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![]() Se autoriza la utilización hasta de una página completa dando crédito al autor. Otras copias, y hasta copias completas se podrían utilizar con algunas condiciones. Para más información consulte al autor. Posibilidad de cancelación de los derechos de autor: En caso de muerte del autor por alguna razón, o la detención del mismo por alguna causa por mas de 60 días durante un periodo de 6 meses, o de la desaparición por mas de 60 días después de haber sido levantada un acta como persona desaparecida en una estación de policía en el estado de Nevada en los Estados Unidos el derecho de autor © 2006, por el autor Jim V. Humble, será cancelada y será del dominio público. Además, el autor autoriza a cualquier persona, grupo o entidad para distribuir este libro gratis o por ganancia en todo el mundo, si algunas de las condiciones mencionadas en el párrafo anterior sucedieren. Domicilio electrónico del autor: jim@mmsmexico.com.mx Sólo correos electrónicos con el título de “Stories of success” (Historias de éxito) pasarán por el filtro de charolas. Todas las historias que pasen el filtro serán leídas. Si desea comunicarse por alguna razón, utilice como título del correo “stories of success”. Para más información y últimas noticias acerca de este libro y su contenido visite www.mmsmexico.com.mx De Que Trata este Libro Espero que usted no piense que este libro le cuenta acerca de otro suplemento muy interesante que pueda ayudar a alguna gente después de estarlo ingiriendo durante varios meses. No así. Este milagroso suplemento mineral funciona en unas pocas horas. El asesino #1 de la humanidad en el mundo ahora es la malaria, una enfermedad que es usualmente superada por medio de este suplemento en solo cuatro horas, en la mayoría de los casos. Esto ha sido comprobado a través de pruebas clínicas en Malawi, un país en el este de África. Matando el parásito de la malaria en el cuerpo, no ha habido una sola falla. Más de 75,000 victimas de malaria han tomado el Milagroso Suplemento Mineral y están ahora de regreso trabajando y viviendo vidas productivas. Después de ingerir el Milagroso Suplemento Mineral, los pacientes de SIDA están a menudo libres de enfermedad en tres días, y otras enfermedades y condiciones simplemente desaparecen. Si los pacientes en los hospitales más cercanos fuesen tratados con este Milagroso suplemento, más del 50% de ellos estarían de regreso en casa en el lapso de una semana. Por más de 100 años, las clínicas y hospitales han usado los ingredientes activos en este suplemente para esterilizar pisos de hospitales, mesas, equipo hospitalarios y otros artículos. Ahora, este mismo poderoso germicida puede ser enjaezado por el sistema inmune para matar con seguridad patógenos en el cuerpo humano. Tan sorprendente como podría parecer, si es usado correctamente, el sistema inmune, este asesino puede utilizarse para atacar solamente aquellos gérmenes, bacterias y virus que son dañinos para el cuerpo, y no afecta a la bacteria benévola en el cuerpo, ni a ninguna de las células saludables. En este libro, he tratado lo mejor que he podido, dentro de mi capacidad, de apegarme a los hechos de exactamente que es lo que ha sucedido respecto al Milagroso Suplemento Mineral. Este libro es la historia del descubrimiento y posterior desarrollo del más asombroso realce para el sistema inmune alguna vez descubierto. Así, es la más grandiosa solución para las enfermedades de la humanidad hasta ahora conocido, sin ser una fármaco. Yo creo que si usted sigue mis esfuerzos para desarrollar estos datos y hacerlo disponible al público, la historia ayudará a hacerlo realidad para usted y convencerlo a hacer un intento. Para este propósito, he suministrado detalles completos sobre cómo fabricar el suplemento en su cocina, o comprar la mayor parte de los ingredientes disponibles. Es enteramente posible que usted pueda salvar la vida de alguien o la suya propia. Porque el Milagroso Suplemento Mineral funciona como un magnífico cargador del sistema