
 EL MATERISAL QUE AQUI SE PRESENTA ESTA EN LA ULTIMA FASE DE REVISIÓN Sumario
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| Editorial………………………………………………………………………………………………………….
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| Artículos
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| Caracterización de la Gerencia Pública desde el paradigma emergente
Luis Aguilar…………………………………………………………………………………………….
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| La gerencia de la innovación de la sociedad en la primera década del siglo XXI
Mabel Bravo…………………………………………………………………………………………..
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| Las múltiples perspectivas de las Representaciones Sociales
Iris D. Pacheco………………………………………………………………………………………..
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| Constructivismo Social de Lev Vigotsky: Una alternativa para robustecer el conocimiento del Parlamentario Venezolano
Hugo Hernández C…………………………………………………..............................
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| Gerencia y Caos: una mirada desde la perspectiva prigoginiana.
Rafael Perales Leirós………………………………………………………………………………
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| Una Mirada a la Filosofía de la Cultura. Jesús Mosterín.
Betty Gómez Ch……………………………………………………………………………………….
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Editorial
 Caracterización de la Gerencia Pública
desde el paradigma emergente Luis Aguilar (*)
Resumen
Palabras Clave: (*) Doctorando del Programa Doctorado en Ciencias Gerenciales UNEFA
luis.viejo57@gmail.com
Abstract
Keywords:
Introducción
Desde la concepción de la Gerencia Universitaria de la Universidad Nacional Experimental de las Fuerzas Armadas Bolivarianas, el egresado del Doctorado en Ciencias Gerenciales se le exige entre sus capacidades y competencias dominar los procesos de transformación y optimización de las organizaciones públicas que impacten en la realidad socio-económica regional, nacional y global; lo cual implica en el ejercicio intelectual generar soluciones a los nuevos problemas sociales y científicos indagados desde las investigaciones que contribuyan a impulsar desde la sociedad científica nuevos cambios de acepción del mundo contemporáneo. .
En ese sentido, el perfil del gerente público egresado de la Unefa, se somete a hondas reflexiones derivadas de los análisis críticos colectivos, sobre teorías o abordajes de la realidad que permiten simular aproximaciones de cambio y de evolución del conocimiento superando las dificultades que detienen los escollos de la ignorancia.
En una primera aproximación intelectual se caracteriza la gerencia pública desde la perspectiva del paradigma emergente en el campo de los postulados de la gestión ecológica de las diferentes disciplinas cuánticas o empíricas, según las expresiones que resurgen desde el aula contemporánea.
Cuando se va a abordar cualquier investigación social, es necesario tener una idea clara del: cual, como, donde y el porqué de los paradigmas presente en la situación de estudio. Es decir, como se enmarca la realidad, en los postulados epistemológicos. Con el objeto de estudiar los hechos lo más apegado al contexto, para de esa forma aportar un conocimiento lo más fidedigno posible.
Sobre la base del razonamiento crítico se analizan los contenidos teóricos que marcan pauta desde el punto de vista del paradigma emergente, con un enfoque emergente multidimensional de la gerencia política en el ámbito de las organizaciones comunitarias.
Es decir, la intensión del autor es comprender el cómo debe ser abordada la realidad gerencial enfocada desde la teoría, cuyo direccionalidad es contribuir al debate de la problemática de las organizaciones públicas en lo concerniente a la toma de decisiones desde el punto de vista complejo, donde el todo es más que la suma de sus partes.
En ese sentido, desde la complejidad conceptual se podrían introducir elementos de valores de juicios que pudiera hacer posible comprender este enigma, sin embargo, aquí solamente se abordara la forma de analizar los aspectos constitutivos de un modelo de organización publica en la gerencia de los desechos sólidos urbanos, desde el punto de vista de la complejidad. La Temática
La perspectiva del razonamiento de la Gerencia Pública se centra en el análisis de los procesos sociales, que se comprenden desde la complejidad que integran la interdisciplinariedad, postura del paradigma emergente. En ese sentido, el mapa mental, representaría el modelo teórico de abordaje sometido desde la crítica a la verificación o contrastación, que implica desde las Ciencias políticas, la polémica. Superada el conflicto que converge en el entendimiento para la toma de decisiones consensual, es lo que permitiría el avance del conocimiento, el soporte del equipo de la gerencial para impactar desde la creatividad o la innovación, de nuevas teorías o modelos que permitan enriquecer la evolución del conocimiento del ser humano.
