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Escuela y Liceo Vocacional Sarmiento ![]() JORNADA SOBRE DIFICULTADES DE APRENDIZAJE 1.- Los problemas de aprendizaje. Precisiones en torno a su significado. Para aclarar el significado de "los problemas de aprendizaje", es necesario acordar los alcances del concepto de aprendizaje en la acepción más general del término, lo que implica despegarla momentáneamente de las connotaciones que adquiere dentro de la institución escuela. Aprender consiste en una posibilidad de todo ser humano a lo largo de su existencia, de incorporar experiencias y conocimientos en forma sucesiva, por los cuales se transforma y a su vez incide en producir cambios en su contexto. El aprendizaje incluye no sólo aspectos intelectuales sino también afectivos y relacionales, conscientes e inconscientes. Cada persona modela una forma de aprender según sus disposiciones, su historia, las vicisitudes de sus relaciones con los otros. También existen permanentes obstáculos al aprender, originados en las más variadas causas. Todos presentamos en mayor o menor grado desconocimientos, carencias, resistencias y ansiedades ante el aprender. Es común la demanda de atenciones de dificultades en el aprender de los niños y es menor la frecuencia cuando se trata de adolescentes y rara en los adultos. Es que los problemas de aprendizaje detonan y molestan durante la etapa escolar, particularmente en los niños. Y es cierto que las dificultades y fracasos escolares repercuten en toda la personalidad e instalan al niño en una situación de marginalidad respecto al acceso a lo cultural y muchas veces también en cuanto a las oportunidades futuras laborales y sociales. Podemos considerar al problema de aprendizaje como un síntoma en el sentido de que el no aprender no se encuentra aislado de una serie de comportamientos entre los cuales la dificultad propiamente dicha se destaca como signo de descompensación. Ningún factor es determinante de su aparición, sino que surge de la simultánea fractura de una serie de elementos coexistentes. La hipótesis fundamental es entenderlo como un estado particular de un sistema que, para equilibrarse, ha necesitado adoptar ese tipo de comportamiento. Desde este punto de vista, merecería un nombre en positivo, pero lo conocemos como no-aprendizaje. Así, el no-aprendizaje no constituye lo contrario de aprender, ya que como síntoma está cumpliendo una función positiva como el aprender, pero con otra disposición de los elementos que intervienen. Por ejemplo, la mayoría de los niños conserva el cariño de los padres gratificándolos por su aprendizaje, pero hay casos en que la única manera de contar con tal cariño es precisamente no aprender. El diagnóstico del síntoma está dado por la función que cumple la carencia (el no-aprendizaje) dentro de la estructura total de la situación personal. Otro ejemplo: un niño con antecedentes de cianosis de parto, leve inmadurez perceptivo-motriz, cierta rigidez en los trazos, no crea por ello un problema de aprendizaje si su personalidad le permite superar sus dificultades, si los métodos se ajustaron a las deficiencias para compensarlas y si las exigencias del ambiente no han puesto de relevancia justamente el aspecto dañado (prestigiando la caligrafía, por ejemplo). Pero si al pequeño problema neurológico se agrega una madre que no tolera el crecimiento del niño y una escuela que no admite la dificultad, se crea un problema resultante de coexistencias que podrían haber sido compensadas. Siguiendo con esta idea y desde un enfoque cognitivo, Vigotsky postula que el desarrollo cognitivo está condicionado por las posibilidades de aprendizaje que el sujeto tiene, es decir, por la estimulación que el medio provea. Cuando se analiza el aprendizaje, se pone énfasis en analizar cómo es el proceso, cuáles son las funciones que ese proceso puso en juego y cuáles no, si el mismo es contextualizado adecuadamente o si se vive como descolgado de las necesidades de quien aprende, si quien cumple con la tarea de mediador anticipa la finalidad de su intervención y si la misma tiene en cuenta las características particulares del alumno. El aprendizaje no es una tarea individual sino social, es el resultado de procesos en los cuales la colaboración y el compartir son fundamentales. Cada individuo aprende en función de su historia personal y familiar, y de acuerdo con el momento histórico en el cual está inmerso. La cultura, que influye