inmune, no está designado al tratamiento de ninguna enfermedad en particular. Más bien está designado para mejorar el sistema inmune hasta el punto de que éste supere muchas enfermedades, frecuentemente en menos de 24 horas. Mi propósito para escribir este libro es que esta información es demasiado importante para permitir que una sola persona, un solo grupo o incluso varios grupos tengan el control Es información que el mundo entero debe tener. Después de 5 años de ver que prácticamente nada fue hecho por un grupo que pudo haber hecho mucho, finalmente me di cuenta que la información simplemente debía ser distribuida a tanta gente como fuese posible, o alguien sería siempre dejado fuera del circuito de recibir esta información salvadora de vida. Regularmente ocurre que hay una gran cantidad de importante información médica retenida del público que pudiera salvar vidas. Es mi intención prevenir que esto suceda con esta información. Prólogo Este prólogo está escrito por el Dr. Héctor Francisco Romero G., un doctor en medicina en el estado de Sonora, México, donde tiene una clínica muy exitosa que trata el cáncer y muchas otras enfermedades consideradas incurables. El usa el MSM de la que se habla en este libro y un número de otros tratamientos no intrusivos. El es bien conocido en Sonora, por el trabajo que ha hecho con los indios mexicanos. El Dr. Romero me hace ver mucho más grande de lo que soy, pero también, ¿cómo poder rehusarme a este prólogo. El Dr. Romero escribe: Un querido viejo amigo mío, y respetado filósofo, maestro, propulsor, hombre de buen temperamento en este estado desértico de Sonora, México, solía decir: “Aquellos hombres que viven 'la Universidad de la Vida', dejará huellas en este mundo”. No cualquiera construye y escribe con sus propias ideas “un libro”. Este es el mismo caso con mi amigo, Jim Humble. Esta personalidad es un desafío, un caminante del mundo, una persona ansiosa, quien ha luchado toda su vida para dejar huellas con sus contribuciones de investigación a la humanidad. El ha cubierto miles y miles de kilómetros, como lo ha demostrado en este libro su investigación, sufriendo enfermedades infecciosas de malaria, una enfermedad que puso su vida en riesgo, demostrándole a la ciencia médica que es posible contar con nuevos tratamientos alternativos. Dará una mejor calidad de vida a aquellos enfermos de zonas endémicas, como dice Jim, en latitudes como en regiones de África, Asia y América del Sur. Ene estos lugares hay mucha mortalidad debido a la malaria y otras infecciones virales, tales como el HIV, causando que las estadísticas de muertes sean muy considerables y más altas, comparadas a otros lugares en el mundo. Su producto fue investigado y bien reconocido por las autoridades de salud e un país africano. Con el MSM, el les ofrece mayores esperanzas y calidad de vida. Especialmente, aquellos que tienen las amenazas de estas enfermedades destructivas para el hombre. Nuestra experiencia en México con el MSM, en el estado de Sonora, ha sido tratar algunas enfermedades que son infecciones febriles contagiosas, tumores inflamatorios degenerativos, cáncer de próstata y algunos tumores malignos, con buenos y esperanzadores resultados. Para todo esto, le oro a Dios para que el pueda tener una gran inteligencia para poder continuar ayudándole a esos pueblos del mundo que no tienen esperanzas y que han sido olvidados, especialmente los niños, quienes merecen nuestra atención para una vida y un mejor futuro. Nota sobre Derechos de Autor en El Milagroso Suplemento Mineral del siglo 21 - Parte I y II Favor contactar al autor para más información. Posible cancelación de los derechos de autor: En caso de muerte del autor por cualquier razón, o la detención del autor por cualquier razón, durante más de 60 días durante cualquier período de 6 meses, o si el autor es declarado desaparecido durante un período de más de 60 días después de ser reportado como desaparecido a una estación de policía en el Estado de Nevada, los Derechos de autor 2006 por parte del autor, Jim