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Obra poética En los años en que triunfa el Modernismo aparece Soledades (1903) y luego –suprimidas algunas composiciones y añadidas muchas más- Soledades, galerías y otros poemas (1907). A pesar de una tendencia a la sobriedad expresiva que se observa en los poemas de la segunda edición, es mucho lo que hay de modernismo en la obra. Se trata, eso sí, de un Modernismo intimista, con esa veta romántica que recuerda a Bécquer o Rosalía de Castro. En esta obra Machado “mira hacia dentro”, tratando de apresar sentimientos universales que conciernen, ante todo, a los temas de el tiempo, la muerte y Dios. Es decir, habla del problema del destino del hombre. Sin embargo, también hay recuerdos nostálgicos de la infancia, evocaciones del paisaje y un amor más soñado que vivido. Soledad, melancolía o angustia son los resultados de ese mirar hacia el fondo del alma. Esa influencia modernista se nota también en la versificación, donde hay una presencia reveladora de dodecasílabos y alejandrinos; sin embargo, ya se observa el gusto por formas más sencillas, como la silva. Campos de Castilla se publica en 1912, poco antes de la muerte de Leonor. Los “enigmas del hombre y del mundo” la siguen inspirando poemas pesimistas, pero loo que aporta de nuevo este libro son los cuadros de paisajes y de Gentes de Castilla, o las meditaciones sobre la realidad española. El paisaje aparece recogido en algunos poemas, con una objetividad absoluta; sin embargo en otros la subjetividad es esencial, porque o bien proyecta sus sentimientos sobre esas tierras, en una selección que prefiere lo austero de las mismas, o bien trata de mostrar en ellos sus obsesiones y estado de ánimo. La preocupación patriótica le inspira poemas sobre el pasado, el presente o el futuro de España, y en ellos se observa una actitud crítica hacia la realidad española. En otros, por el contrario, ofrece una visión histórica y progresista, que muestran su fe en una “nueva España” que sabrá salir adelante. Es interesante resaltar la inclusión en la obra de la serie de Proverbios y cantares, poemas muy breves en los que surgen las hondas preocupaciones del poeta. Nuevas canciones se publica en 1924. Es una obra breve y heterogénea, con poemas que aluden a su tierra andaluza, pero que no sacuden su sensibilidad como lo hacen aquellos en que vuelve a evocar a Soria. También encontraremos composiciones intimistas, pero hay que destacar que continúa aquí con nuevos Proverbios y cantares, que en esta obra enseñan preocupaciones no tan íntimas, sino de carácter más filosófico. En los años posteriores a 1924 su producción poética empieza a ser escasa, y no publica nuevos libros de poemas, y sí diversas ediciones de sus Poesías completas, con poemas que se van añadiendo cada vez, como el Cancionero Apócrifo de Abel Martín y Juan de Mairena, poetas inventados por él. También son destacables sus Poesías de guerra, una veintena de composiciones en las que se muestra como un poeta comprometido con la causa republicana. Machado significa la hondura en el enfoque de graves problemas humanos, la identificación de un poeta con una tierra, un ejemplo de fidelidad a sí mismo y a su pueblo. Para él, la poesía existe en virtud de unos sentimientos que se dan históricamente como producto de los valores que crean los hombres, es una manera de expresar la propia existencia, y al mismo tiempo es un modo de conocimiento.
Juan Ramón Jiménez. NOVECENTISMO O GENERACIÓN DEL 14 El Novecentismo supone la irrupción en España de una generación de intelectuales que tratan de realizar una verdadera modernización intelectual del país. Aunque España permanece neutral en la I Guerra Mundial, sufre igualmente profundos cambios a partir de esa fecha: fuertes conflictos sociales, crecimiento de la pequeña burguesía reformista, protagonismo de los movimientos obreros… Y es en este ámbito en el que se consolida un tipo de intelectual diferente: ya no se trata de los bohemios modernistas, que suelen ganarse la vida con sus artículos periodísticos, sino de profesionales sólidamente formados y de titulados universitarios que defienden la claridad racional y el europeísmo como camino a seguir para esa modernización. Características Entre las características más destacadas de los autores de este movimiento, podemos destacar:
JUAN RAMÓN JIMÉNEZ Juan Ramón Jiménez Mantecón. (Moguer, Huelva, 23 de diciembre de 1881 – San Juan, Puerto Rico, 29 de mayo de 1958). Poeta español y premio Nobel de Literatura. Estudia en la Universidad de Sevilla, pero abandona Derecho y Pintura para dedicarse a la literatura influenciado por Rubén Darío y los simbolistas franceses. Tiene varias crisis de neurosis depresiva y permanece ingresado en Francia y en Madrid. En esta ciudad se instala definitivamente; realiza viajes a Francia y a Estados Unidos, donde se casa en 1916 con Zenobia Camprubí. En 1936, al estallar la Guerra Civil española, se exilia a Estados Unidos, Cuba y Puerto Rico. En este último país recibe la noticia de la concesión del Premio Nobel de Literatura en 1956. Obra poética La crítica suele dividir su trayectoria poética en tres etapas: Época sensitiva (1898-1915): marcada por la influencia de Bécquer, el Simbolismo