Entrenamiento multidireccional
acentuado en el fútbol profesional
El cumplimiento del programa anual de entrenamiento y competición, encierra una gran problemática por resolver a la hora de diagramar una planificación efectiva, que por un lado eleve el nivel de rendimiento del futbolista y por otro garantice el mantenimiento de ese alto nivel a lo largo de todo el calendario competitivo, sin que esto provoque:
Agotamiento excesivo
Lesiones deportivas
Enfermedades
Bajo rendimiento
Pérdida de la condición física.
Diferentes autores y preparadores físicos dan por hecho una caída significativa del rendimiento, próximo a finalizar el ciclo competitivo, adjudicando esta merma a la pérdida de la condición física, sin realizar algún intento por revertir dicho fenómeno o en el mejor de los casos se atiende como única salida a la reducción significativa de la carga. No esta de más aclarar que si bien acordamos con el diagnóstico de aparición de la pérdida de rendimiento, creemos que dicho fenómeno puede retrasarse o hasta anularse por períodos de tiempo cada vez mayores, a partir de trazar una estrategia efectiva para contrarrestar este síndrome de la inminente aparición de la fatiga.
Como decíamos, la problemática antes mencionada tiene que ver principalmente con las siguientes situaciones:
La escasez de tiempo disponible para cumplir con las etapas preparatorias (pretemporada) como prólogo de una muy prolongada etapa competitiva de casi todo el año con apenas algunas interrupciones a media temporada. Cabe señalar que además del insuficiente tiempo disponible para la pretemporada, la misma es invadida frecuentemente por competencias extraoficiales que complican aún más todo intento de planificación sistemática ordenada, enfrentando los objetivos fisiológicos característicos de cada ciclo y obteniendo como resultado una transferencia nula o mayormente negativa, para el período competitivo.
Competencias nacionales e internacionales simultáneas, varios equipos compiten regularmente en forma conjunta en el campeonato local y diferentes campeonatos internacionales. Cabe destacar que con una correcta periodización, los jugadores de equipos profesionales, sin dudas serán capaces de mantener por más tiempo ese alto rendimiento que las más exigentes competencias les exijan.
Períodos competitivos prolongados, tanto en Argentina como en otros países, existen dos períodos de competencia (campeonatos) de aproximadamente cinco meses cada uno, con un pequeño receso intermedio.
El sistema competitivo exige que los equipos definan tanto al ganador como a quienes descienden de categoría en las últimas fechas (frecuentemente en la última). Lo cuál demanda a los equipos mantener hasta el final del campeonato su mayor rendimiento. Cabe destacar que los torneos reducidos por el descenso o permanencia consisten en una seguidilla de hasta seis encuentros cada tres días donde se juega a suerte o verdad las esperanzas de permanecer o ascender de categoría.
Según el autor, la mayor dificultad radica en desterrar definitivamente el actual Paradigma que establece que las ganancias o mejoras motoras de las capacidades físicas se producen únicamente dentro de los escuetos plazos correspondientes a los ciclos preparatorios y que dichos beneficios pueden sostenerse hasta una vez finalizado el período competitivo sin sufrir ningún deterioro en el rendimiento del deportista.
Actualmente, en el fútbol de alta competencia, es imposible pensar que la pretemporada es la única usina generadora de reservas energéticas físicas. Puesto que los principios de continuidad, progresión y reversibilidad nos informan que dichas prestaciones o ganancias se pierden en su totalidad por falta de estímulo. Se deberá estimular cada capacidad de manera sistemáticamente variada a lo largo de todos los microciclos competitivos.
Ante la dificultad que representa el cumplimiento del calendario oficial de fútbol, por las razones antes mencionadas, hemos investigado en forma exploratoria las tendencias de los principales científicos y metodólogos del deporte, en materia de periodización de la macro estructura léase (Verhoshanski, Grosser, Bosco, Weineck, Platonov, Harre, Ozolín, Bangsbo, Tschiene, Arosiev, Matvéiev, etc.) y hemos corroborado la falta de una planificación específica para este tipo de calendario competitivo tan exigente y en un deporte tan complejo y polivalente como es el fútbol de nuestro tiempo.