V. Humble, será cancelada y este libro se volverá de dominio público. ![]() Además, al autor concede permiso a cualquier persona o grupo o entidad de distribuir este libro de manera gratuita o por beneficios a través del mundo, si surgieran algunas de las condiciones mencionadas en el párrafo arriba. La dirección electrónica del autor (imagen arriba) es jim@jimhumble.com. Solamente correos electrónicos con el “asunto” - “Stories of Success” (“Historias de Éxito”) - lograrán pasar el filtro de correo no deseado del servidor electrónico. Usted recibirá una respuesta automática. Siga las instrucciones en la respuesta para poder finalmente comunicarse con Jim. Le rogamos que sugiera este libro a sus amigos. Hay un simple servicio automático que usted puede usar para enviar información respecto a este libro a sus amigos. Váyase a la página www.miraclemineral.org y déle clic al botón “Dígale a sus amigos” (“Tell friends”). Agradecimientos Gracias a Bill Boynton de Mina, Nevada, por su ayuda con la química del dióxido de cloro. Gracias a Clara Tate de Hawthorne, Nevada, por su ayuda e inspiración con ideas, sugerencias y el inglés. Capítulo 1 - El Descubrimiento El teléfono estaba sonando en el otro extremo de la casa. Era una larga y estrecha casa, y había muebles que bordear para llegar al pasillo y atravesarlo, pero a pesar del obstáculo, logré legar a tiempo. Era Bill Benicolo, un viejo amigo de Chicago quien llamaba. Hablamos y el me preguntó, "Jim, ¿eres bueno en buscar oro?” Nunca fui demasiado modesto, así es que le dije la verdad (mi verdad). “Sí”, dije, “Estoy entre los mejores, si no es que soy el mejor”. Esto fue suficiente para el. El era una amigo, y estando ya familiarizado con mi trabajo en minería, el me creyó. Así, pues, continuó, “Estoy trabajando con un grupo que quiere minar oro en la selva en América del Sur. Necesitamos tu ayuda y estaremos pagando la tarifa actual, más una parte de los beneficios”. Convine salir en aproximadamente un mes. Ellos estaban queriendo usar mi tecnología para recuperar oro. Esto requeriría que tendría que embarcar equipo. Me tomó el mes entero conseguir que las cosas estuviesen listas y alistarme a mí mismo para la selva. Lo más importante que tomé, que se relaciona con esta historia, fueron varias botellas de Oxígeno Estabilizado (por favor no se haga la idea de que el Oxígeno Estabilizado es la solución milagrosa de la que estoy escribiendo en este libro). Toda agua en la selva es peligrosa de beber. En América del Norte, el agua de corrientes rápidas es usualmente bastante segura de beber, pero en la selva, sin importan cuan rápida se esté moviendo la corriente, no es seguro beber el agua. De hecho, una pueda casi siempre garantizar que una o más enfermedades peligrosas están presentes. A pesar de este conocimiento, terminé bebiendo de un rápido arroyo mientras estuve en la selva, y desarrollé fiebre tifoidea. Un número de personas me han mencionado que el oxígeno en el Oxígeno Estabilizado purificaría el agua, matando los patógenos presentes, especialmente si el agua se dejaba reposar durante la noche. Una vez envié una prueba a un laboratorio, después de tratar unas aguas se alcantarillas con Oxígeno Estabilizado, y los resultados regresaron mostrando que todos los patógenos estaban muertos. Yo tenía la plena confianza que podría purificar mí agua potable en la selva. Realmente había estado trabajando con Oxígeno Estabilizado durante algún tiempo. Un amigo mío que vivía bastante en las afueras de Las Vegas lo usaba bastante con sus animales. Se los dio a sus pollos en el agua para mantenerlos saludables y también lo usaba con sus perros. El incluso se lo inyectó a su perro en las venas una vez, cuando estaba enfermo, y el perro se curó en varias horas. Yo, a menudo llegaba a visitarlo para ver como iban las cosas. Bill Denicolo envió un contrato a mi casa en Las Vegas, Nevada, donde me había retirado de minar oro. El contrato era bastante generoso. Se me pagaría un salario razonable, y obtendría un 20% de propiedad en la operación, con tal que