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Dolor crónico producido por bruxismoEn este trabajo nos referimos especialmente al dolor crónico por ser el menos conocido por el paciente y por el profesional. Debe ser claramente diferenciado del dolor agudo por razones terapéuticas y de pronóstico. En la práctica el paciente consulta por un episodio agudo que se inserta en un cuadro de dolor crónico preexistente. Un ejemplo típico es el caso de las extracciones de premolares y molares mandibulares en las que se hace una gran fuerza de palanca. El paciente refiere un gran dolor posoperatorio en la zona del oido con irradiación hacia arriba o hacia el agujero mentoniano que no cede ante la medicación sintomática sino en una medida muy pequeña. Una anamnesis cuidadosa y un examen de las ATM músculos involuncrados y facetas de hábitos de bruxismo, así como otras experiencias dolorosas anteriores permiten comprender que este trauma se ha convertido en el activador o mecanismo gatillo (Trigger) de un estereotipo doloroso preexistente y cuya acción no cede sino particularmente ante una terapéutica medicamentosa antiálgica. Por la frecuencia de estos episodios así cmo los dolores de oído o cefaleas no imputables a causa otorrinológicas o neurológicas es importante que el dentista que hace práctica general (la mayoría en América Latina) conozca sus rasgos predominantes. Estos son los siguientes: PREDISPOSICIÓNPadecen de él quienes tienen tendencia a sufrirlo; existen una amplia bibliografía sobre el llamado paciente predispuesto (paiprone disorder) en el que hay una serie de factores anímicos y psicológios que probablemente tienen que ver con rasgos de personalidad y que hasta el momento no es comprendido suficientemente. MULTICAUSALIDADLas explicaciones simplistas han ido cediendo terreno ante la avalancha de evidencias de que más que un mecanismo periférico (en nuestra profesión se pretende fundamentar toda la etiología y tratamiento solamente por la manera de relacionarse las cúspides entre sí) existe una compleja interacción de mecanismos centrales, psicomáticos, hábitos de movimiento y estructuras morfológicas esqueletales. Las estructuras y sistemas formales de interacción de esta problemática multifactorial deben ser conocidos y manejados por el profesional experto en el tema para encarar una terapéutica coherente que conduzca a resultados satisfactorios. AUTOPERPETUANTEEstos cuadros crónicos no curan por sí mismos sino que tienden a asentarse en su carácter de insanable. Es muy importante que el paciente lo entienda, pues su tendencia natural es la dejarse estar, abandonarse al escepticismo huir del consultorio ante el temor de tener algo muy grave (fobias) o creer que se va a pasar ante una momentanea atenuación sintomática. La terapia cognitiva consistente en hacerle comprender el carácter circular de realimentación cuyos mecanismos hay que explicarle) que hacen que la acción del dolor crónico se transforman en causa de la acentuación de sus efectos. El dolor genera más dolor y hace que se transforme en una enfermedad en sí, independiente de la causa que lo generó. PROGRESIVOEs un elemento a tener en cuenta y resulta del factor anteriormente explicado. En la medida que los mecanismos circulares autoperpetuantes se instalan y afirman; resulta cada vez más difícil volver al estado anterior del equilibrio. La facilitación y el reforzamiento son fenómenos de fisiología que contribuyen a que el paciente empeore. Cronicidad viene del vocablo griego cronos (tiempo) y el tiempo es la cuarta dimensión de la mente.4 El paciente se va abandonando a padecimientos dolorosos para cuyos tratamientos tiene cada vez menos confianza y le faltan fuerzas anímicas y convicción para abordar un tratamiento interdisciplinario e integrado. Esto nos lleva a dos problemas: uno es la necesidad de cuantificar el dolor, lo que hacemos sistemáticamente en nuestra práctica clínica por medio de tests reglados que sirven además como toma de conciencia del paciente (terapia cognitiva) paso crucial del tratamiento. Por otra parte, cobra significación el concepto de prevención en dolor crónico. Por supuesto que en una problemática multicausal no puede haber prevención primaria (actuar sobre las causas).5 Pero de acuerdo con las ideas de Lavelle y Clark existe una prevención secundaria, que es cerrar el camino al empeoramiento; una vez detectado el cuadro y no llegar a que se transforme en un impedimento de la vida de relación en su entorno familiar y a sus posibilidades de trabajo, es decir un handicap en su inserción psico-social. |