La homosexualidad no es una enfermedad mental




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LA HOMOSEXUALIDAD NO ES UNA ENFERMEDAD MENTAL.
Santiago, 08 Noviembre 2004.


La Orientación Sexual.
La orientación sexual es uno de los cuatro componentes de la sexualidad y esta caracterizada por una permanente atracción emocional , romántica , sexual o afectiva hacia individuos de un genero particular. Los otros tres componentes de la sexualidad son el sexo biológico, la identidad de genero (la percepción psicológica de ser masculino o femenino) y el rol sexual social (adherencia a normas culturales para comportamientos femeninos o masculinos). Existen tres tipos de orientaciones sexuales reconocidas: heterosexual, atracción hacia individuos del genero opuesto; homosexual , atracción hacia individuos del mismo genero ; bisexual , atracción hacia miembros de cualquier genero. Las personas con orientación homosexual son a veces llamados gay (hombres o mujeres) o lesbianas (solo mujeres).

La orientación sexual es diferente del comportamiento sexual porque la primera se refiere a sentimientos y concepto de si mismo. Las personas pueden o no expresar su orientación en su comportamiento.
Los Homosexuales somos mentalmente sanos
En los años setenta, la Asociación de Psicólogos y la Asociación de Psiquiatras de los Estados Unidos revisaron sus posiciones con respecto a la homosexualidad. Ambas organizaciones determinaron que la homosexualidad no es una enfermedad mental. Sin embargo, quizás algunas personas puedan tratar de decirte que estás enfermo y que necesitas ayuda profesional para "cambiar". No hay evidencia científicamente válida de que la gente puede cambiar su orientación sexual, aunque hay personas que la reprime. Y ya que el ser gay no es ninguna enfermedad, no hay ninguna razón por la que quieras tratar de cambiar.
Psicólogos, Psiquiatras y otros profesionales de la salud mental concuerdan en que la homosexualidad no es una enfermedad, un desorden mental ni un problema emocional. Investigaciones científicas durante los últimos 35 años muestran que la orientación homosexual no esta asociada con problemas emocionales o sociales.

En el pasado se creía que la homosexualidad era una enfermedad mental porque los profesionales de la salud mental y la sociedad tenían información influenciada pues la mayoría de estudios solo incluían personas homosexuales que estaban en terapia. Cuando los investigadores empezaron a analizar información de personas homosexuales que no estaba en terapia se encontró que la idea de que la homosexualidad era una enfermedad mental era falsa.

En 1973 la Asociación Psiquiátrica Americana confirmo la importancia de las nuevas investigaciones removiendo el termino homosexualidad del manual oficial que listaba todos los desordenes mentales y emocionales.

En 1975 la Asociación Psicológica Americana pasó una resolución apoyando esta acción. Ambas asociaciones insisten a todos los profesionales de la salud mental para que ayuden a desactivar el estigma de enfermedad mental que algunas personas todavía asocian con la orientación homosexual. Desde la desclasificación original de la homosexualidad como desorden emocional, diversos estudios de ambas asociaciones han confirmado esta decisión.
Es correcto el buscar ayuda para poder lidiar con los sentimientos confusos que puedas tener sobre tu orientación sexual. El salir del clóset es una decisión muy importante en la vida y de la misma manera que para lograr cualquier meta personal, quizás necesites buscar ayuda profesional durante el proceso. Recuerda: la ansiedad que estás sintiendo es probablemente el resultado de un prejuicio familiar o social en contra de la homosexualidad, no la causa la propia homosexualidad
Terapias para cambiar la orientación sexual
En Diciembre 1998, se emitió una declaración de posición con respecto a que la American Psychiatric Association (APA) se opone a cualquier tratamiento psiquiátrico, tal como terapia “reparadora” o de conversión, que se base sobre asumir que la homosexualidad per se es un desorden mental o en el supuesto que el paciente debería cambiar su orientación sexual homosexual. Con esto la APA se unió a muchas otras organizaciones profesionales que se oponen o son críticas con las terapias “reparadoras”.
La siguiente Declaración de Postura se explaya y elabora sobre la declaración emitida a fin de dirigirse más a preocupaciones públicas y profesionales sobre terapias dirigidas al cambio de orientación o identidad sexual del paciente. Aumenta la declaración de 1998 más que reemplazarla.
Declaración de Postura
En el pasado, definir a la homosexualidad como una enfermedad atrincheraba el oprobio moral de la sociedad con las relaciones entre el mismo sexo. En el clima social actual, declarar que la homosexualidad es un desorden mental surge de los esfuerzos para desacreditar una creciente aceptación de la homosexualidad como variante normal de la sexualidad humana. Consecuentemente, la cuestión de cambiar la orientación sexual se ha politizado mucho. La integración de gays y lesbianas al cauce principal de la sociedad Americana encuentra la oposición de aquellos que temen que tal integración esté mal moralmente y sea dañina para la trama social.

Los debates políticos y morales que rodean a este tema han oscurecido la información científica al cuestionar los motivos y hasta el carácter de individuos en ambos lados de la cuestión. Este documento intenta esclarecer en algo este punto candente.