localizara oro en la jungla. Firmé una copia del contrato y la envié, para luego recibir un boleto de avión a vuelta de correo. Yo tenía 64 años, pero estaba en muy buenas condiciones físicas y no tendría problemas navegando en la jungla. El país era Guyana. El nombre había sido cambiado hacía unos años antes, de Guyana Británica a simplemente Guyana. Guyana es el país justo al sur de Venezuela, en la Costa este de América del Sur. Usted probablemente lo recuerde de la historia de Jin Jones y su culto. El culto entero cometió suicido en un punto, o realmente unos pocos cometieron suicidios después de matar a los niños y a muchos de los otros adultos con cianuro. Solo unos pocos sobrevivieron. Arribé en Guyana en un día normal, mientras estaba lloviendo, a mediados de 1996. Me fueron a encontrar varias personas locales quienes serían parte de la operación minera, y me condujeron a través de las líneas al aeropuerto, sin demora. Condujimos aproximadamente unas 30 millas a Georgetown, la ciudad más grande de Guyana, la cual es también la Capital. Me llevaron a una casa local, en donde había de quedarme hasta que departiéramos hacia el interior, en donde prospectaríamos la más grande selva tropical y bosque lluvioso de Guyana. En la casa conocí a Mike, un hombre local quien era propietario de las demandas a una muy grande porción de la selva, y sería también uno de los socios. Joel Kane, quien vive en la parte este de los E.U. era también uno de los socios listados en el contrato. Yo firmé. El había de llegar en el lapso de dos semanas antes que partiéramos hacia la selva. También había otro socio, quien supuestamente llegaría pronto, pero probablemente después de que partiéramos hacia la selva. Su nombre era Beta, y estaba emparentado a un algo oficial en el gobierno. El nombre del alto oficial era Moisés Nagamotoo, y era el Primer Ministro directamente bajo el Ministro Principal. (El nombre real de Beta era Satkumar Hemraj, pero el prefería el nombre de Beta.) Beta no estaba presente, pero porque el era nuestro socio, fui invitado a casa del Primer Ministro (Moses Nagamotoo) para cenar, la segunda noche que estaba allí. Mientras en su casa, el Primer Ministro se quejó de su problema de espalda, el cual le estaba impidiendo hacer su trabajo en el gobierno. Yo le expliqué a el que a veces ajustaba las vértebras cervicales (cuello), y quizá podría ser capaz de ayudarle con su espalda. Así, pues, después de la cena, el me permitió ajustar sus cervicales (cuello), lo cual hice muy delicadamente, cerciorándome de no hacerle ningún tirón o lastimarlo. En unos pocos minutos, su problema de espalda comenzó a ceder. Todos nosotros nos sorprendimos, y pronto el estaba caminando bastante fácilmente por la casa. El día siguiente, uno de los sirvientes me llamó y me preguntó si podría ajustarle las vértebras cervicales a la hija de Mose, ya que también estaba teniendo graves problemas de espalda. Estuve de acuerdo, por lo que me recogieron para cenar esa noche, la cual era la tercera noche que estaba allí, y después de la cena, le ajusté sus cervicales. Su nombre era Ángela. Ella tenía otra hija llamada Adila, pero ella no tenía problemas. Ángela, aunque suene asombroso, pronto andaba caminando fácilmente, y su problema de espalda pareció desaparecer. No siempre lograba tener tan espectaculares resultados, pero a veces sí sucedía. Estaba muy contento de haberme tomado el tiempo para ajustar nucas. Haciéndome de tan poderosos amigo como lo era Mosos Nagamotoo era muy importante. Yo no me di cuenta cuan importante era, en ese momento, pero sin duda alguna me salvó de pasar tiempo en prisión más adelante. A título de indicación y para futuros investigadores, Sana Hinds era el Primer Ministro (Premier). Jin Punwasee era el Ministro de Minas a quien íbamos a ver a menudo, y ocasionalmente visitábamos su hogar. El gobierno tenía un laboratorio de oro, donde compraban el oro de mineros locales. El problema era que todo el oro que llegaba estaba completamente con mercurio. Ellos pusieron el oro bajo una capucha