La implicación de una de las teorías contemporáneas, la Teoría General de Sistemas analiza la termodinámica como un conjunto, donde cualquier perturbación que se origine tratará de llegar al estado de equilibrio o cercano a él y en el ámbito de las Ciencias Sociales la modificación de un factor provoca una variación de los demás factores los cuales van a llevar a la restitución del estado original. Este concepto, muestra un sistema que interactúa, se afecta y responde a comportamientos que se somete a la incertidumbre.
En ese sentido, la introducción de nuevos conceptos en las Ciencias Sociales, desde la significación de la complejidad, implica una necesaria rectificación y comprensión. Es bueno resaltar que todas las teorías esbozadas anteriormente hablan de diferentes formas de organización y cuando son perturbadas éstas pueden llegar a un estado de cuasi equilibrio que es lo que se conoce como autoorganización. Sin embargo, Damiani (2009) manifiesta que otras teorías se desprenden de las antihéroes tales como la sistémica, la heurística y la complejidad entre otras, las cuales analizan y evalúan la relación de las partes al todo, al tratar de demostrar la subjetividad a la objetividad y viceversa.
Es decir, en este paradigma cuando se habla de complejidad se hace referencia a la transdiciplinariedad, la cual según Villegas (2009) se puede estudiar desde dos puntos de vista. El primer punto de vista se refiere a la complejidad científica, la cual emergió del espacio de la matemática (Poincaré y sus ecuaciones no-lineales), de la Física (Heisemberg), de la Teoría de Sistemas (Lorente y May, la Teoría del Caos), de la Cibernética (The Cybernetic Group). Las cuales plantean una visión determinista de los objetos predecibles superando una visión aleatoria-probabilística, hasta una visión caótica, pasando por una visión compleja como fase de transición.
El segundo tipo de complejidad, según criterio de Villegas (Ob. Cit.) lo esboza Morín (2003), como un tejido de constituyentes heterogéneos inseparablemente asociados. Es la dialógica orden/organización. Supone temporalidad, no linealidad, aleatoriedad, autoorganización, probabilidad para extraer nueva información. Como se puede notar desde esta óptica este paradigma emergente estudia la realidad desde una perspectiva dialógica. Es una ciencia del hombre y para el hombre. Es una aventura de acción cotidiana con vocación transdisciplinar, donde los diferentes aspectos del saber están en constante interacción y complementariedad. (Villegas, 2009).
En este sentido, tal como lo plantea Morín (Ob. Cit.) la transdiciplinariedad, es una manera de afrontar la relación del hombre con su entorno y los saberes necesarios para afrontar el futuro, es decir, una nueva forma de conocer la realidad histórica por la cual atraviesa la humanidad, es un procedimiento sistémico de la complejidad, cuyo prefijo quiere decir entre, a través o más allá de la disciplina y que nunca tendrá un final. Por consiguiente, Martínez Mígueles (2000) llama a este paradigma emergente, el Nuevo Paradigma Epistémico, identificándolo con el Pensamiento Complejo o Transdisciplinario, y de acuerdo a la opinión de muchos investigadores el mismo se encuentra en proceso de construcción y elaboración en paralelo al cambio de época que están atravesando las organizaciones e instituciones tanto públicas como privadas.
De allí cobra importancia el concepto del proceso de la auto-organización introducida en los conceptos de productividad y competitividad, sistema interno que afecta un sistema externo. Que a la vez, se obliga desde lo individual a valorarse desde el autodesarrollo y desarrollo que infiere la capacidad de innovar o crear para anticiparse a la competencia en cuanto a la colocación de los bienes y servicios de manera oportuna y conveniente. Esto implica, según Bonillo (s/f), una idea más amplia en perspectiva y transcendencia, expresando a la vez con rompimiento de las barreras que atajan la integración de los diferentes campos de los saberes, introduciéndose por lo tanto el fenómeno de la reflexibilidad.
De allí pues, es importante señalar que las organizaciones se comportan como se comportan los seres vivos: se crean, se transforman, se multiplican, se deterioran y se extinguen. Es un sistema abierto que para continuar vivir necesita alimentarse en forma continua de materia y energía, la cual proviene de su entorno. Siendo las cosas así resulta claro, que sus miembros adaptan su comportamiento al de otros elementos y a los requerimientos del medio, llámese desde el entender de otros conceptos, transculturación o endoculturación.