y el Modernismo. En ella predominan las descripciones del paisaje, los sentimientos vagos, la melancolía, la música y el color, los recuerdos y ensueños amorosos. Se trata de una poesía emotiva y sentimental donde se trasluce la sensibilidad del poeta a través del perfeccionismo de la estructura formal. Su obra más importante es Arias tristes, donde encontramos una poesía “vestida de inocencia”, es decir, sencilla de formas y transparente de emoción, y en ella el sentimiento de soledad, de melancolía, o los temas del paso del tiempo y la muerte alcanzan una enorme expresividad. Época intelectual (1916-1936): Esta etapa viene marcada por el Diario de un poeta recién casado. En este libro se produce un cambio radical respecto a la etapa anterior: desaparece el léxico modernista, la adjetivación sensorial o los ritmos sonoros. Se trata de una “poesía desnuda”, en la que se elimina lo anecdótico para dejar paso a la concentración conceptual y emotiva. Por eso predominan los poemas breves, densos, con versos breves y sin rima o con leves asonancias. Se inicia asimismo una evolución espiritual que lo lleva a buscar la trascendencia. En su deseo de salvarse ante la muerte se esfuerza por alcanzar la eternidad, que busca conseguir a través de la belleza y la depuración poética. Época suficiente o verdadera (1937-1958): Durante su exilio en América, Juan Ramón prosigue con su indagación poética, en busca de una obra más exigente y ambiciosa. A esta etapa corresponden En el otro costado y, sobre todo, Dios deseado y deseante. Esta última obra es un conjunto de poemas de tono místico: la sed de eternidad le ha llevado al contacto o a la posesión de un dios que se identifica con la naturaleza, con la belleza o con la propia conciencia creadora. Su idea de poesía está presidida por una triple sed: sed de belleza, sed de conocimiento y sed de eternidad. Ante todo, para Juan Ramón, poesía es belleza, expresión de un goce exaltado de lo bello, donde quiera que se encuentre. Pero la poesía es también un modo de conocimiento, de penetración en la esencia de las cosas, un camino hacia la verdad. Por último, es la expresión de su ansia de eternidad, concebida precisamente como posesión de la belleza y la verdad: de ahí su preocupación angustiosa por la fugacidad de las cosas, y de ahí también su especial idea de Dios, a quien identifica con la naturaleza, con la belleza absoluta o con la propia conciencia creadora.
Los modernistas habían traído novedades, pero no podía hablarse de ruptura con respecto a la literatura anterior, sino más bien de innovación. En cambio, los movimientos de vanguardia sí que significan una verdadera ruptura. Con el término de “vanguardia” se ha designado a aquellos movimientos que se oponen a la estética anterior y que proponen concepciones profundamente nuevas del arte y de las letras. En España comenzarán a gestarse a partir de 1914, pero será en los años 20 cuando se observe ese alejamiento progresivo de la realidad y la intensificación de la exploración estética que caracterizará a los movimientos de vanguardia. Ramón Gómez de la Serna (Madrid, 1888 – Buenos Aires, 1963) fue el impulsor de las vanguardias en España. Fue un escritor puro. El mundo le resultaba un circo grotesco y lo describía con humor, y también con un poso de amargura. Su vida y obra son una continua ruptura de las convenciones. Cultiva lo extravagante, lo grotesco, lo provocativo. Defendió las nuevas corrientes de vanguardia, y creó un género que le es característico: la greguería: él mismo la define como “Humorismo + Metáfora”: son apuntes breves que encierran una metáfora insólita, y que en un buen número de casos es como un chiste, se acerca a una máxima filosófica o encierra un profundo lirismo: “De la nieve caída en el lago nacen los cisnes”, “Hay suspiros que comunican la vida con la muerte”. Además de sus varios tomos de Greguerías, escribió cuentos y novelas, memorias, biografías, ensayos… Pero, sin duda, su importancia radica en abrir un nuevo camino en la literatura española y en servir de inspiración a muchos de los poetas que vendrían tras él.
Generación del 27 es la denominación con que se agrupa a un conjunto de poetas que en apenas dos lustros de actividad creadora se convirtieron en el más notable grupo literario de la época. Integrarían esa generación, en función de su año de nacimiento, Pedro Salinas, Jorge Guillén, Gerardo Diego, Vicente Aleixandre, Federico García Lorca, Emilio Prados, Rafael Alberti, Luis Cernuda y Manuel Altolaguirre. Es frecuente añadir a esta nómina a Dámaso Alonso, aunque, como él dice, «he acompañado a esta generación como crítico, apenas como poeta»; sus más importantes libros de poesía los publicó ya en la posguerra. Miguel Hernández, aunque más joven, ha sido considerado también por sus influencias y relaciones personales y por la fecha de publicación de sus libros como epígono de la generación del 27. Se le ha llamado también «generación de la amistad». Dámaso Alonso ha recordado los «contactos personales que pronto se convertirán en una amistad duradera». Algunos datos destacables son:
Mantienen afinidades estéticas; los poetas del 27 comparten cierta tendencia al equilibrio:
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