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EL FASCISMO Y EL NACIONAL-SOCIALISMO BENITO MUSSOLINI Y L FASCISMO Para entrar a hacer un análisis racional y objetivo de, Benito Mussolini y del Fascismo en Italia, debemos estudiar la situación interna de la península y de los países periféricos desde eL momento histórico de la consolidación de la unidad nacional, por parte del liberalismo conducido por Mazzini y Garibaldi. Del liberalismo, pasa Italia al Nacionalismo a Ultranza, y de él, al Imperialismo. Aspirando acoplar a la península, las tierras pobladas por personas de su raza, como Trento, Trieste y Libia, e integrar por medio de su intervención en la Primera Guerra Mundial, territorios hasta sus fronteras naturales e históricas. Cuando la primera Guerra Mundial termina, los Italianos se consideraron defraudados por sus resultados consistentes entre otros, el no cumplimiento de los acuerdos celebrados con otras Naciones Aliadas, al principio de las hostilidades y ese descontento se sumo a otros, que habrían de llevar a Italia al lado de las naciones evolucionarías y revisionistas. A partir de entonces, el desorden, el pillaje y la anarquía, fueron las dueñas de Italia. El estancamiento Económico, Social y Político se manifestaba mediante la paralización de la sociedad italiana. En todas las ciudades del Reino se sucedían en forma ininterrumpida, hechos de sangre, disturbios, y huelgas. E inclusive el trabajo del Parlamento, era totalmente irregular e inseguro. Mientras, los Gobiernos de Orlando, Nitti, Giolitti, Bononi y otros, se vieron impotentes para superar la crisis política, social y económica, muy a pesar de asumir los plenos poderes y gobernar basados en decretos con fuerza de ley. Por otro lado, el movimiento marxista se nutría en su crecimiento aprovechando el descontrol total. “La situación es muy grave. ¿Qué debemos hacer? decía un diputado socialista. Si aplicamos la ley, ello conduce a derramar sangre. La sangre aumentara el descontento. Pero la tolerancia equivale por otra parte a incitar, a seguir el ejemplo. Cualquiera que sea la resolución, solo puede agravar la situación. Estamos en presencia de una crisis del régimen”. Como propuesta de solución surgía enfrentando a los partidos tradicionales, socialistas, liberales, popular y otros, el movimiento: “Fascista” comandado por Benito Mussolini, nacido en Predappio (Romana-Italiana), en el año de 1883, quien se rodeó de seguidores de ¡as mas distintas tendencias. Mussolini, perteneció en sus inicios al Partido Socialista, pero se retiro disconforme con los que no querían la entrada de Italia a la guerra de 1915, y en ese mismo año fundo los “Fascios de Acción Revolucionaria,” a los que se unieron personas de muy distintas corrientes, con la esperanza de dar un corte, al caos imperante. Hay guerra, declaro en esa oportunidad, y esta es la guerra del pueblo. La guerra de hoy, será la Revolución de mañana”. Mas tarde mussolini creó: “Los Fascios Italianos de Combate” Los Fascios representaban los (Haces), que recordaban las Glorias de la Roma Imperial. Así el Haz Lictor, se convirtió en la Bandera del Movimiento Fascista, que enfrentaba a todos los demás partidos. En el año 1920, Mussolini manifestaba: “el Fascismo era una gran movilización de fuerzas materiales y morales, que se proponían gobernar a la nación” y seguidamente se fundo el “Partido Nacional Fascista” sobre tres esquemas principales, el Político con sus “FascioS”, el Militar con sus: ‘Squadri di Combattimento”, y Económico con los sindicatos de obreros”. Mientras el movimiento de los Fascistas aumentaba en calidad y cantidad, los comunistas experimentaban una merma muy considerable en todos los aspectos de la vida política, social, gremial, económica de Italia. Y cuando el partido socialista decreto el 20 de agosto de 1920, una huelga general revolucionaria, los Fascistas la hicieron fracasar por medio de la propaganda, de la acción gremial sindical, parlamentaria y de la violencia