CÓMO SER CREATIVOS
Existen tres pasos fundamentales para recuperar el talento creativo innato que poseemos desde una perspectiva individual. En las siguientes páginas se desarrollaran explicaciones de cada uno de esos pasos, desde los puntos más simples hasta algunos ligeramente más complejos. El planteamiento más importante se encuentra en el último ítem, en el cual se señalan los dos tipos de pensamiento creativo y la importancia de su complementariedad. A continuación, comencemos con el proceso de ser creativo.
Cómo comenzar
Para empezar a ser creativo hay que creerse creativo. Como bien lo señala Patricia Villegas (1996) “El hombre necesita ser creativo para dirigir su propia creatividad” (pág. 43) Suena a una paradoja, es cierto, pero buena parte del pensamiento creativo se encuentra precisamente en la capacidad de ser y considerarse creativo. Sin embargo esta no es una tarea fácil, especialmente en entornos organizacionales. El principal motivo es que muchas de las dinámicas empresariales actúan de manera tal que limitan la creatividad. Algunos ejemplos:
La delimitación excesiva en procesos y luego en subprocesos en los cuales cada persona es responsable de una parte específica, con poca vigilancia de la globalidad.
La dinámica del control con base en indicadores, sin duda alguna indispensable para garantizar la productividad, se basa normalmente en históricos que no sólo condicionan el ‘deber ser’ de los resultados, sino la forma de acceder a ellos. Así, indicadores específicos desconocen indicadores globales y por ende se coarta la búsqueda de nuevas posibilidades
La preocupación por el día a día organizacional convierte a las organizaciones en expertas en ‘el hacer’ olvidando ‘el pensar’.
La tendencia permanente al ‘no’ organizacional, por encima del ‘para hacer eso necesitamos’
No quiere decir esto que la creatividad implique la falta de procesos, indicadores o de hecho que no requiera el hacer. Por el contrario, la creatividad sí lleva procesos e indicadores, y sí obliga a hacer para no quedarse en un simple ejercicio de acrobacia de pensamiento. Como bien lo señala Bocardo (Bocardo, 2006) “el proceso creativo requiere además conocimiento del campo en donde se desenvuelve y una muy buena dosis de trabajo” (pág. 40) Vencer esta dinámica de ‘no creación’ es un proceso complejo, que como todos los cambios culturales requiere tres factores fundamentales:
Tiempo: Los cambios culturales nunca ocurren de la noche a la mañana. Sin embargo recordemos el planteamiento de (Hellriegel, Jackson, & Slocum, 2005) quienes indican que “aunque los cambios significativos en las culturas corporativas ocurren despacio, no todas las iniciativas requieren décadas para ponerse en práctica”. (pág. 531)
Constancia: Si no se mantienen los pequeños cambios realizados y se tiene la meta en el futuro, difícilmente se logrará llegar a un cambio profundo.
Creencia: Si no se cree en lo que se hace, ningún cambio es real.
Sin embargo, buena parte de esta transformación no se consigue generando un cambio en la globalidad de la organización, sino en los individuos que la conforman. Así, el primer paso es la re afirmación de los éxitos más que la mención de los fracasos. Este paso se realiza en dos dimensiones, por un lado hacia si mismo, mencionándose y recordando aquellas cosas en las que se ha sido exitoso, y por el otro destacando los éxitos de los demás. Cualquier cambio profundo requiere comenzar con los individuos, dedicando cada día: Tiempo Constancia Buena parte de las dinámicas organizacionales actúan como limitantes de la creatividad Para ser creativo se requiere creerse creativo. Creencia
Esquema LA CREATIVIDAD PARTE DE LAS PERSONAS
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