y usaban un soplete para que quemara el mercurio antes de pesar todo el oro. Bien, como todo el mundo sabe, los vapores del mercurio son extremadamente venenosos. Estos vapores se escapaban de la pila y salían a la compleja área del patio del gobierno. Mucha gente se quejó de ésta práctica, y cuando me dieron un recorrido de sus instalaciones de oro, esto fue mencionado. Les ofrecí un diseño de un simple lavabo de vapores, y me tomaron la oferta. Tenían muy poco dinero para tales mejoras, así es que diseñé el lavador de dos barriles de 55 galones. Sucedió que yo tenía varios miles de pelotas de ping pong guardadas en una bodega en Las Vegas. Hice que las embarcaran a Guyana para ser usadas en el lavabo. Por el tiempo en que arribaron las pelotas, yo estaba en la selva, pero ellos simplemente vertieron las pelotas de ping pong en el barril diseñado para usarlas, encendieron el rociador de agua y estaba ya funcionando cuando regresé. Pude hacer el trabajo. Tuve suerte, con el lavabo para mercurio y ayudando al primer Ministro y a su hija, caímos muy bien con varios oficiales en el gobierno allí. Tenía un amigo que quería trasladarse de Rusia a Guyana, y le mencioné esto al ministro de minería, y un para de días más tarde, recibí una llamada del Ministro de Inmigración diciendo que podía llamar a mi amigo para decirle que visitara el Consulado de Guyana en Moscú. Dijo que allí estaban los papeles esperando por mi amigo, que le permitirían inmigran a Guyana. Así, pues, como puede ver, realmente tenía un poco de empuje. Hago mención de esto solamente para ilustrar mi buena suerte. En nuestra primera expedición a la selva estaríamos llevando a ocho hombres que acarrearían los suministros y establecerían un campamento al llegar a los varios lugares. Nuestros trabajadores eran llamados cargadores. Estos hombres fueron contratados por Mike y ellos llegaron a la casa aproximadamente una semana antes del tiempo, para comenzar a acomodar los suministros y equipos. Uno de los cargadores era el capataz, y los otros, por supuesto, eran trabajadores. Finalmente llegó el tiempo para nuestra expedición, y si Joel ni Beta habían llegado, pero no podíamos esperar más. Los hombres ganaban solamente $6.00 por día (dólares estadounidenses), pero aún así costó mantenerlos alrededor, y nosotros queríamos hacer las cosas. Así, pues, la tripulación final consistía de mí, de Mike, el terrateniente, y los ocho cargadores. El viaje hacia el interior tomó aproximadamente dos días. Primero estaba aproximadamente a una hora de viaje de Georgetown a la ciudad de Parika, en el Río Cuyuni Mazaruni. Cargamos nuestras cosas en un gran camión y cuatro taxis. Llegamos a Parika aproximadamente a las 9 de la mañana y cargamos nuestros suministros en varias grandes lanchas de carrera. El río, a este punto, tiene más de cinco millas de ancho. Si usted decidiera hacer su propia investigación en esa parte de la historia, usted se dará cuenta que el próximo brazo de la jornada nos tomó acerca de cuatro horas a una velocidad que pudiera llamarse alta en ese río. Finalmente arribamos a nuestro próximo destino, el pueblo de Bartica, el cual es considerado el portal hacia el interior del país de Guyana. Allí compramos la mayor parte del suministro de víveres. Hay varias tiendas de víveres construidas como bodegas, que en su mayoría suministran a excursiones al interior. Nuestro comprador compró más que nada frijoles y arroz. Normalmente compran solamente arroz para tales viajes, pero porque yo estaba allí agregaron varios sacos de frijoles. En otros viajes pude conseguir que compraran más variedad de alimentos. Cuando cargaron todos los suministros en varios botes y cruzaron el río hacia un puerto a la otra orilla aproximadamente a una milla lejos de donde transferimos nuestro equipo y suministros en dos camiones muy grandes. Los camiones tenían llantas de más de seis pies de diámetro, para conducir a través de los caminos consistentes sobre todo de lodo allí en la selva. Incluso esas grandes llantas no podían ir donde no había caminos. Los