sistemática. Corría el año 1922, cuando lo encontramos a Mussolini controlando de hecho, todo el territorio italiano. Cuando los socialistas convocan a otra huelga revolucionaria, oportunidad que es aprovechada por Mussolini, para dar ultimátum al gobierno en los siguientes términos”: damos cuarenta y ocho horas al Estado para que pruebe su autoridad frente a los que dependen de él y enfrente a los que atentan contra la existencia de la nación, transcurrido este plazo, el Fascismo reivindicara la plena libertad de acción y sustituirá al Estado, que habrá demostrado su impotencia, al tiempo que las tropas fascistas comenzaban la llamada “Marcha sobre Roma”, el Gobierno renunciaba y el 30 de octubre mientras los “Camisas Negras”, desfilaban por Roma, Mussolini aceptaba el encargo de FORMAR GOBIERNO, por parte del Rey Víctor Manuel. De esta manera, el fascismo de hecho, se convertía en FASCISMO DE DERECHO y Mussolini declaraba ese mismo día: “dentro de algunas horas, tendréis no un Ministerio, sino un Gobierno. Sorprendentemente, la Institución monárquica sobrevivió, Y Víctor Manuel, continuo siendo el Rey “Por la gracia de Dios y la Voluntad Nacional”, y las atribuciones del Jefe de Gobierno fueron multiplicadas. Siendo creado en el año 1923 el “Gran Consejo Fascista”, a través del cual,” el Partido Nacional Fascista” o Partido Único, se hallaba constitucionalmente vinculado al Estado Italiano. El Gran Consejo Fascista, era el titular efectivo de la Soberanía del Estado, siendo sus atribuciones entre otras, la de fijar las funciones del propio Jefe de Gobierno y las de decidir sobre la sucesión al Trono y las facultades de la Corona, además de ser el único arbitro de sus propias atribuciones. Sus integrantes eran designados por el Jefe de Gobierno, figurando entre ellos y desde el primer momento en forma Vitalicia, los miembros del “Quadrumvirato” que habían dirigido la “Marcia su Roma: Miguel Bienchi, Italo Balbo, César María Devecchi y Emilio de Bono. Integraban también, los ex ministros, los ex secretarios del Partido, los presidentes de los cuerpos legislativos y de las confederaciones patronales y obreras de la industria y de la agricultura. El Senado y la Cámara de diputados no dejaron de existir, pero sus atribuciones fueron transferidas paulatinamente a nuevas instituciones creadas por el Fascismo. El sistema “Corporativo”, fue el caballo de batalla del Fascismo y el que le da estructura a su aspecto social y económico administrativo. Al respecto, Mussolini les decía a un grupo de trabajadores: “Os habéis colocado en el terreno de la clase social, pero no habéis olvidado a la Nación. Sois los productores y a ese titulo, debéis reivindicar el Derecho de tratar de igual a igual con los industriales. Es el trabajo que habla de vosotros, el trabajo que, desde las trincheras, ha consagrado su Derecho de no ser ya, pena, miseria y desesperación, porque debe convertirse en alegría, orgullo y creación”. Y también según Mussolini:” La nación debe estar por encima de las clases. El interés obrero esta comprendido en el interés nacional, y el Capital esta al servicio del Estado”. En lo relativo a la situación laboral dentro del Fascismo, podemos manifestar que en el año 1926, se dio lugar a la “Reglamentación Jurídica de las relaciones colectivas del trabajo”, por tanto, los sindicatos Fascistas se convirtieron en órganos de Derecho Público y sus resoluciones tenían validez, para el conjunto de la actividad profesional que representan y su función característica, es la concertación de los Contratos Colectivos del Trabajo, completándose la organización mediante la creación de una “Magistratura del Trabajo” a objeto, de dar solución a los conflictos de la producción. Siendo “la carta del trabajo”, el cuerpo codificado de los principios que regirán el régimen económico y social. Los fundamentos principales que hacen a la “Carta del Laboro”, que cuenta con treinta artículos, son la ratificación de que “el trabajo es un deber social, mas