Cabe destacar que acordamos en parte con algunos especialistas como Cometí, Popov, Corteza, Portugal y otros autores.
Las ciencias aplicadas al deporte y la experiencia en conjunto cobran una importancia superlativa a la hora de enfrentar con éxito el problema planteado creando un programa de entrenamiento que supere la intuición, el sentido común y la improvisación.
Para alegría de los futbolistas, debemos decir que a nuestro entender las pretemporadas “características” es decir voluminosas y despiadadas han perdido (o nunca han tenido) efectividad. Pero en contrapartida, se deberán alternar periódicamente estímulos de adquisición con estímulos de mantenimiento y recuperación a lo largo de todo el período competitivo, de manera se pueda asegurar un nivel óptimo de capacidades tanto condicionantes como determinantes del equipo en su totalidad.
Sin haber realizado un relevamiento riguroso, hemos podido constatar que cada vez que un equipo profesional haya apuntado a realizar una muy exigente pretemporada, en un período tan corto de tiempo (10-15 días) el resultado fue insatisfactorio en concordancia del esfuerzo realizado a través de la misma.
Los motivos pueden ser varios, pero al respecto, nosotros aseguramos que:
Las cargas concentradas provocan una disminución temporal del rendimiento similar al tiempo en que las mismas fueron aplicadas (Verhoshansky); esto se torna inaplicable puesto que los jugadores deberán rendir en un nivel óptimo desde el principio mismo del campeonato, no pudiéndose dar el lujo de perder puntos en ninguna fecha, pues ello traería aparejado una pérdida de credibilidad en el proyecto de parte de jugadores, dirigentes y seguidores creando un clima de trabajo adverso.
Durante la pretemporada, los plazos biológicos necesarios para obtener una adaptación crónica (permanente o mayormente estable en el tiempo) son insuficientes dentro de la programación de los campeonatos actuales. (Grosser).
Existe en muchos casos una discordancia o falta de interconexión vertical de la programación de cargas físicas y técnico-tácticas, las cuales se suman dando por resultado un muy exigente programa de entrenamiento que provoca el sobreentrenamiento de los futbolistas o en varios casos de deja de lado el trabajo técnico específico durante la fase de adquisición física, lo cual lo convierte a dicho entrenamiento en ineficaz.
Las evaluaciones con células fotoeléctricas, plataforma de Bosco, Mediciones de Frecuencia Cardiaca, Ácido Láctico, Antropometría, y especialmente con GPS intra esfuerzo competitivo, han demostrado fehacientemente la eficacia de nuestro método de entrenamiento denominado Multidireccional Acentuado, además de haber obtenido grandes rendimientos en los últimos años, donde en el 2004 obtuvimos el 2º puesto en el Club Nueva Chicago, en el 2005 el segundo puesto en el Club Almagro y en el 2006 el Campeonato con el Club Wilstermann de Cochabamba y la Clasificación a la Copa Sudamericana 2007, esos tres campeonatos con un prácticamente nulo índice de lesionados (un desgarro muscular menor, 6 esguinces, 4 fatigas musculares y varios traumatismos). También nos posibilitó mejorar sensiblemente el rendimiento físico en el club Real Potosí donde por haber perdido los tres primeros partidos por la Copa Libertadores 2008, despiden al Director Técnico y colaboradores y requieren de nuestro servicio. Cabe destacar que el equipo a continuación le gana 3 a 1 al Caracas de Venezuela, 5 a 1 al Cruzeiro de Brasil y estuvo a punto de llevarse un empate con San Lorenzo en Buenos Aires con una visible mejora en el plano físico y sin ningún lesionado.
Entrenamiento multidireccional acentuado
"No debemos pretender adaptar las experiencias practicas a la teoría, sino por el contrario adaptar la teoría según las experiencias practicas” (Dr. Claude Bernard, 1860).
Obedeciendo a nuestro propio impulso por encontrar respuestas a tantos interrogantes en materia de entrenamiento, nos hemos lanzado a la tarea de investigar propuestas metodológicas que resuelvan favorablemente las inciertas problemáticas planteadas desde la teoría que supuestamente se solucionarán en la práctica. Con la presente edición, aportaremos nuestra propia metodología, apoyándonos en tantas experiencias atesoradas a lo largo de 20 años al frente de diversos grupos de estudiantes y deportistas, con la finalidad de colaborar con el lector en la difícil tarea que encierra articular correctamente teoría y práctica.
