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![]() La Doctrina de La Iglesia T7 Instituto Bíblico Reformado Por Esteban Brauning CONTENIDO Introducción: ¿Qué es la Iglesia? I. La Doctrina de La Iglesia: Identidad y Definición A. La Iglesia En La Biblia B. Símbolos Descriptivos de La Iglesia en La Biblia C. La Identidad Trinitaria de la Iglesia D. Los Aspectos de la Iglesia II. Las Marcas de La Iglesia A. Las Marcas Tradicionales B. Otras Marcas o Atributos Bíblicos III. El Propósito y Obra de la Iglesia A. Hacia Dios: Alabanza y Gloria B. Hacia Sí Misma: Edificación y Discipulado C. Hacia el Mundo: Testimonio y Extensión IV. La Iglesia Primitiva Como Modelo de Ministerio y Función A. Operaba bajo dirección del Espíritu Santo B. Vivía una vida de verdadera comunidad C. Personas de diversas culturas y niveles sociales D. Gobierno representativo E. Dispuesta a crecer V. La Iglesia y el Templo A. Base Bíblica e Histórica B. Base Práctica CONCLUSIÓN Introducción: ¿Qué es la Iglesia? Esta pregunta es muy importante hoy en día. Aunque la palabra, “iglesia” es común, el concepto bíblico de la iglesia es poco conocido entre el público en general, y aun entre los feligreses evangélicos. Un ejemplo de esta confusión es la calcomanía que yo he visto laminada en cristales de vehículos y en puertas de casas: “Yo amo mi Iglesia Católica.” Al lado de las palabras hay un dibujo de una catedral. ¡Parece que la persona está expresando su lealtad o afecto hacia un edificio! Aun los evangélicos nos equivocamos en cuanto a la iglesia cuando hablamos de, “la iglesia de pastor fulano”, ¡como si fuera posible que una persona pudiera adueñarse de la iglesia! Puede ser que parte de la confusión viene del uso variado y legítimo de la palabra, “Iglesia”. A veces, cuando hablamos de la Iglesia, queremos decir una congregación cristiana específica en un local. En otras ocasiones, hablamos de la Iglesia como un concilio o denominación cristiana, o mejor dicho una agrupación de Iglesias. Y en otras instancias, usamos la palabra Iglesia para referir a todos los creyentes verdaderos en todo el mundo. Cualquiera de estos usos es correcto, porque todos estos ejemplos son aspectos de la Iglesia verdadera. Este estudio pretende presentar de forma clara y breve la doctrina bíblica sobre la iglesia y algunos aspectos y aplicaciones prácticas basadas en esa doctrina. Aquí en este estudio, cuando referimos a la iglesia, mayormente estamos usando el sentido general de la palabra, el de la Iglesia universal. Aclaramos esta distinción más luego. I. La Doctrina de La Iglesia: Identidad y Definición Comenzaremos con la palabra que se usa en el idioma original del Nuevo Testamento, el griego “koiné”, o, común, del primer siglo. La palabra en español “iglesia” viene de la palabra griega “ekklesía”, la cual está compuesta de dos palabras. La primera, “ek”, significa, “desde”, o “fuera de”; la segunda, que viene de la raíz, “kaleo”, significa “llamado”. Las dos palabras juntas conlleva una significación de, “ser llamado afuera de”. Sin embargo, el uso más común o simple indica una asamblea o convocación de personas. Estos llamados, la convocación, o la asamblea, es lo que constituye la iglesia en su en su forma más sencilla. PREGUNTAS: 1. Apunte tres diferentes sentidos la palabra Iglesia: 1)_______________________________________________ ___________________________________________________ 2)_________________________________________________ ___________________________________________________ 3)_________________________________________________ ___________________________________________________ 2. ¿La palabra “Iglesia” en español viene de qué palabra griega?___________________________________________ A. La Iglesia En La Biblia La Iglesia se presenta en la Biblia como la culminación de la historia redentiva. La Iglesia es la meta, el producto y el resultado de toda la obra de Dios en la Biblia. Es lo que Dios quiso establecer desde el principio. Pero, no empieza así. Al contrario, la palabra “iglesia” no aparece en el Antiguo Testamento en español. Aparece solamente tres veces antes que en los Hechos, exclusivamente en el Evangelio según Mateo. Aun en los Hechos, la Iglesia es un grupo aparentemente pequeño, precario, y limitado. Pero ya en las epístolas de Pablo, Pedro, y Juan, vemos la Iglesia madurando. Y en la visión futura del Apocalipsis, la Iglesia llega a su verdadera definición: la gloriosa novia del Cordero, y heredera del Reino de los Cielos. 