El Análisis Transaccional y la Gestalt
El Análisis Transaccional es…
… Una teoría de la personalidad y de las relaciones humanas basada principalmente en el análisis de los Estados del Yo, las Transacciones, los Juegos Psicológicos y los Guiones de vida.
Se adhiere a los principios de la filosofía humanista y en la actualidad, se aplica para la psicoterapia, el crecimiento y el cambio personal u organizacional en numerosos campos.
Sus conceptos se expresan por medio de un vocabulario sencillo y original buscando ante todo la comprensión de los fenómenos por parte de todos (profesionales y clientes). Sus modelos de análisis son fundamentalmente descriptivos. Sus explicaciones son intencionadamente fáciles y próximas a las vivencias inmediatas de las personas.
El Análisis Transaccional proporciona:
Un modelo para comprender la estructura y la dinámica de la personalidad, es el análisis estructural.
Un modelo para analizar las relaciones sociales y la comunicación, es el análisis transaccional propiamente dicho.
Un modelo para explicar las motivaciones del comportamiento, en especial el comportamiento social, son las hambres básicas y, concretamente, el intercambio de las caricias.
Un modelo para analizar las distorsiones de la percepción de la realidad, incluida la propia identidad y las conductas asociadas, es el guión de vida y las posiciones existenciales.
Un modelo para entender las estratagemas emocionales y relacionales que perpetúan esta manera distorsionada de percibir y relacionarse con los otros y con la realidad, son los rackets y los juegos psicológicos.
Y, por supuesto, un modelo de abordar el tratamiento dentro de estas perspectivas orientado a conseguir el control social de la conducta sintomática y a alcanzar la autonomía.
CONTENIDOS
Presentación
Los orígenes
Filosofía y principios del Análisis Transaccional
Las metas del Análisis Transaccional
Principios de la aplicación del Análisis Transaccional
Los campos de aplicación
Qué ofrece el Análisis Transaccional
Algunos conceptos básicos
Análisis Estructural
El Análisis Transaccional
Las hambres psicológicas básicas
Posiciones existenciales o básicas
El guión de vida y la identidad
Los rackets y los juegos psicológicos
Referencias bibliográficas
Bibliografía básica en castellano
EL ANÁLISIS TRANSACCIONAL
1 Presentación
El Análisis Transaccional es una teoría de la personalidad y de las relaciones humanas basada principalmente en el análisis de los Estados del Yo, las Transacciones, los Juegos Psicológicos y los Guiones de vida.
Se adhiere a los principios de la filosofía humanista y en la actualidad, se aplica para la psicoterapia, el crecimiento y el cambio personal u organizacional en numerosos campos.
Sus conceptos se expresan por medio de un vocabulario sencillo y original buscando ante todo la comprensión de los fenómenos por parte de todos (profesionales y clientes). Sus modelos de análisis son fundamentalmente descriptivos. Sus explicaciones son intencionadamente fáciles y próximas a las vivencias inmediatas de las personas.
Los orígenes
El Dr. Eric Berne (1910-1970), médico psiquiatra, fue el fundador, principal creador e innovador del Análisis Transaccional. Elaboró su modelo a partir de sus observaciones en la psicoterapia de grupo a principios de los años cincuenta. En su elaboración reconoce la influencia de sus maestros Paul Federn y Erik Erikson, con quienes se psicoanalizó. Siempre fue respetuoso con las teorías psicoanalíticas en las que se formó. Se rodeó de un equipo de colegas y organizó regularmente unos seminarios en San Francisco, California, para compartir sus experiencias como terapeutas de grupo y con vistas a desarrollar un modelo de “psiquiatría social” basada en el estudio de las interacciones entre las personas, que llamó Análisis Transaccional.
Esta investigación continuó gracias a la ITAA (Asociación Internacional de Análisis Transaccional), fundada por el mismo E. Berne, y ha permitido profundizar ciertos conceptos del Análisis Transaccional o aportar desarrollos diferentes dentro de la teoría.