que una necesidad económica individual”, que “la propiedad no es un Derecho sino una función”, y que la lucha de clases representa un perjuicio nacional y un retroceso económico. Por eso la intervención del Estado se produce en la producción, cuando falta la iniciativa privada, o cuando esta es insuficiente, o cuando los intereses Políticos del Estado entran en juego, y esta Intervención puede asumir el papel de intereses políticos del Estado entran en juego, y esta intervención puede asumir el papel de control, de estimulo o de gestión directa y el artículo primero de la Carta di Laboro”, no interesa solamente a la organización económica, sino a todo el espíritu político del nuevo régimen. Por otro lado, el Fascismo no admite la contraposición entre el Estado y los Individuos. Porque según ellos, el individuo no es un fin, en sí mismo, sino un instrumento de la Nación representada por el Estado y no posee Derecho alguno, sino cuando el reconocimiento de alguno de ellos interese a la Nación. Toda actividad debe orientarse en consideración a la Nación y al Estado y ese pensamiento se expresa en la conocida máxima de Mussolini: “Todo en el Estado, Nada contra el Estado. Nada fuera del Estado”. El Fascismo fue declarado fundamentalmente Anti Marxista, por su categórico repudio de la concepción de la historia, como lucha de clases. Pero también es antidemocrático y rechaza el conjunto de las Ideas Democráticas “ tanto en sus premisas teóricas, como en sus aplicaciones practicas “ y por otro lado, “El Fascismo declara Mussolini, niega que el número, por el solo hecho de ser número, pueda gobernar a la sociedad Humana; niega que ese número pueda Gobernar, por medio de una consulta periódica; afirma la desigualdad irremediable, fecunda y benéfica de los hombres, que no pueden volverse iguales por un hecho mecánico e intrínseco, tal como el sufragio universal. Se puede definir así, a los regímenes democráticos: son aquellos en los cuales se da al pueblo de vez en cuando, la ilusión de ser soberano, cuando que la soberanía verdadera y efectiva, reside en otras fuerzas, a veces irresponsables y secretas. Una de las propuestas más significativas de Mussolini y del Fascismo, CONSISTIA EN QUE LOS QUE DEBIAN HACER LAS LEYES, ERAN LOS REPRESENTANTES DE LAS CORPORACIONES ESTUDANTILES, OBREROS, CAMPESINOS, GANADEROS, INDUSTRIALES, MINEROS, ETC., PORQUE QUIEN SABE MAS DE AGRICULTURA, QUE UN AGRICULTOR, QUIEN SABE MAS DEL OBRERISMO, QUE UN OBRERO, QUIEN SABE MAS DE MINAS, QUE UN MINERO Y ASI SUCESIVAMENTE. En cambio, continuaba diciendo Mussolini: Quienes hacen hoy las leyes, son los Senadores y Diputados, representantes de los distintos partidos políticos, que analizados, no representan a los campesinos, industriales, obreros, ni mucho menos estudiantes. En consecuencia las Leyes Justas únicamente las construirán, las corporaciones o gremios de las distintas especialidades. La Italia Fascista entró en la Segunda Guerra Mundial, de la mano de Benito Mussolini, integrando el eje, Roma, Berlín y Tokio, y ese fue el error más grande e insuperable de Mussolini, a quien el Rey le retiro sus plenipotencias y lo hizo apresar. Posteriormente las tropas especiales de asalto Alemanas lo liberaron en una operación comando en las montañas italianas. Ya casi al terminar la guerra, Mussolini viendo su situación desesperada, trato de huir hacia Alemania disfrazado de oficial Germano, pero fue descubierto por las guerrillas comunistas y fusilado. ADOLFO HITLER Y EL NACIONAL SOCIALISMO Sin duda alguna, el mayor admirador y seguidor de Benito Mussolini, fue Adolfo Hitler, nacido el 20 de abril de 1889, a las seis y medía de la tarde, en el poblado de Braunau, situado a orillas del río lnn, en la frontera entre Austria y Baviera, siendo las referencias más importantes de él, el que el mismo Hitler da en su libro: “Mein Kampf”, donde trata de representarse, como el hijo de la pobreza y de las privaciones. Siendo que su padre tenía una pensión bastante holgada