suministros fueron amarrados y asegurados, y la mayoría de hombres, entonces, eligieron caminar por una ruta más corta hacia el nuevo punto de partida hacia la selva. Pronto aprendí porqué preferían caminar. El camino era tan primitivo y los camiones saltaban tanto que tomaba una atención constante mantenerse agarrado. No hubo posibilidad de dormir durante las cinco horas que le tomó a los camiones llegar al último punto de cruce en el último brazo de río de nuestra jornada. Llegamos después de que oscureciera, ya que, en la jungla cerca del ecuador siempre oscurece a las 6 de la tarde y amanece a las 6 de la mañana. Dormimos en cualquier parte que pudimos esa noche. Yo dormí en una banca fuera de una pequeña tienda allí. La próxima mañana, de nuevo, cargamos todos nuestros suministros en botes y continuamos río arriba, lo que ahora era el brazo Cuyuni del río. Los botes en este río están usualmente cargados hasta el tope, como se dice. Los bordes de éstos botes estaban a menos de cuatro pulgadas por encima del agua. No requeriría que viniese una gran ola a los lados una sola vez, y el barco, cargado como estaba, se hundiría hasta el fondo. Sin embargo, sucede que casi nunca hay grandes olas en esos ríos. No hay tormentas en la selva. Llueve terriblemente fuerte, pero hay muy poco viento acompañando a la lluvia, por lo cual simplemente no ocurren tormentas. De hecho, no hay desastres naturales en ésta área del mundo, es decir, no hay tormentas, ni huracanes, ni incendios forestales o terremotos. Viajamos fío arriba durante aproximadamente cuatro horas y llegamos al punto donde estaba realmente nuestro punto de cruce. Después de descargar los botes, los hombres comenzaron a cargarse con los suministros. Los cargadores llevaban sus cargas contra sus espaldas, pero el peso estaba en sus cabezas. Una cinta iba alrededor de su frente y hacia abajo hasta el paquete que iba colocado contra sus espaldas. Ellos afirmaron que este método era el menos cansado de llevar las cargas. Ellos llevaban cargas hasta de 80 libras a través de la jungla y las montañas. Era ahora como las 10:30 de la mañana. Tendríamos que viajar hacia arriba, a una selva montañosa hacia el otro lado. Bueno, nosotros la llamamos montaña, pero las colinas no son consideradas montañas en esa área hasta que tienen unos 1,000 pies de altura. Esta colina tenía 997 pies de altura, y por el tiempo en que subimos a la cima, estábamos seguros que era una montaña. La montaña estaba totalmente cubierta con selva. En esta área, donde la humedad es del 100%, y a veces incluso hasta de 110%, sin importar si llueve o no, uno se empapa muy pronto, ya que el sudor no puede evaporarse. Todas las ropas se empapan. Aquellos que llevan botas de cuero las tendrán pronto llenas de agua, pero, ya sea la lluvia o el sudor pronto las llenarán. Manteniendo siempre un ojo en o que los locales llevan puesto, yo llevaba solamente zapatos tenis. Las botas ofrecen alguna protección contra serpientes, pero se vuelve casi imposible usarlas después de un corto tiempo, porque pronto se llenan completamente de sudor. Yo decidí ser muy cuidadoso observando si no había serpientes. Algunos de los hombres tuvieron que hacer varios viajes sobre la montaña, para trasladar todos nuestros suministros al otro lado. Tomó casi dos días completos de viaje para llegar a nuestro campamento. Esto le da una idea cuan profundo en la selva estábamos. Varios días más tarde, cuando dos de nuestros hombres llegaron con malaria, nos preocupamos muchísimo. Nos habían asegurado que no había malaria en esta área de la selva, y no habíamos pensado en traer medicina contra la malaria con nosotros. Inmediatamente envié a dos hombres corriendo al siguiente campamento de mineros, esperando que ellos tuvieran fármacos contra la malaria. Esto tomaría por loo menos dos días, y si ellos no tuviesen medicina contra la malaria, tomaría por lo menos seis días antes de que los hombres regresaran. Simplemente tuvimos que aceptar estos hechos, porque fue lo mejor que pudimos hacer. Pudiéramos haber