La validez, eficacia y ética de intentos clínicos para cambiar la orientación sexual del individuo han sido desafiadas. A la fecha, no existen estudios de resultado con rigor científico para determinar la eficacia actual o el daño por los tratamientos reparadores. Hay escasos datos científicos sobre los criterios de selección, riesgos contra beneficios del tratamiento y consecuencias a largo plazo de las terapias reparadoras. La literatura consiste de informes anecdóticos de individuos que sostienen haber cambiado, personas que afirman que intentos de cambios les fueron dañinos, y otros que afirmaron haber cambiado y luego se retractaron de sus afirmaciones.

Con poca información sobre pacientes, no es posible evaluar las teorías que racionalizan la conducta de terapias “reparadoras” o de conversión . En primer lugar, están en desavenencia con la postura científica de la Asociación Americana de Psiquiatría que ha sostenido, desde 1973, que la homosexualidad, en sí misma, no es un desorden mental. Las teorías de terapistas “reparadores” definen a la homosexualidad como una detención de desarrollo, una severa forma de psicopatología, o alguna combinación de ambas. En años recientes, conocidos practicantes de “terapia reparadora” han integrado abiertamente teorías psicoanalíticas más viejas que patologizan la homosexualidad con creencias religiosas tradicionales que la condenan.

Las primeras críticas científicas de las primeras teorías y creencias religiosas informando terapias “reparadoras” o de conversión, vinieron en primer lugar de parte de investigadores en Sexología. Posteriormente, las críticas también surgieron de fuentes psicoanalíticas. Incluso ha habido un pensamiento religioso en aumento argumentando contra interpretaciones tradicionales, bíblicas, que condenan la homosexualidad y que subyacen en tipos religiosos de terapia “reparadora”.
Antecedentes
1. La APA afirma su posición de 1973 sobre que la homosexualidad per se no es un desorden mental diagnosticable. Esfuerzos recientemente publicitados para repatologizar a la homosexualidad afirmando que puede ser curada, frecuentemente están motivados no por la investigación científica o psiquiátrica rigurosa, sino a veces por fuerzas religiosas y políticas que se oponen a derechos civiles plenos para hombres gay y para lesbianas. Se recomienda responder pronto y apropiadamente como organización científica cuando se emitan afirmaciones que la homosexualidad es "una enfermedad curable", hechas por grupos políticos o religiosos.
2. Como principio general, un terapista no debería determinar la meta del tratamiento coercitivamente ni a través de una influencia sutil. Modalidades psicoterapéuticas para convertir o “reparar” la homosexualidad se basan en teorías desarrollistas cuya validez científica es cuestionable. Es más, informes anecdóticos sobre “curas” están equilibrados por afirmaciones anecdóticas sobre daño psicológico. En las últimas cuatro décadas terapeutas “reparadores” no han producido ninguna investigación científica rigurosa para substanciar sus afirmaciones de cura.

Hasta tanto no esté disponible tal investigación, APA recomienda que los practicantes éticos eviten intentar cambiar la orientación sexual de individuos, recordando el dictado médico de "Primero, no dañar" (primun non nocere)
3. La literatura sobre terapias “reparadoras” usa teorías que hacen que sea difícil formular criterios de selección científica para su modalidad de tratamiento. Esta literatura no solo ignora el impacto del estigma social en la motivación de esfuerzos para curar la homosexualidad, es una literatura que además la estigmatiza activamente.

La literatura sobre terapias “reparadoras” también tiende a sobreafirmar los resultados del tratamiento mientras descuida los riesgos potenciales para los pacientes. APA estimula y apoya la investigación en el NIMH (Instituto de Salud Mental) para que la comunidad de investigación académica determine mejor los riegos de las terapias “reparadoras” en relación a sus beneficios.
La declaración de posición de la Asociación Americana de Psiquiatría sobre Tratamiento Psiquiátrico y Orientación Sexual. Diciembre 11, 1998

El Consejo de Apoderados de la APA retiraron la homosexualidad del DSM en 1973, después de revisar la evidencia de que no era un desorden mental. En 1987, la homosexualidad egodistónica no estaba incluida en el DSM-III-R después de una revisión similar.

La Asociación Americana de Psiquiatría actualmente no tiene una posición formal de postura sobre tratamientos que intenten cambiar la orientación sexual de las personas, también conocida como terapia reparadora o de conversión.

Hay un comunicado de APA en 1997 sobre "Temas Homosexuales y Bisexuales", que afirma que no hay ninguna evidencia científica publicada que sostenga la eficacia de terapia reparadora como tratamiento para cambiar la orientación sexual.

Los riesgos potenciales de la terapia reparadora son grandes, incluyendo estos la depresión, ansiedad y conductas auto-destructivas, ya que la alineación terapista con los prejuicios sociales contra la homosexualidad pueden reforzar el odio contra sí mismo ya experimentado por el paciente. Muchos pacientes que han pasado por terapia reparadora relatan que se les dijo incorrectamente que los homosexuales son individuos solitarios e infelices que nunca logran aceptación ni satisfacción. La posibilidad de que la persona pueda lograr la felicidad y encontrar relaciones interpersonales satisfactorias como hombre gay o lesbiana no está presentada, ni son discutidos los enfoques alternativos para tratar los efectos de la estigmatización social.

La APA reconoce que, en el transcurso del tratamiento psiquiátrico, puede haber indicaciones clínicas apropiadas para intentar cambiar conductas sexuales.

La Asociación Americana de Psiquiatría ya ha tomado posturas claras contra la discriminación, el prejuicio y el tratamiento no ético sobre variedad de temas, incluyendo la discriminación basada en la orientación sexual.
Fuente: SantiagoGay.com)

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