1. La Iglesia en el Antiguo Testamento A pesar de que la palabra “iglesia” no aparece en el Antiguo Testamento en español, la Iglesia tiene su principio aun antes de la creación física. Dios ya había determinado la existencia de Iglesia cuando “nos escogió en Cristo antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de él, en amor habiéndonos predestinados para ser adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo, según el puro afecto de su voluntad.” (Efesios 1:4 y 5) En cuanto a la historia humana, la Iglesia hace sentir su presencia no solamente después de Pentecostés, sino desde el Huerto de Edén. Adán y Eva creyeron la promesa de Dios en cuanto al salvador venidero quien heriría a la serpiente en la cabeza (Génesis 3:15). Algunos discutirían la fe y salvación de Adán y Eva. Pero vemos por lo menos la fe de Eva cuando declara, al dar a luz a su hijo primogénito, “Por voluntad de Jehová he adquirido varón” (Génesis 4:1). Ella creía la promesa de un salvador y vio a su primogénito como cumplimiento parcial de ella. A través del Antiguo Testamento, todos los que verdaderamente creyeron en la promesa de Dios fueron salvos. Entonces, forman parte de la gran comunión de los santos de todas las edades que es la Iglesia Universal. Abel, Enoc, Noé, Jacob, José, y Moisés son elogiados como héroes de la fe en Hebreos capítulo 11. Abraham “creyó a Dios y le fue contado por justicia” (Romanos 4:3). En Gálatas 6:16, el apóstol Pablo declara que la relación entre Israel y la Iglesia es absoluta, no figurativa: todos los que andan conforme al evangelio son el verdadero Israel de Dios. El pueblo de Israel es un elemento especial de la Iglesia, porque formó una asamblea teocrática que tipifica la Iglesia del Nuevo Testamento. Teocrática quiere decir, “gobernada por Dios”. La Iglesia hoy en día también es una asamblea teocrática, porque Cristo es nuestro Señor. También, Israel forma una parte integral y fundamental de la Iglesia Universal. Dios escogió, llamó, rescató, y estableció la nación judía como su propia morada(Levítico 26:11), como una nación santa, y como su pueblo preferido(Deuteronomio 7:6, etc.). Vemos esto en el trato de Dios con el pueblo de Israel, que es igual como Él trata con la Iglesia. Aquí hay una lista de ocho elementos de la relación de Dios con Israel que tienen paralelos con la Iglesia hoy en día. 1. Elección: Dios escogió a la nación de Israel : ”Jehová tu Dios te ha escogido para serle un pueblo especial” (Deuteronomio 7:6) 2. Israel es la posesión de Dios: “Porque JAH ha escogido a Jacob para sí; a Israel por posesión suya.”(Salmo 135:4) 3. Es un pueblo adquirido y redimido: “Acuérdate de tu congregación, la que adquiriste desde tiempos antiguos, la que redimiste para hacerla la tribu de tu herencia.” (Salmo 74:2) 4. Dios le dio un herencia: (vea el versículo anterior) 5. La presencia de Dios estaba con Israel: “Pondré mi morada en medio de vosotros, y mi alma no os abominará; y andaré entre vosotros, y yo seré vuestro Dios, y vosotros seréis mi pueblo.” (Levítico 26:11 y 12) 6. Es un pueblo santo: ”Y vosotros seréis un reino de sacerdotes, y gente santa...”(Éxodo 19:6) 7. Israel es “ luz de las naciones, para que seas mi salvación hasta lo postrero de la tierra.”(Isaías 49:6) 8. Es un pueblo que alaba a Dios: “Este pueblo he creado para mí; mis alabanzas publicará.” (Isaías 43:21) En todos estos aspectos, la nación de Israel es más que una tipificación de la iglesia; forma parte de la Iglesia Universal como la fundación, el cimiento, encima del cual Dios iba a seguir edificando. El Apóstol Pablo indica la parte que Israel ha jugado en el gran esquema de redención: “...”mis parientes según la carne, que son israelitas, de los cuales son la adopción, la gloria, el pacto, la promulgación de la ley, el culto y las promesas; de quienes son las patriarcas, y de los cuales, según la carne, vino Cristo, el cual es Dios sobre todas las cosas, bendito por los siglos. Amén.” (Romanos 9:3-5) El Apóstol Pedro también considera la Iglesia como una extensión de Israel, cuando aplica el mismo vocabulario que refería a Israel, a la Iglesia: “Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable; vosotros que en otro tiempo no erais pueblo, pero que ahora sois pueblo de Dios; que en otro tiempo no habías alcanzado misericordia; pero ahora habéis alcanzado misericordia.”