tratado de llamar un helicóptero, pero no teníamos radio con nosotros. Las radios no funcionan en la selva, de todas formas, excepto para distancias muy cortas. Considerando toda la información que había aprendido acerca del Oxígeno Estabilizado, que a mí me pareció, sabiendo que mataba los patógenos en el agua, que quizás pudiese curar la malaria. Me senté con los hombres que habían contraído la malaria y les pregunté si ellos estarían interesados en probar esta “bebida saludable” de los Estados Unidos. Ellos estaban muy enfermos, y estaban sufriendo. Estaban acostados en sus hamacas temblando con escalofríos, y al mismo tiempo con fiebre altísima. Sus síntomas incluían dolores de cabeza, dolores musculares y de las coyunturas, náusea, diarrea y vómitos. Ellos estuvieron dispuestos a tratar cualquier cosa, y así lo hicieron. Le di a ambos una saludable dosis del oxígeno estabilizado en agua, y lo tomaron directamente. Pensé que era todo lo que podía hacer por el momento. Solamente tendríamos que esperar que regresaran los corredores. En una hora se detuvieron los escalofríos. Esto no significaba gran cosa, ya que los escalofríos vienen y van, pero tenían mejor semblante. Cuatro horas más tarde estaban haciendo hasta bromas de cuan mal se habían estado sintiendo. Se levantaron de sus camas y se sentaron a la mesa a cenar esa noche. La mañana siguiente, dos otros hombres aparecieron con malaria. Ellos tomaron las mismas dosis de Oxígeno Estabilizado y al mediodía ya se estaban sintiendo bastante bien. Todos estábamos asombrados. (Esta no es toda la historia, y el Oxígeno Estabilizado no funciona todo el tiempo). Yo continué con la prospección del oro. Había desarrollado un método de ensayo para e oro (eso significa determinar la cantidad de oro que está presenta), que era muy simple. Pude conducir yo mismo los ensayos en vez de tener que estar enviando mis ensayos a un laboratorio en alguna parte y esperar un par de semanas la respuesta. Pronto pude localizar algunos depósitos de oro y comenzamos a planear poner un molino de oro en la selva. Esta no es una historia acerca del oro, así es que, para hacer corta la historia, mientras estábamos instalando un molino de oro y prospectando más oro, estuve viajando bastante por la selva. Doquiera que fui, traté personas con malaria (y a veces con fiebre tifoidea). Aunque el Oxígeno Estabilizado funcionaba solamente como un 70% todo el tiempo, esto fue suficiente para hacerme bastante conocido y famoso en la selva. En el camino de regreso al pueblo durante el primer viaje a la selva, alcanzamos una operación minera que había sido cerrada por vacaciones. Allí había un número de hombres quienes estaban meramente esperando que abriera de nuevo el molino. Uno de los hombres estaba sentado a la mesa, y se veía muy enfermo. Le pregunté que es lo que le pasaba, y dijo que estaba esperando que lo recogiera un bote. Dijo que tenía fiebre tifoidea y malaria al mismo tiempo. Yo le mencioné mi Oxígeno Estabilizado, el cual simplemente le llamaba bebida saludable, y me dijo que iba a intentar. A mi regreso del pueblo, el vino hacia mí corriendo a encontrarme. Asió mi mando y la sacudió hacia arriba y hacia abajo. Me dijo que se había mejorado en un lapso de horas después que yo salí, y ya no tendría que regresarse al pueblo, después de todo. Lo dejé con una pequeña botella de gotas, como lo había hecho en otros lugares en la selva. Había un número de buenas historias como esa, pero desafortunadamente, en ese tiempo hubo mucha gente a quien no pude ayudar. Au así, era un tratamiento que tuvo muchos mejores resultados que las medicinas contra la malaria usadas allí. La gente enferma de malaria no pueden permitirse el lujo de tomar medicinas preventivas contra la malaria, ya que los efectos secundarios de desarrollan después de un tiempo. Los visitantes usualmente pueden solamente permitirse tomar medicinas contra la malaria durante un corto período. Así, los locales jamás tomaban estas medicinas preventivas contra la malaria. Ellos debían depender, para ser