con gran celeridad en los conocimientos sobre la fisiopatología y etiopatogenia de la erección. Paralelamente se desarrollan nuevos procedimientos y técnicas diagnósticas, más perfeccionadas, que ayudan a conocer mejor los factores orgánicos que producen impotencia, cada vez más frecuentes que los considerados como funcionales o psíquicos. Aprendimos, a considerar que la disfunción eréctil, es un trastorno originado por causas orgánicas y funcionales, y usualmente ambas causas están presentes, en mayor o menor grado, por lo tanto se trata de razón de prevalencia, no de exclusividad.56 De lo anterior, se deduce la necesidad de participación tanto del psicólogo como del psiquiatra, que junto al andrólogo integran el equipo necesario para el adecuado manejo del paciente con disfunción eréctil. Los actuales avances diagnósticos terapéuticos de la disfunción eréctil, tienen su base en un mejor conocimiento de los mecanismos fisiopatológicos de la erección así como en importantes logros tecnológicos que han contribuido a un perfeccionamiento progresivo de las prótesis de pene. En el campo de la fisiopatología de la erección, cabe destacar los conocimientos actuales sobre el papel de los neurotransmisores, como últimos responsables del mecanismo íntimo de la erección. Su efecto sobre el músculo liso puede ser de relajación o de contracción condicionando así la respuesta de erección o de flacidez peneana. Los estudios histoquímicos sobre el endotelio que tapiza los espacios lacunares, señalan la importancia del óxido nítrico como factor relajante del músculo liso, que también ejerce idéntica acción sobre la adventicia de las arterias del pene.57, 58 Otros neurotransmisores, entre los que cabe señalar la endotelina, sintetizada en el endotelio lacunar, ejercen su acción constrictora sobre el músculo liso y por lo tanto es responsable de la flacidez peneana. El esquema simple que complete los mecanismos de la erección, supone que paralelamente al aumento del flujo sanguíneo en los cuerpos cavernosos y aumento del volumen de los espacios lacunares se produce el bloqueo de retorno venoso, alcanzando el máximo grado de rigidez, como consecuencia del atrapamiento del sistema venoso entre las paredes de los espacios traveculares y de la propia túnica albuguinea cuando alcanza su grado máximo de distensibilidad.59 En los centros nerviosos, situados en la corteza y en la médula, se originan una serie de estímulos que a través de las vías nerviosas, son conducidos hasta las íntimas estructuras de los cuerpos cavernosos, en las que los neurotransmisores desempeñan la función comentada. La referencia al sistema vascular arterial, cuyas ramas terminales son las arterias cavernosas, y sistema de drenaje venoso que confluye en la vena dorsal profunda, completa el esquema anatómico. La descripción de los mecanismos fisiopatológicos de la erección, sientan las bases de la clasificación etiológica de las disfunciones eréctiles, y en consecuencia fundamentan los medios diagnósticos de organicidad: registro nocturno de erección, estudio neurofisiológico de la función sexual, provocación de la erección mediante empleo de drogas vasoactivas, estudio eco-doppler, medida de presiones arteriales peneanas, cavernosometría y cavernosografía, estudios hormonales, esfinteromanometría, etc. En el terreno terapéutico, las posibilidades actuales desbordan las previsiones más optimistas de hace sólo unas décadas. Aquí también la microcirugía ha venido a ampliar las posibilidades de actuar sobre los vasos sanguíneos permitiendo métodos de revascularización de la arteria dorsal del pene.60 El conocimiento de la fuga venosa, justifica intervenciones sobre el sistema venoso. La terapia con drogas vasoactivas, 61 preparados hormonales y otros diversos fármacos 62.63 con indicaciones en casos muy concretos, obligan al andrólogo conocer perfectamente sus efectos terapéuticos, y, lo que es bien importante, las posibles contraindicaciones, posibles efectos secundarios indeseables y el modo de solucionarlos.64 Finalmente, la disponibilidad de las actuales prótesis de pene, con una gama de modelos cada vez mas sofisticados y perfeccionados permiten solucionar, con un alto nivel de exigencia, todos aquellos casos, hoy todavía muy numerosos, en los que no es posible por otros procedimientos restablecer la función de forma fisiológica. Como comentario final, la labor del andrólogo queda perfectamente definida en la atención a la pareja infértil y los pacientes de disfunciones sexuales, prevención de la infertilidad masculina, en la primera etapa de la vida, mediante el tratamiento de la patología genital, ya sea adquirida o congénita, como en el caso de la criptorquidia.65 Ciertas afecciones, relacionadas con disturbios endocrinos, hacen su aparición durante la pubertad, siendo también en este período cuando se manifiestan cuadros tan importantes como el varicocele, o cuando es máxima la predisposición para padecer procesos isquémicos testiculares, o cuando se evidencia una falta de desarrollo genital, etc.66 Por todo ello es necesario reclamar la atención sobre estos aspectos. Así como también la prevención de las disfunciones sexuales, tratando de corregir todos los procesos desencadenantes sobre todo de origen vascular, tratando en lo posible recomendar ejercicio moderado y periódico, mejorando la dieta, así como también tratando de reducir en lo posible cualquier tipo de estrés. BIBLIOGRAFÍA 1. E. Nieschlag. Scope and goal of andrology, definition of andrology in: E. Nieschlang and H. M. Behre (Eds.) Andrology male reproductive health and dysfunction Springer-Verlag Berlin. 1997; 1: 3. 2. Schirren, C. Andrology: origin and development of a special discipline in medicine. Reflection and view in the future. Andrología, 1984; 17 (2): 117-25. 3. Grace M. Centola. Andrology. Leeuwenhoek and the discovery of spermatozoa in: Grace M. Centola, Kenneth A. Grinsburg (Eds.) Evaluation and treatment of the infertile male Cambridge University Press New York. 1995; 1: 1-3. 4. William W. Jow. Testis biopsy, history in: Marc Goldtein. Surgery of male infertility. W.B. 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