y dio a su hijo todas las oportunidades de una buena educación. A los once años de edad, Hitler ingresó al Linz Realschule en setiembre de 1900, siendo éste un colegio secundario especializado en la educación de carreras técnicas o comerciales y en el año de 1904 abandonó el colegio, no por falta de pago, sino porque sus calificaciones no eran de las mejores, finalizando sus estudios en la escuela de “Steyr” a los diecinueve años. Menciona también en su libro: ‘Mi Lucha”, las diferencias de criterio con su padre, que no deseaba que su hijo sea artista. Hitler no había cumplido los catorce años, cuando murió su padre, y refiriéndose a sus profesores con desagrado manifestaba: que no tenían ningún miramiento con la juventud, su único objetivo era el atiborrarnos el cerebro y transformarnos en monos eruditos como ellos. Si cualquier alumno reflejaba el más mínimo signo de originalidad, le perseguían sin descanso, y los únicos alumnos modelos que yo he conocido, todos han sido un fracaso en la vida”. Con el correr del tiempo, Hitler se traslada a Viena - Austria, donde habla de su permanencia en esa bella ciudad, como de los “cinco años durante los cuales tuve que ganarme el diario sustento, primero como un simple obrero, mas tarde como pintor de naderías” y escribe con sentimiento, sobre el pobre joven campesino que se encuentra sin trabajo: “camina y pasa hambre.” Durante la Primera Guerra Mundial, Hitler participa como combatiente, y en los primeros días de 1918, en medio de la derrota militar, Alemania sufre un gran enfrentamiento civil armado y en casi todas las ciudades del Reich se organizaron: “Consejos revolucionarios de obreros y soldados” siguiendo ya el modelo de la Unión Soviética, y como consecuencia de todo ello, los Monarcas renunciaron, y abandonaron rápidamente Alemania. Mientras en Berlín, se constituyo un Consejo de Comisarios del Pueblo, presidido por Eber. Mientras el Emperador, ante la posición adversa de sus propios comandantes militares, abandonó a sus fuerzas y se refugió en Holanda. Tomando el poder los movimientos socialistas, quienes firmaron el armisticio el 11 de noviembre con las Naciones Aliadas, Decretaron la disolución del Reichstag, convocando seguidamente a una Asamblea General Constituyente. En tanto las sublevaciones se generalizaron, y la mayoría de los Estados componentes del Reich, se proclamaron Independientes. Todas las conspiraciones y movilizaciones, estaban dirigidas por el movimiento de Extrema Izquierda denominado: “Liga Espartaquista” en homenaje al esclavo gladiador Espartaco, que se sublevo contra el Imperio Romano, y liderados por Karl Liebknecht y Rosa Luxemburg. Los choques sangrientos, no tardaron en producirse con elementos de la policía y ex oficiales del ejercito, agrupados en una institución denominada: “Los Cuerpos Francos”, quienes restablecieron el orden público. El movimiento “Espartaquista”, copiado de los movimientos Bolcheviques, que llevaron al poder a los Comunistas en Rusia, fue derrotado en el mes de marzo de 1919. También en el año de 1919, se llamo a reunión de una Asamblea Constituyente en la Ciudad de Weimar y el 31 de julio se dicto la nueva Constitución de la República Alemana, siendo nombrado Elbert como su Presidente y la denominación institucional fue la de “Reich Federal”, en el que los antiguos Estados particulares llamados: “Lander”, conservan una autonomía relativa, pudiendo inclusive ser intervenidos militarmente por el poder central. El Gabinete del Reich, presidido por un Canciller y sometido a un Régimen de Responsabilidad Parlamentaria reemplaza ahora, al Consejo de Comisarios del Pueblo de orientación izquierdista y el Poder Legislativo es confiado al Reichsrath, cuyos miembros son nombrados por Sufragio Universal y al Reichsrath, integrado por los representantes de los Estados particulares y la integración de los “Cuerpos Francos” constituyó a las Fuerzas Armadas Alemanas bajo el nombre de “Reichswehr”, ahora constreñido a las normas y