Filosofía y principios del Análisis Transaccional
La filosofía del Análisis Transaccional, basada en la filosofía humanista, parte del principio de que “todos nacemos bien”. Berne decía metafóricamente que “todos nacemos príncipes y princesas”. Después, en nuestras relaciones con los demás tomamos decisiones autolimitadoras con las que nos convertimos en “sapos o ranas encantadas”. Pero básicamente “Yo soy OK (valioso y respetable) - Tú eres OK (valioso y respetable)” como persona. Soy una persona digna de confianza y respeto básico en mí mismo y en el otro.
El segundo principio en que se basa el Análisis Transaccional es que todos tenemos un cierto potencial humano determinado por los condicionamientos genéticos, circunstanciales de salud, y sociales de origen y procedencia, pero un cierto potencial humano, que podemos desarrollar.
Las limitaciones externas al desarrollo de nuestro potencial humano, y sobre todo las limitaciones internas decididas tempranamente, producen la infelicidad, la auto-limitación de las habilidades personales para resolver problemas y enfrentarnos a la vida y, en definitiva, la patología. De modo que yo soy responsable de mi vida y decido lo que es bueno para mí.
El tercer principio en que basa su filosofía el Análisis Transaccional es que todos podemos cambiar en pos de la autonomía y tenemos los recursos necesarios para hacerlo. Estos recursos pueden ser personales o relacionales, e incluyen la posibilidad de tomar nuevas decisiones más autopotenciadoras.
Las metas del Análisis Transaccional
La meta del Análisis Transaccional como psicoterapia o como herramienta de intervención psico-social es la autonomía, que se define por:
La consciencia o capacidad de distinguir la realidad de la fantasía interna proyectada sobre lo que me pasa o lo que sucede.
La espontaneidad o capacidad de expresar mis propios pensamientos, sentimientos y necesidades y de actuar en consecuencia, viviendo para sí.
La intimidad o capacidad de abrirme al otro, estar próximo, cercano y ser auténtico con el otro con reciprocidad.
La ética o capacidad de elegir actuar en cada contexto respetando los propios valores asumidos (Carlo Moiso, 1992-2001).
El Análisis Transaccional es un modelo y un método decisional que facilita a la persona:
Comprender cómo entramos en relación con los otros, lo que buscamos en nuestras relaciones y cuáles son nuestras raíces ocultas que nos hacen reaccionar de manera repetitiva.
Sentir y tomar conciencia de qué es lo que pasa en nosotros y, por tanto, de qué necesitamos, deseamos y de cuáles son nuestras metas.
Actuar y tomar la iniciativa para poner en marcha los cambios personales, relacionales u organizacionales. Utilizar los Permisos, la Protección y la Potencia necesarios para alcanzar nuestro desarrollo y evolución.
Principios de la aplicación del Análisis Transaccional
La práctica profesional se basa en dos principios:
La comunicación entre profesional y cliente ha de ser clara, directa y oportuna o pertinente a la situación.
Por ejemplo, en la terapia ningún nivel está excluido, ni el emocional, ni el racional, ni el de los valores personales. Tampoco está excluida ningún área del comportamiento del foco de la terapia, ni la intrapsíquica (lo que pasa dentro de nosotros, en nuestra mente), ni la corporal (lo que pasa dentro o en nuestro cuerpo), ni la conductual (el comportamiento), ni la relacional, ni la social. El lenguaje es sencillo, claro y potente o expresivo; la jerga es limitada y compartida por el terapeuta y el cliente.
El Análisis Transaccional es un método contractual.
“Un contrato es un acuerdo Adulto con uno mismo o con otra persona para realizar un cambio”.
El contrato orienta y guía el trabajo con el Análisis Transaccional.
Supone un objetivo que el cliente desea alcanzar, una meta de cambio.