El fútbol moderno tiene una dialéctica de juego cada vez mas compleja e intensa durante todo el encuentro y a lo largo de todo el año competitivo, motivo por el cual los sistemas de entrenamiento se han vuelto ineficientes. Podemos distinguir claramente tres corrientes dentro de estos sistemas:
Los métodos “tradicionales” de entrenamiento: Estos, resultan insuficientes e inespecíficos, dado que “solamente” intentan sin lograrlo, alcanzar y mantener un estado de forma óptimo en los niveles de rendimiento a lo largo de toda la temporada de competencias, con solo realizar correctamente la pretemporada o período preparatorio pre competitivo.
Por otro lado la periodización y planificación tradicional generalmente es tomada de los deportes individuales de características unidireccionales donde la mejora de una capacidad en particular aumenta invariablemente el rendimiento del deportista como sucede con los velocistas o los fondistas, (léase Verjoshanski, Issurín, Matvéiev, etc.).
Los nuevos sistemas de entrenamiento: son también denominados “integrales”, proponen una orientación demasiado específica en la preparación del futbolista, donde el elemento no se convierte en el principal aliado del jugador sino en su “único” aliado. Estos metodólogos sobrevaloran las capacidades coordinativas especiales (técnica), dejando peligrosamente de lado el resto de las capacidades que sustentan y refuerzan el mayor rendimiento del futbolista durante toda la prolongada etapa competitiva, por otro lado se concentran únicamente en las necesidades del deporte y no del deportista en forma individual (entrenamiento únicamente grupal).
Por último, se distingue una tercer corriente denominada “Entrenamiento Multidireccional Acentuado” que intenta combinar ambas tendencias atendiendo al principio de individualidad, periodización, adaptación, desadaptación o reversibilidad, variedad y progresión de la carga continua y discontinua entre otros; con el fin de obtener una mejora progresiva y constante del rendimiento, a diferencia de otros autores que proponen un mantenimiento de capacidades lo cuál conlleva a un irremediable estancamiento y/o retroceso en las prestaciones del futbolista.
Rendimiento
De acuerdo a la teoría evolucionista de Darwin, todos los seres vivos, han sufrido mutaciones que les permiten adaptarse a un medio también cambiante, y el hombre no escapa a esta regla.
El proceso de hominización llevó a la especie humana entre otros factores a la bipedestación, esto denota lo maleable que el hombre es en esencia. Tal esfuerzo biológico gradual y continuo, nos permite aventurar futuros cambios radicales, aunque no abruptos, donde siempre esta elevándose el techo de rendimiento sin conocer cual será su límite final. En gran medida esto quedará supeditado a los avances que produzcan las ciencias (también cambiantes), que colaboran en dicho desarrollo buscando nuevos caminos que lo lleven a mejorar su rendimiento actual.
Entrenamiento deportivo
Proceso pedagógico continuo, organizado de manera sistemática, sustentado en los principios de adaptación biológica recurriendo para ello a las ciencias aplicadas y la experiencia utiliza principalmente para ello, ejercicios físicos y psicológicos variados como medio para lograr el desarrollo óptimo de las cualidades físicas y mentales del futbolista respetando los estadios evolutivos y optimizando sus fases sensibles; con la finalidad principal de obtener el máximo rendimiento deportivo. El fin ulterior del entrenamiento deportivo es esencialmente uno: GANAR!!!!!!
Proceso de desarrollo del futbolista

Al respecto, el Prof. Jorge Griffa, seleccionador de talentos deportivos del Club Newell's Old Boys, del Club Boca Jrs. y de la Federación Mexicana de Fútbol, opina: “el término ‘Talento’ es correctamente aplicado al jugador que llega a un alto nivel de maestría deportiva, por ejemplo un jugador de selección nacional y no al niño o joven con capacidades psicomotrices superiores a la media”.