exigencias del tratado de Versalles. La Constitución de Weimar, mantenía la Unificación e Integración anterior a la Primera Guerra Mundial, superando privilegios zonales y concentrando en el Poder Central las principales determinaciones de carácter administrativo. Otorgando también la Constitución el Derecho de reunir en el Reich, a todos los: “Países Alemanes,” situados fuera de sus fronteras actuales, otorgando también un lugar en el Reichsrath a los delegados de Austria, potestad que fue derogada a petición de las POTENCIAS ALIADAS. Al ser sancionada la Constitución de Weimar, y firmado el Tratado de Versalles, el Poder Federal rindió por la Fuerzas de las Armas la Revolución de Baviera, donde el líder Kurt Eisner y los Comunistas Rusos, habían proclamado la “Republica Soviética Bavara,” colocándose bajo la protección de la Tercera Internacional. La Constitución de Weimar, fue muy discutida por muchos, a favor unos y en contra otros. Mientras algunos políticos la definían: “Como Socialista por sus tendencias, Burguesa por su estructura y Pangermanista por su Espíritu. Pero esa Constitución, no pudo detener los Motines, Rebeliones y Golpes de Estado, promovidos entre otros por Kapp, el general Luttwitz y el Marino Ehrhardt, teniendo como objetivo la formación de un “Directorio Nacional” integrado por los Militares. El presidente Ebert, falleció en el año de 1925, procediéndose a llamar a elecciones, por intermedio de un Plesbicito Electoral (consulta al pueblo), como lo establecía la Constitución de Weimar, del cual resulto electo el Mariscal Hinderburg, candidato de la unión de un gran número de movimientos de la derecha ideológica. Ese mismo año también, salió de la cárcel, donde fue recluido a raíz del fracasado golpe, “Putsch” de Munich Adolfo Hitler, con el ánimo y el espíritu, de fundar como lo hizo, el Partido Nacional Socialista Obrero Alemán, en momento en que su persona, era muy poco conocida en el espectro social, político y nacional. Hitler, se integró al Partido en el año de 1919, que contaba solo con un puñado de hombres con resoluciones firmes de triunfar y un año después, su agrupación política contaba con más de tres mil hombres. Los Nacional Socialistas, también llamados “Nazis”, fueron desde un principio inspirados por Benito Mussolini y el Movimiento Fascista Italiano, los que estaban organizados y encuadrados militarmente, empleando la violencia como sistema de lucha frente a sus enemigos y llevando como bandera de combate la “Cruz Svatica” o “Hakenkreuz” que significaba el sol, entre los arios primitivos. Durante su estancia en la cárcel, Hitler, empezó a escribir su libro denominado: “Min kampf”, o “Mi lucha”, que habría de convertirse luego, en el norte y guía del movimiento Nacional Socialista, y en el describía los fines, fundamentos y objetivos del Nacional Socialismo, entre los que se encontraban: “La expulsión de los Judíos, para devolver a Alemania su Unidad Racial, el exterminio de los comunistas para asegurar la unidad política, aniquilar las cláusulas del Tratado de Versalles para restaurar el Poderío Militar Alemán, incorporar al Reich, todos los territorios habitados por alemanes, pero pertenecientes a los países vecinos y finalmente, erigir a la Nación Germánica en dominadora y conductora, de los pueblos europeos. Seguidamente Hitler, se dedico a refundar el Partido Nacional Socialista, en total abandono y desorganización, para por medio de él, llegar al poder, mediante la formación de un Estado, dentro del Estado, por el crecimiento de un Partido Estructurado a imagen del Estado y dispuesto a sustituirlo automáticamente. Mientras, los Socialistas y los comunistas agrupados en el “Frente Rojo”, combatieron a los Nazis, por intermedio de las huelgas, la violencia y los enfrentamientos. Sobre todo durante los Gobiernos sucesivos de Alemania, con Bruning, Von Papen y el general Schleicher, que utilizaron todos los medios a su alcance para tratar de detener el constante avance de los Nacional