Implica un análisis cooperativo entre ambos de la situación a resolver y de las posibles opciones y alternativas.
Entraña una responsabilidad de los dos, terapeuta y cliente, pero diferenciada.
El cliente se responsabiliza de cambiar lo que sea necesario y posible de su situación tomando nuevas decisiones, poniéndolas en práctica y usando todos sus recursos disponibles.
Por su parte el Analista Transaccional se responsabiliza de cuidar el proceso, de confrontar al cliente en el momento adecuado, de apoyar cuando sea conveniente, de dar orientación cuando es oportuno, de señalar lo que observa cuando sea pertinente, etc.
Además, el contrato supone un compromiso en las dos direcciones.
El cliente se compromete a poner de su parte toda la energía disponible con el fin de resolver los problemas para alcanzar su objetivo,
y el Analista Transaccional se compromete a proporcionar al cliente el espacio y el tiempo adecuado para que se realice el cambio; además pone a disposición del cliente sus conocimientos y habilidades con el fin de que el cliente las use para resolver sus problemas.
Todo lo anterior se desarrolla en un marco de respeto mutuo acerca de la propia valía y del potencial que todo ser humano tiene para enfrentarse a la vida y a las situaciones. Es decir, desde la perspectiva de “Yo soy OK (guay) - Tú eres OK (guay)”, “busco la ayuda que tú me puedes dar, y que tú me ofreces”.
Los campos de aplicación
El Análisis Transaccional se utiliza principalmente en:
Psicoterapia: individual, de pareja, de familia, en grupo.
Orientación (Counselling): personal, familiar, relacional, vocacional, etc.
Empresa y organizaciones: consultoría, desarrollo organizacional, cultura organizacional, trabajo en equipo, dirección de personas, comunicación, etc.
Trabajo social: exploración de recursos, apoyo y orientación social, integración y marginación, reinserción social, etc.
Relación de ayuda: asistencial, clínica, familiar, voluntariados, etc.
Pedagogía: educación, reeducación, orientación e integración escolar, desarrollo humano, etc.
Formación: de padres, profesores, educadores, profesionales, vendedores, consumidores, amas de casa, adolescentes, parejas, dirigentes, etc.
Qué ofrece el Análisis Transaccional
A cualquier persona:
Formación básica, sencilla y clara en aspectos psicológicos esenciales como la personalidad, la comunicación, las necesidades humanas, los sentimientos y emociones, las actitudes, la dinámica de grupos, etc.
Instrumentos útiles para explicar los comportamientos propios y de los otros para poder basar de forma sólida las estrategias de relación y cambio.
Opciones y medios efectivos para poder dar alternativas a los conflictos que se producen en las relaciones interpersonales.
Modelos de referencia para la observación, auto-observación y el crecimiento personal y profesional.
Experiencias vivenciales individuales y grupales que abren nuevas perspectivas en la comunicación personal y en la solución de problemas.
A los profesionales de cualquiera de las áreas arriba indicadas:
Una nueva perspectiva psico-social integradora e integrable con sus conocimientos profesionales previos.
Una serie de herramientas para el diagnóstico, intervención y evaluación de la realidad psico-social donde se desarrolla su actividad.
Una organización científica, profesional, bien estructurada en distintos niveles regionales: nacional e internacional.
Un código de ética profesional común.
Unos requisitos de formación y unos procedimientos de entrenamiento profesional comunes en prácticamente todo el mundo, en los distintos campos de aplicación del Análisis Transaccional.
Unos cuerpos de certificación profesional independientes de la estructura política de las organizaciones.
Una serie de publicaciones para la difusión de los avances científicos y profesionales del Análisis Transaccional.
Una serie de Congresos periódicos para el intercambio de experiencias y avances en los distintos campos de aplicación del Análisis Transaccional.
