Los Efectos de la Lluvia Ácida – Salud del ser Humano
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| Los Efectos de la Lluvia Ácida – Salud del ser Humano La lluvia ácida se ve, se siente y sabe igual que la lluvia limpia. La lluvia ácida no causa daños directos a los seres humanos. Caminar bajo la lluvia ácida o incluso nadar en un lago ácido no es más peligroso que caminar o nadar en agua limpia. Sin embargo, los contaminantes que producen la lluvia ácida—dióxido de azufre (SO2) y óxidos de nitrógeno (NOx)— sí son perjudiciales para la salud humana. Estos gases interactúan en la atmósfera y forman partículas finas de sulfato y nitrato que pueden ser transportadas por el viento a grandes distancias y ser inhaladas profundamente dentro de los pulmones de las personas. Las partículas finas también pueden penetrar al interior de las casas. Muchos estudios científicos han establecido una relación entre los niveles elevados de partículas finas y el aumento de las enfermedades y las muertes prematuras provocadas por problemas cardíacos y pulmonares, tales como el asma y la bronquitis.  Por razones de salud, el SO2 y los NOx se han regulado históricamente conforme a la Ley del Aire Limpio, incluido en el Programa para la Lluvia Ácida. En las regiones del este de los Estados Unidos, los aerosoles de sulfato representan alrededor del 25 por ciento de las partículas finas. Al disminuir las emisiones de SO2 y NOx de las plantas generadoras de energía, el Programa para la Lluvia Ácida reducirá los niveles de partículas finas de sulfato y nitrato, disminuyendo así la incidencia y la gravedad de esos problemas de salud. Se calcula que para el año 2010, al estar ya plenamente en práctica el Programa para la Lluvia Ácida, los beneficios que representará para la salud pública equivaldrán a $50,000 millones anuales, debido al descenso de la mortalidad, de los ingresos a hospitales y de las visitas a las salas de emergencia. También se prevé que la disminución en las emisiones de óxidos de nitrógeno tenga un beneficio en la salud humana, al reducirse los óxidos de nitrógeno que pudieran reaccionar con compuestos orgánicos volátiles y formar ozono. Entre los efectos del ozono en la salud humana se cuentan varios riesgos de mortalidad y morbilidad derivados de la inflamación pulmonar, incluidos el asma y el enfisema. Efectos de la lluvia ácida en las aguas subterráneas que afectan a la salud humana No está del todo claro que las aguas subterráneas ácidas sean por sí mismas nocivas para la salud. Pero si se conoce el efecto negativo de los metales como el aluminio y el cadmio que se libera en la tercera etapa a pH inferiores a 5. Aunque se ha encontrado casos altos de niveles de plomo zinc y cadmio aun a pH superiores (entre 5.2 y 6.4) Con respecto a los metales tenemos: Cadmio: Es el más móvil de los metales pesados comunes y debido a las altas concentraciones presentes en los países industrializados, es necesario alertar sobre su presencia. El cadmio se acumula en la corteza renal causando graves lesiones. Las principales fuentes son los fertilizantes y las debidas a la acidificación de las aguas subterráneas. Cobre: Debido a que es el metal con el cual se construye la mayoría de las cañerías, cuando las aguas se tornan corrosivas dicho elemento es disuelto. Uno de los efectos más comunes sobre la salud humana es la diarrea infantil. Aluminio: Es el más común en la corteza terrestre y si bien está unido a los minerales que constituyen la misma, la acidificación lo torna soluble. El aluminio penetra en la corriente sanguínea en forma directa pasando las barreras de protección normales del ser humano y provocando graves daños al cerebro y al sistema óseo. Si la concentración es muy elevada puede causar demencia senil y muerte. Plomo: También se libera por acidificación de las aguas y en los países donde este elemento es utilizado para la construcción de las cañerías de agua la situación se puede tornar bastantes peligrosa. Dicho elemento provoca daños considerados a nivel cerebral, sobre todo en los niños. El dióxido de azufre El dióxido de azufre reacciona con el vapor de agua y con otros compuestos químicos de la atmósfera para formar finísimas partículas de sulfato. Estas partículas aéreas son un ingrediente esencial del smog urbano. Constituyen un peligro importante a nivel sanitario. ¿Cuáles son los efectos de estas partículas sobre la salud? Las partículas finas se incrustan en el fondo de los pulmones causando inflamación y dañando los tejidos. El efecto de estas partículas es especialmente peligroso en las personas mayores y las que sufren problemas cardiorespiratorios. Recientes estudios establecieron una fuerte correlación entre una elevada concentración de partículas de sulfato en el aire y el número de ingresos en hospitales de personas afectadas por problemas cardiorrespiratorios, un mayor número de días en los que se manifiestan síntomas de asma así como una tasa superior de mortalidad atribuible a estas dolencias. Los economistas consideran que la sociedad se ahorraría, si se redujeran las emisiones de SO2 en un 50%, una cantidad de entre 500 y 5000 millones de dólares anuales. Mediante sistemas informáticos, los investigadores y los economistas pueden calcular el impacto de estos efectos sobre la salud y la economía de la sociedad. Relacionando numéricamente las emisiones de SO2 predicen en qué medida disminuyen los casos de dolencias cardiorrespiratorias y muertes. Por ejemplo, se considera que una reducción de las emisiones de SO2 del 50% al este del Canadá y en los Estados Unidos (se trata de reducciones complementarias a las previstas en el marco del Programa de lucha contra las lluvias ácidas en el este del Canadá y los EEUU Acid Rain Program) la población canadiense obtendría los siguientes beneficios: * 550 muertes prematuras menos al año * 1520 visitas menos a las urgencias de los hospitales al año  Los Estados Unidos también consideraron los beneficios para la salud de su propio programa, tanto para la población canadiense como para la población americana. Los cálculos indican que los ahorros totales ascenderían a 10,6 mil millones de dólares, 40 mil millones para el año 2010, siempre y cuando este programa se aplicara íntegramente. En Canadá, los beneficios considerados se concretarían sobre todo en el pasillo -Quebec Windsor-, donde vive la mayor parte de la población canadiense susceptible de sufrir el transporte transfronterizo de SO2 emitido en los EE.UU. Para el año 2010, se calcula aproximadamente en 955 millones de dólares, (más de mil millones de dólares canadienses) los ahorros anuales en sanidad que supondría la aplicación de este programa. |