Socialistas. Sin embargo, los seguidores de Adolfo Hitler se multiplicaban en las masas y en los Diputados del Reichstag, donde su número fue aumentando en progresión más que geométrica. O sea de doce, pasaron a ciento siete, y luego inmediatamente a doscientos treinta. A pesar de todo, Hindenburg fue reelecto en la Presidencia de la República, hecho que enfureció a Hitler, por haber sido derrotado aún, cuando ya poseía trece millones de seguidores sufragantes, que presionaron tanto al Gobierno, que se vio obligado a entregar la Cancillería a Adolfo Hitler en fecha 30 de enero de 1933, y las elecciones del siguiente mes de marzo, consagraron el definitivo triunfo del Nacional Socialismo. Todos estos acontecimientos, hicieron que el “Reichtag” concediera plenipotencias por el término de cuatro años para el “Fiuhrer” o “Condutor Adolfo Hitler y posteriormente por una Ley de fecha 24 de marzo del 933 los poderes EJECUTIVO Y LEGISLATIVO fueron confiados a Hitler, quien por medio de una gran cantidad de Decretos gubernamentales restringió las atribuciones de la Constitución de Weimar, sin llegar a derogarla precisamente. Tal esquema de Gobierno se llamó: “La Vigencia de la Legalidad Superada” y fundamentada con estas palabras: “Lo que vive no se puede legitimar, con lo que ha muerto, y la fuerza no necesita de la debilidad para legitimarse”, siendo el esquema del Tercer Reich, de acuerdo a la Ideología Nacional Socialista, la siguiente: “ El pueblo alemán en su conjunto, encuentra expresión Política en el Partido Único “Nazi”, solo existe un Poder, el Ejecutivo; el jefe del Partido asume dicho Poder y se atribuye también, el Derecho exclusivo de LEGISLAR, este hombre, es “el Fiuhrer”, de esta manera, se constituye en el Único Jefe del Estado Alemán. Y cuando el Presidente Hindenburg fallece, Adolfo Hitler, asume todos los Poderes del Estado, como Presidente, Canciller, Las Atribuciones Judiciales, Administrativas y el Comando Supremo de las Fuerzas Armadas de Alemania. Los ministros, solo tendrán funciones técnicas. Los partidos políticos existentes, fueron disueltos e incorporados inmediatamente al Partido Nacional Socialista y en cuanto a los sindicatos fueron asimilados al “Frente de Trabajo Alemán”. El Nacional Socialismo tiene como fundamento también, el esquema que declara que “el conjunto de la política económica y social, constituye una unidad cuyo objeto es el de realizar el máximo de bienestar y de potencia nacional” y consecuentemente la lucha de clases no son admitidas como principio, debiendo todos los obreros, todos los sindicatos, y todas las patronales, estar integrados dentro de la organización dependiente del partido denominado “Frente de Trabajo”. En lo Internacional, el Nacional Socialismo agrandó considerablemente su territorio con Adolfo Hitler, así con la adquisición de Sarre en 1935, de Austria y Sudetes en 1938; de Memel y de Bohemia-Moravia en 1939. Y cuando se inicio la Segunda Guerra Mundial en el mes de setiembre de 1939, Alemania Anexo a Polonia Occidental, Danzing, Alsacia, Lorena, Eupen, Malmedy y Luxemburgo. Ocupando también pero militarmente a Dinamarca, Noruega, Finlandia, Eslovaquia, Hungría, Rumania, Bulgaria, Holanda, Bélgica, Francia, Yugoslavia, Grecia, Polonia Oriental, los Estados Bálticos, Rusia Blanca, Ucrania, y una parte de Rusia, fiel a lo anunciado en su libro Mi Lucha: “La tierra no se ha creado para las razas cobardes.... y las fronteras se trazan y se modifican, conforme a la voluntad humana solamente”. Pero Adolfo Hitler, no aprendió de las experiencias Estratégicas y Políticas, expuestas y sufridas por Napoleón, abriendo como éste, los Cuatro Frentes de Guerra, en los Cuatro Puntos Cardinales Y el final infeliz para él, fue el siguiente: Su Patria Derrotada, Hitler Suicidado, millones y millones de muertos en La Segunda Guerra Mundial, y que Dios quiera, sea la última, aunque en este punto, tenemos nuestras serias dudas. |
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