ANÁLISIS TRANSACCIONAL
Algunos conceptos básicos
El Análisis Transaccional proporciona…
… Un modelo para comprender la estructura y la dinámica de la personalidad, es el análisis estructural.
Un modelo para analizar las relaciones sociales y la comunicación, es el análisis transaccional propiamente dicho.
Un modelo para explicar las motivaciones del comportamiento, en especial el comportamiento social, son las hambres básicas y, concretamente, el intercambio de las caricias.
Un modelo para analizar las distorsiones de la percepción de la realidad, incluida la propia identidad y las conductas asociadas, es el guión de vida y las posiciones existenciales.
Un modelo para entender las estratagemas emocionales y relacionales que perpetúan esta manera distorsionada de percibir y relacionarse con los otros y con la realidad, son los rackets y los juegos psicológicos.
Y, por supuesto, un modelo de abordar el tratamiento dentro de estas perspectivas orientado a conseguir el control social de la conducta sintomática y a alcanzar la autonomía.
Análisis Estructural
El modelo que Eric Berne elaboró a partir de las observaciones clínicas, en especial en los grupos de terapia, para comprender la estructura y la dinámica de la personalidad, es el modelo de los estados del yo. Un Estado del Yo es “un sistema de emociones y pensamientos acompañado de un conjunto afín de patrones de conducta” (Berne, 1964, 1987).
Berne observó que los diferentes estados del yo que usamos las personas pueden clasificarse en tres grandes grupos que tienen algo en común y que los distingue entre sí. Los tres grupos de estados del yo los denominó Padre, Adulto y Niño (cuando se refieren a estados del yo, Padre, Adulto y Niño se escriben con mayúsculas), y se les representa mediante un diagrama como el de la Figura nº 1.

Los estados del yo se consideran manifestaciones fenomenológicas de tres partes distintas de la estructura de nuestro Aparato Psíquico. Estas partes son lo que Berne llamaba Órganos Psíquicos, y suponía que son tres: La Extereopsique, la Neopsique y la Arqueopsique (Berne, 1961, 1976). Se manifiestan, tanto internamente (pensamientos y sentimientos) como externamente (lo que hablamos y lo que hacemos), de manera distinta.
Los estados del yo Padre
Berne definió el estado del yo Padre como “una serie de sentimientos, actitudes y pautas de conducta que se asemejan a los de una figura parental” (Berne, 1964, 1987).
Son las manifestaciones fenomenológicas de la Extereopsique. Es lo que hemos introyectado de las figuras parentales y, a través de ellas, de la cultura, de las tradiciones, de las normas, de los valores, de la concepción del mundo y de la vida tomada del medio social en el que hemos crecido.
La Extereopsique puede manifestarse como un estado del yo Padre activo, o también como una influencia interna sobre la Arqueopsique, de manera que cuando se analiza un estado del yo Padre debe aclararse si se trata del estado activo del yo o la influencia Parental.
El Padre activo o influyente se adopta típicamente en una de dos formas:
El Padre Controlador (Berne le llama prejuicioso). Se manifiesta, externa o internamente, por una serie de actitudes o parámetros generalmente de naturaleza prohibitiva o normativa, aparentemente arbitrarios e irracionales (porque sí, porque es así), que pueden ser sintónicos o distónicos en relación con la cultura local. Si son culturalmente sintónicas tienden a ser aceptadas, sin el escepticismo adecuado, como racionales o, al menos, justificables.
El Padre Nutricio (Berne le llama educador). Se manifiesta a menudo como una lástima o conmiseración, que también puede ser sintónica o distónica con relación a la cultura local.
La función “saludable” de la Extereopsique y, por lo tanto, del Padre es contener adecuadamente los impulsos motivadores de la Arqueopsique y, por lo tanto, del Niño, ahorrar energía y disminuir la ansiedad por medio de ciertas decisiones “automáticas” y relativamente indiscutibles, en especial cuando estas son sintónicas con la cultura local del individuo.
|