Toda esta reflexión se inscribe en el principio de auto-eco-organización cuando Morín (Opt. cit.) afirma “los seres vivos son seres autoorganizadores (...) se autoproducen y, por esta causa, gastan energía en mantener su autonomía. Como necesitan encontrar la energía, la información y la organización en su medio ambiente, su autonomía es inseparable de esta dependencia” (p. 100). Se observa que estas interacciones generan propiedades globales, las cuales son impredecibles, si se hace un examen simple de sus elementos, las mismas la reflejan como un sistema vivo que evoluciona, cambia con el tiempo. De igual forma no es la suma de las propiedades individuales de la organización.
Por tanto, se puede afirmar que el aporte del paradigma emergente, permitirá entender los diferentes eventos que están ocurriendo en la administración pública, sus diferentes procesos y el papel del estado ante la transformación de la nueva forma de producción y de la asignación en las actividades del trabajo. En relación a lo planteado resulta importante destacar que de acuerdo a Canales (2002) ante esta situación se están adoptando nuevas reglas para reorientar el papel y las funciones de estas organizaciones (...) lo cual está dando paso a la capacidad creativa de las personas, lo que hace que las comunidades receptoras de estos servicios y bienes públicos se revaloricen como ciudadanos con derecho y no excluidos lo que le da más transparencia y control democrático a la gestión pública.
Se quiere con ello re-significar, que el estado está haciendo uso de un instrumento fundamental para el desarrollo económico, social y político de cualquier nación aun cuando hoy deba funcionar en una forma diferente al patrón nacional desarrollista y al modelo social burocrático que prevaleció en el mundo de la postguerra. Es así que dentro del enfoque emergente, estos elementos, pueden inferir en el comportamiento humano, sus relaciones y el túnel sin luz que se ha creado dentro de la sociedad. No obstante para Merchán (2003) esta nueva concepción de ver la realidad, hace que las organizaciones sean más planas, permitiendo la participación de la ciudadanía en la gerencia y la política del municipio, demostrándose con esto que una parte de la colectividad distingue que ese es uno de los principales retos planteados por la comunidad organizada como principio de estructuración y cambio social.
Dentro de este contexto, Martínez (2005), sostiene que es cuando “la ciudadanía se involucra en el concepto de participación ciudadana, dado que la misma ha estado ligada a la idea de bienestar, de progreso, de modernidad, es decir, a la superación de un estado deplorable , por un estado de cosas aceptables” (p. 104); sin embargo Luhmann (1988) lo denomina políticas de acuerdo no desacreditadles, las cuales son negociadas y durante un lapso determinado son aplicables, esto significa puntos de referencias no disputados por otras controversias en las que pueden formarse nuevamente coaliciones y oposiciones.
Por lo tanto, este concepto de organización se pudiera asociar con el trabajo colectivo, la suma de esfuerzos físicos e intelectuales del ser humano, que busca el logro de múltiples objetivos que individualmente seria imposible alcanzarlos. En este sentido, toda organización debe asumir sus responsabilidades para satisfacer sus necesidades, las cuales pueden ser conducidas por los gerentes o administradores y complementadas por organismos externos.
Por supuesto que este fenómeno desde el punto de vista del paradigma emergente según Etkin (2005) “considera a la organización como un espacio donde coexisten orden y desorden, razón y sinrazón, armonías y disonancias, generándose relaciones de fuerzas que están operando en un sentido complementario, pero también divergente o indiferente” (p. 28). (Citado por Osorio et al., 2004). Es necesario por lo tanto, concentrarse en las necesidades y prioridades de la organización considerada como un todo, es decir, las capacidades de una organización es mayor que la suma de las capacidades individuales y de las partes que la conforman, esto según Morín (2002) en La Cabeza Bien Puesta es el principio sistémico u organizativo el cual se opone a la idea reduccionista en que “el todo es más que la suma de las partes” (p. 98).
Hay otros conceptos introducidos en la comprensión de los sistemas humanos, tales como: la incertidumbre de la física y biológica, desintegración del antropocentrismo del humano al florecer el paradigma de las entidades globales, el cosmos, la naturaleza y el hombre; también enfoca la incertidumbre humana; la cognitiva e histórica para llegar a la verdad, al consciente; para lo cual proclama que se debe desarrollar a la autoformación, autocrítica y autoanálisis para convertirse en ciudadano, que puede enfrentar el problema del tiempo.
Prevalece entre los conceptos variables relacionada, tales son la económica que hace énfasis en el uso de las tecnologías duras y blandas donde la gerencia tiene la gran responsabilidad de conducir la humanidad, de allí que con el avance del pensamiento estratégico ayuda a resolver el problema social.