El slogan “lo importante es competir” no fue escrito para quienes transitan el mundo futbolístico profesional. Esto no debe dar lugar a dudas puesto que:
“Sin un objetivo claro es imposible trazar una estrategia de entrenamiento efectiva”.
El nivel de entrenamiento que adquiere un futbolista corresponde al grado de adaptación de su organismo para realizar eficazmente (de forma efectiva en determinado momento) y eficientemente (a lo largo de todo el tiempo que dure la competencia) cierto tipo de trabajo, tomemos como ejemplo la técnica individual, la cual deberá sostenerse en un nivel óptimo durante todo el tiempo de juego y no ir decreciendo su eficacia a lo largo del mismo.
La capacidad de adaptarse en mayor o menor medida a cargas de trabajo reiteradas, la denominamos potencial del entrenamiento deportivo, este es individual y está supeditado principalmente a la capacidad genética propia de cada jugador. La posibilidad de optimizar sensiblemente su nivel de entrenamiento, se relaciona con la correcta utilización de estímulos o cargas de trabajo que edifiquen una mejor “forma deportiva” incrementando así su capacidad natural, todo esto deberá estar orientado directamente hacia un único objetivo final: “Mejorar el rendimiento” y no sólo aumentar la capacidad de entrenar.
Carga (estímulo o agresión)
Está caracterizada por todas las modificaciones producidas en su ambiente social, natural y de entrenamiento, las cuales provocan reacciones funcionales diversas de sus tejidos, órganos internos, sistemas y psiquis. Estas cargas pueden resultar:
estresantes (estímulo que produce cambios, modificaciones y que conduce a la adaptación),
distresantes (estímulo agresivo, nocivo en alto grado para la salud del organismo) o
eutresantes (estímulo pobre que no produce modificaciones), dependiendo del nivel de exposición y grado de profundidad de los componentes de la carga y del momento histórico individual de la intervención, el cuál determinará un carácter agudo (momentáneo) o crónico (prolongado) en el organismo del futbolista.
Una carga externa provoca determinadas modificaciones internas, pero una vez que el estado funcional del organismo se adapta (ley de bioadaptación), su efecto entrenante disminuye, pues al aumentar su nivel, una misma carga produce menos efectos y viceversa, con lo cual dicha correlación entre los aspectos internos y externos desaparece. Cabe destacar que una misma carga externa seguramente provocará reacciones diferentes en distintas personas (con diferentes cargas internas) y en un mismo deportista en diferentes momentos.
Al hablar de organización de las cargas, nos referimos a los aspectos relacionados entre:
La distribución horizontal de la carga de cada modalidad o tipo de preparación o entrenamiento en el tiempo, que se refiere a la organización en estadios, ciclos y fases interdependientes dentro del macrociclo.
La interconexión vertical comprende la relación de las diversas modalidades del entrenamiento del futbolista, estas son la preparación física, técnica, táctica, estratégica, Psicológica y Cognitiva. Este aspecto de la organización se torna más complejo en deportes donde el equipo interdisciplinario, (directores técnicos, colaboradores, preparadores físicos, fisiólogos, etc.) deban trazar en forma conjunta las estrategias de entrenamiento y competición a utilizar durante el macrociclo, atendiendo a todas las modalidades y las diversas direcciones programadas, que orientarán al proceso de entrenamiento para que no se opongan unas a otras, obteniendo una transferencia positiva como resultante de dicho proceso.

Grafico de Armando Forteza de la Rosa, (1999) (modificado)

Existen las denominadas “cargas Mixtas” (combinadas), que se utilizarán en deportes de conjunto, utilizando cargas acentuadas de manera unidireccional (fuerza o resistencia o velocidad, etc.) combinadas con cargas diluidas que estimulen otras capacidades. Las cargas concentradas solo se podrán utilizar en pretemporada en deportistas de alto rendimiento, que posean los plazos necesarios para lograr dichas adaptaciones. A nuestro entender la concentración de cargas se deben a la sumatoria de cargas acentuadas de las capacidades a desarrollar en los períodos previos a la temporada competitiva. Este modelo de carga resulta ideal para el futbolista de nuestro medio o de campeonatos de similares características.
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