y a la vez es influida por los seres humanos, no puede dejarse de lado al analizar el aprendizaje sin correr el riesgo de parcializar este proceso, como lo demuestra el fracaso de modelos escolares que se imponen en culturas con pautas diferentes. Es decir, que al analizar la etiología de los problemas de aprendizaje se tienen en cuenta las características orgánicas, emocionales, sociales, históricas y culturales que rodean a quien aprende. El sujeto humano es por naturaleza multidimensional, es un sistema complejo de relaciones y de funcionamiento, y cuando está en situación de aprendizaje reproduce las características de esta complejidad, por lo tanto no puede observárselo, ni tratar de trabajar con él teniendo en cuenta sólo los aspectos de la conducta personal del estudiante, sino también las del que enseña y las relaciones que se establecen es esa interacción. El maestro "se propone" transferir conocimientos a los estudiantes y éstos los captarán en la medida en que cada uno de los intervinientes, maestros y estudiantes, puedan articular estrategias de adecuación a las necesidades específicas que requiere ese conocimiento. De esta relación entre el que enseña, el que aprende y el material de aprendizaje surgen resultados que muchas veces no son los esperados por alguna de las partes, que no responden a las expectativas del maestro, por ej., y dependerá de la flexibilidad de éste al aprovechar ese resultado inesperado. Hay un poema de María Elena Walsh, que ilustra esta situación: Una señora de Samborombón le enseñaba a ladrar a su lechón más como en vez de guau decía miau creyó que no estudiaba la lección Los obstáculos que se le presentan a una persona para adquirir conocimientos provocan dificultades de aprendizaje, cuyo origen es múltiple, están interconectados y coexisten y por lo tanto impiden identificar causas únicas. Si aceptamos que importantes causas de esta problemática provienen del medio, ya sea escolar o familiar, es posible hacer prevención para evitar dificultades o reducir su significación en el desarrollo general del chico. Los maestros son, sin lugar a dudas, agentes privilegiados para llevar adelante esa acción preventiva. Habiendo detectado la dificultad (función del maestro), y determinando la multicausalidad que la provoca y la mantiene (función del especialista), es que se actúa en consecuencia de manera conjunta y colaborando maestro y especialista para que el alumno pueda superarlas. 2.- Factores generales que interfieren en el aprendizaje
Deformación de las primeras relaciones materno-filiales: referidas a deficiencias parciales o totales de cuidado y afecto materno que producen graves enfermedades. También inciden las pautas educativas precoces: de alimentación; de motilidad (límites excesivos o ausentes, castigos, exigencias tempranas); de control esfinteriano (precoz o tardío). Errores educativos, familiares y escolares: amenazas de pérdida de afecto y de abandono; burlas, críticas, descalificaciones de cualquier especie o comparaciones desfavorables; reproches culpógenos respecto de enfermedades o muertes posibles o reales de un familiar; engaños, ocultamientos o distorsiones de la información sexual; ocultamiento de la situación de adopción; castigos físicos. Todos estos procedimientos socavan la confianza del sujeto en sí mismo y en otros, y provocan grave ansiedad en el niño con profunda hostilidad encubierta.
Son básicas, pues socavan la infraestructura de todo aprendizaje y el deuteroaprendizaje del rol social y educacional-laboral de todo sujeto: qué le está permitido ser, llegar a ser y a saber, como implícito desde su lugar en la estructura social y económica. La carencia de alimentación incide ya desde los padres como factor congénito y genético. También influyen negativamente el espacio habitacional insuficiente o promiscuo, los medios materiales insuficientes para concurrir a la escuela o avanzar en ella; la atención personalizada por parte de padres con trabajo excesivo o alejados de sus hijos. Esto sucede en todos los niveles sociales.
Ingreso y egreso de la escuela; cambios de maestro, de grado, de escuela, de ciclo educativo, repetición de grado. Cambios de domicilio, de localidad, de país. Enfermedades temporarias. Nacimientos de hermanos. Condición de hijo/a adoptivo/a. Fallecimiento de familiar o personaje significativo. Separación y nueva pareja de los padres. Enfermedad grave de familiares inmediatos que conviven con el chico.