En atención a lo expuesto, un modelo de gerencia publica, en la actualidad en primer lugar debería englobar un marco compartido de estudio frente a la democracia y las formas de hacer gobierno. Los esfuerzos para fortalecer la democracia en el hemisferio han demostrado que es crucial para promover una cultura democrática, a fin de fortalecer las instituciones democráticas, valores y prácticas, es decir, que debe tomarse en cuenta la democracia y sus diferentes mecanismos, y que la misma sea participativa, de un amplio consenso, que le rinda cuenta a sus ciudadanos, de respuestas inmediatas y sea igualitaria y eficiente; ello daría la posibilidad de una relación sistémica entre los diversos actores sociales y políticas como garantía de inclusión y dentro de un marco legal que privilegia la subjetividad, o sea los valores y la objetividad que son las prácticas democráticas que todavía no han echado raíces.
Hay que recalcar que desde el marco conceptual Constitucional, el ejercicio de la democracia como una forma de vida implica un largo y complejo proceso de aprendizaje en la vida. Por lo tanto, el fortalecimiento de una cultura democrática requiere la formación continua - formal y no formal - de los valores y prácticas tales como la tolerancia, la libertad, la justicia, el respeto, la negociación y la solidaridad.
En ese sentido, se marcan pautas en las labores del Banco Interamericano de Carta Democrática, en los mandatos de las Cumbres de las Américas, y entre otros instrumentos interamericanos de relieve, que giran en la importancia de los programas de capacitación orientados a la promoción de los valores y prácticas democráticas para fomentar una cultura democrática en el hemisferio. Esta promoción de valores y prácticas democráticas deben ir de la mano con el desarrollo de habilidades de gestión política para facilitar el ejercicio efectivo del liderazgo democrático.
Eso es apoyado por Osorio y Mariña (2004) cuando afirman que las viejas estructuras de gobiernos que soportan los modelos gerenciales autocráticos comienzan a transmutarse en formas más democráticas y en ese sentido, las “formas de gerencia”, comienzan a dar paso a gerencias más abiertas y participativas donde las comunidades mediante el dialogo de ven obligadas a reconocer el concepto de “consensuar” para flexibilizar la toma de decisiones, que impacta en las formas de ejecutar los proyectos sociales partiendo de la aceptación y reutilización de las políticas públicas. Es por esto, que la política y los negocios están cada vez más entrelazados, muchas empresas concluyen hoy en día que una gestión políticamente sensible es esencial en la promoción de políticas de bienestar de una empresa, sinónimo de bienestar social contextual.
En este sentido, es necesario al hacer un análisis de una organización pública, considerar su desarrollo y su injerencia frente a la gerencia política y más aún frontal ante el papel que desempeña el estado. Así como de la comunicación que mantiene con otras organizaciones y empresas, y la participación de la ciudadanía en las políticas reutilizables.
Sin embargo, el gobierno sinónimo de “administración pública”, manifiestan un alejamiento entre lo conceptual filosófico de la política y lo conceptual operativo, que implica el método y procedimiento en la ejecución de los proyectos sociales. Aun no se logra la fórmula para solucionar el estado formulador de políticas, gestión, control y evaluador de las finanzas públicas, aunque se sumen cada vez más mecanismos de inclusión de la sociedad o empresas a compartir responsabilidades en la ejecución de los servicios públicos. Estos son cambios estructurales que se deben tomar en cuenta si se toman en consideraciones la consolidación de la democracia, la necesidad de retomar el crecimiento económico y la reducción de la desigualdad social, factores primordiales que plantean un nuevo horizonte y constituir una perspectiva completamente diferente a la financiera y tecnocrática, lo cual afianza mas que en la administración publica debe prevalecer las decisiones políticas para gerencial con eficacia y eficiencia sobre determinados tópicos.
Confluye en lo anterior nuevos conceptos universales que introduce De Tortoleto (Ob. cit.), tal es que en el ejercicio de la gerencia contemporánea se encuentran realidades tales como la globalización económica, el desarrollo de las telecomunicaciones y la profundización de los procesos democráticos a través de la descentralización lo cual contribuiría a dinamizar a las organizaciones públicas, consideradas como la organización del deseo colectivo de una sociedad, tal como lo sostiene Popper (Ídem) cuando afirma que en toda sociedad abierta “los individuos deben adoptar decisiones” (p. 269). Debe observarse que la sociedad abierta, acepta el desafío de ir creando los cambios históricos en forma creativa. De otra parte, se deben enfrentar dos desafíos políticos como lo son la oposición al gobierno y la superación de una débil base de recursos humanos que no están acostumbrados a trabajar en equipo, es decir, no se tienen los pies, no se tienen las manos, sólo se tiene un cerebro . |