(I Pedro 2:9 y 10) En estos dos versículos, Pedro cita no menos de seis referencias del Antiguo Testamento que, en sus contextos originales, se referían a Israel. Son: Éxodo 19:5 y 6; Deuteronomio 4:20; 7:6; 14:2; 26:18; y Oseas 2:23. Todos estos ahora se atribuyen a la Iglesia neotestamentaria. Así vemos que Israel formaba parte de la Iglesia Universal. Pero es importante notar que ni aun en el Antiguo Testamento era el pueblo escogido exclusivamente de una sola raza. Elías fue enviado a la mujer en Sarepta cuando había una gran hambre en la tierra(1 Reyes 17:8-16). Eliseo fue el instrumento para sanar a Naamán el sirio(2 Reyes 5:1-14). Rahab, de Jericó, se salvó por su fe y se integró al pueblo de Israel, como también hizo Rut, la moabita. Estas dos mujeres gentiles se mencionan en la genealogía de Jesucristo en Mateo capítulo 1(vea versículo 5). Dios siempre ha tenido una visión amplia de la salvación, y siempre ha asegurado una naturaleza universal de su pueblo. En este sentido, el pueblo de Israel profetizaba la naturaleza internacional de la Iglesia neotestamentaria. También, es necesario ver que no todos los que formaban parte de la nación israelita según la carne, fueron salvos. Desde la formación de la Iglesia, en el Huerto de Edén, había los que abrogaban su derecho de formar parte del pueblo. Caín es un ejemplo claro: su castigo fue ser apartado de la comunidad. En los pactos de Dios con Abraham y con Moisés, siempre existía la parte de castigo y maldición para los que no cumplían. Una de las formas más drásticas de castigo era la de separación de pueblo: se menciona 23 veces en los libros de Éxodo, Levítico y Números. En Romanos capítulo 9, Pablo vuelve a este punto cuando dice, “no todos los que descienden de Israel son israelitas”(versículo 6) porque “no son los que son hijos según la carne que son hijos de Dios, sino los que son hijos según la promesa”(versículo 8). Los hijos según la carne, Israel, también tenían y tienen que ser salvos según la promesa. Y la promesa se refiere a la salvación que es por gracia por medio de la fe. El número de estos hijos según la promesa incluye a todos los que a través de los siglos y milenios hemos creído: los de Israel y los del resto de las naciones. Entonces, vemos la Iglesia como el cumplimiento de Israel, como dice Romanos 11:26: “y luego todo Israel será salvo”. Esto es porque, “los que son de la fe, éstos son hijos de Abraham” (Gálatas 3:7). Pablo confirma esto cuando dice, “A todos los que andan conforme a esta regla, paz y misericordia sea a ellos, y al Israel de Dios” (Gálatas 6:16). La comprobación final de la realidad de la incorporación de Israel en la Iglesia se encuentra en el libro del Apocalipsis. Uno de los elementos constantes en las visiones del Apóstol Juan, son los veinticuatro ancianos: aparecen doce veces en el libro, desde capítulo cuatro hasta el capítulo diecinueve. Había doce tribus de Israel y doce apóstoles: el número veinticuatro indica la acumulación de estos representantes de los dos pactos o épocas, en un solo cuerpo. Esta agrupación está claramente especificada en Apocalipsis 21, en la descripción de la nueva ciudad Jerusalén, que descendía del cielo, de Dios, hasta la tierra. Tenía doce puertas, inscritas con los nombres de las doce tribus de Israel (versículo 12). Y tenía doce cimientos, y sobre ellos los nombres de los doce apóstoles(versículo 14). Alguien diría que Israel no puede formar parte de la Iglesia, porque Cristo no había venido. Pero, si son salvos los héroes de la fe, ¿no es acaso por fe en Cristo? ¡Claro que sí! Ellos tenían fe en el Mesías prometido, el Cristo de la profecía. Entonces, ellos fueron salvos igual como nosotros hoy: por fe en Jesucristo. Estos santos pre-Cristianos tenían que contentarse con la esperanza de las cosas que habrían de venir. Y su fe ha sido comprobada y confirmada con los sucesos históricos. Entonces, forman también parte del gran esquema de Dios, la redención de un pueblo para si mismo. Son los pies y las piernas del Cuerpo de Cristo. 3. ¿Cómo es que el pueblo de Israel tipifica la Iglesia de hoy en día?______________________________________________ __________________________________________________ ___________________________________________________ 4. ¿Cuáles son algunas de las formas que Dios trató con el pueblo de Israel, que son iguales en su trato con la Iglesia hoy en día? (Mencione por lo menos cuatro) 1. 2. 3. 4. 5. ¿Fueron las bendiciones de los pactos de Dios con el pueblo de Israel limitadas exclusivamente a una sola raza? (Si O No) ¿Cómo lo sabemos? 6. ¿Cómo fueron salvos los grandes héroes de la fe del Antiguo Testamento? 7. ¿Cómo confirma Apocalipsis que Israel forma parte de la Iglesia Universal? |
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