Pueden ser hereditarias, lo cual muchas veces es difícil de constatar; congénitas, perinatales, de los primeros años de vida; o accidentales (cerebrovasculares, traumáticas, etc.) e) Alteraciones en el ritmo y la cualidad de los procesos evolutivos Se producen lentificaciones (no detenimientos) del desarrollo psicomotriz, lingüístico, infralógico (espacio-temporal) y lógico (pensamiento): en los retrasos madurativos, las disfasias y dificultades para los aprendizajes lectoescrito y matemático y los trastornos psicomotrices. f) Sistema educativo El aprendizaje escolar se diferencia del espontáneo al estar mediado por un docente que expresa en su metodología un planteamiento que responde a los objetivos del sistema educativo. Entonces, puede existir una patología de aprendizaje que sea independiente del niño y producto de una mala transmisión del mensaje educativo, desde fallas del docente, de la metodología, del planeamiento, contenidos inapropiados o dificultades que engloben a todo el sistema escolar. Los primeros problemas se pueden originar en la concepción misma de aprendizaje, según la ideología del docente, si enseñar es simplemente la transmisión del conocimiento, o si la función del docente es acompañar al alumno en sus propios actos creativos, permitiendo que estructure, organice y construya su propio conocimiento. Cada acto de creación tiene un tiempo adecuado que será respetado por el maestro, debiendo éste conocer y aceptar el ritmo propio del niño sin intentar acelerar las etapas de construcción de las estructuras cognitivas. La excesiva rigidez en las planificaciones, centrada en la enseñanza y en el cumplimiento de currícula extensos, genera ritmos acelerados de aprendizaje que están por encima de la realidad del curso y de la etapa evolutiva que atraviesa el niño. Otras dificultades pueden originarse por aspectos de la personalidad del docente. Tanto la rigidez como la inseguridad atentan contra una correcta situación de aprendizaje; a esto pueden sumarse fallas en la formación, con carencia de planificación y objetivos. También hay falencias docentes que acarrean dificultades de aprendizaje en los niños:
La escuela no cumple con lo que dice cumplir, es decir, no consigue que los alumnos aprendan lo que dice enseñar. Se adjudican estas falencias a deficiencias metodológicas y vinculares, siendo estas últimas las condicionantes de la situación en los aspectos de relación maestro-alumno y de características generales de la organización escolar: sistema de normas y valores manifiestos y latentes que gobiernan las instituciones. En una enumeración de posibles factores por los que la escuela puede generar dificultades para aprender:
3.- Problemas específicos del aprendizaje Se evidencian en el transcurso de la escolaridad.
4. - Descripción de algunos cuadros característicos que inciden en el aprendizaje escolar
5. Algunos aportes a la prevención. Nos encontramos con una institución que cumple con una importante función social y para ello cuenta con dos protagonistas: docente y alumno. Pero ellos no están solos, ya que los acompañan muy de cerca los padres, y miembros de la comunidad que autorizan o cuestionan el proceso o los resultados de su labor conjunta. El niño no elige ir a la escuela sino que la escuela lo precede como un proyecto de sociedad en que vive y lo incluye en ella y da por sentado su presencia y su necesidad de lograr los aprendizajes que allí se imparten. En la escuela se encuentra con ese otro que ha elegido como profesión enseñar y estar en relación con sujetos jóvenes. El docente pudo elegir y se preparó especialmente para su tarea. Podemos preguntarnos: ¿qué significa enseñar para el que enseña?, ¿qué sabe?, ¿para qué transmitir?. Repensar la escuela es repensar la formación del educador. Esta es una de las tareas preventivas más importantes: su formación. ¿Qué se le ofrece para que pueda establecer una relación madura y sana con alumnos, padres y autoridades escolares?. Entre los muchos conceptos importantes que deben introducirse en la formación del docente, está el de transferencia. La transferencia posee un significado muy general que implica desplazamiento. Es una repetición de prototipos infantiles, vivida con un marcado sentimiento de actualidad. Si esto sucede en toda relación humana, ¿por qué no puede sucederle al docente y a cada uno de sus alumnos cuando están en relación?. Al docente no le corresponde analizar o interpretar la transferencia pero sí tiene que saber que ese alumno que desencadena en él rechazo, necesidad de complacerlo, ira, está remitiéndolo a modelos vinculares arcaicos y que no es él sino los fantasmas del pasado los que distorsionan la situación actual. BIBLIOGRAFIA Marina Müller: "Aprender para ser". 1987. Tallis, Minotti, y otros: "Dificultades en el aprendizaje escolar". Miño y Dávila. 1986 Sara Paín: "Diagnóstico y tratamiento de los problemas de aprendizaje" Ed. Nueva Visión. 1983. Sarah Solzi de Rofman: "Los problemas de aprendizaje desde un enfoque cognoscitivo" en Novedades Educativas Nº 64. Abril, 1996 Marina Müller: "El aprendizaje y sus problemas: tratamiento en psicopedagogía clínica" en Temas de Psicopedagogía Nº2. Anuario 1986. Irene de Franco: "Aportes de la psicopedagogía a la prevención en el proceso de aprendizaje. La situación escolar" en Temas de psicopedagogía Nº 3. Anuario1987. Magalí Muñoz de Pimentel: "¿Existen los problemas de aprendizaje?" reportaje de Fernando Avendaño en Aula Hoy Nº V. Mayo de 1996. |