curados, por las medicinas estándar, después de contraer la enfermedad, y desafortunadamente la malaria ha desarrollado resistencia a esas medicinas. Los visitantes solamente pueden permitirse tomar medicina contra la malaria durante un corto período. Varios de mis asociados fueron hospitalizados como resultado de las medicinas preventivas de a malaria. Visité una clínica misionaria cerca de una de las aldeas mineras en la selva. Ellos tenían, según recuerdo, cuatro camas. Les ofrecí a ellos la “bebida saludable”, pero me dijeron que la malaria era una enfermedad frecuentada entre la gente de la selva por sus pecaminosas prácticas sexuales, y que no creían que Dios quería que tuvieran una cura contra la malaria. No había nada que pudiera hacer para hacerlos cambiar de opinión. Me sentí muy mal de ver sufrir a esas personas, pero tuve que irme. No mencionaré la religión involucrada, ya que pienso que deben de haber cambiado su forma de pensar acerca de ayudar a las víctimas de malaria por ahora. De regreso a Georgetown hablé por teléfono con un amigo, Bob Tate, acerca de que el Oxígeno Estabilizado había curado la malaria. El inmediatamente voló a Guyana. Los discutimos, y decidimos ver si podríamos vender el Oxígeno Estabilizado en Guyana. Pusimos un anuncio en el periódico local, afirmando que nuestra solución curaba la malaria. Esto fue un error. Inmediatamente, la estación local de televisión envió reporteros a nuestro lugar, y de repente estábamos en televisión hablando acerca de nuestra solución. Luego llegaron los reporteros de radio y periódicos. Fuimos famosos durante como tres días. Luego el gobierno nos tiró una bomba. El ministro de salud nos llamó a una entrevista. Ella nos dijo que si vendíamos nuestra solución a una sola persona más, que estaríamos en su prisión y que eso seguramente no nos gustaría. Yo había visto la prisión y sabía que tenía razón. Hablé con mi amigo, el Primer Ministro, Moses Nagamotoo una noche. El me explicó que dos compañías de fármacos habían llamado al Ministro de Salud, amenazando con dejar de enviar fármacos al hospital local, si no hacía algo acerca de la persona que afirmaba ser capaz de curar la malaria. Me explicó que no había nada que su gobierno pudiera hacer, en esos momentos, pero me mencionó que le había sugerido al Ministro de Salud que me diera alguna latitud. A ese punto hice un error incluso más grande. Aunque quitamos nuestro anuncio del periódico, yo continué vendiendo la solución a más personas que la necesitaban. Mi socio, Bob Tate, ya se había ido a casa, pero yo todavía tenía planes de minar oro en la selva. Estábamos ya casi listos con nuestros suministros de minería cuando recibí la noticia que iban a hacerme cargos de un crimen, y que sería mejor si me fuera o estuviera en otra parte. Encontré que la gente en Georgetown están más temerosos de la selva que la gente de Las Vegas. Ellos raramente persiguen a la gente hasta la selva. Inmediatamente hice el viaje río arriba, y los suministros me siguieron unos días más tarde. Esta es la historia básica del descubrimiento de que el Oxígeno Estabilizado a veces cura la malaria. Sin embargo, esto solamente es el comienzo de mi historia. Yo no lo consideraba como un suplemento milagroso aún. Me quedé río arriba durante más de seis meses, trabajando en el molino de recuperación de oro. Esa parte de la operación la financié yo mismo, porque Joel Kane se estaba tardando en llegar, y nunca suministró dinero adicional. Cuando finalmente llegó, después de que vio algo del oro que mi molino estaba recuperando, el quería la propiedad completa, y me ofreció el 3% en vez del 20% que estaba estipulado en el contrato. Al no estar de acuerdo con el, hizo que Mike, el dueño de la tierra y los cargadores que Mike había contratado derribaran mi molino en funcionamiento y lo llevaran fuera hacia la selva. Yo se que es lo que el hizo, porque me lo dijo. Según el contrato, si el no usaba mi tecnología, no necesitaba darme el 20%. El problema para el era que la nueva tecnología que Mike, el dueño de la tierra, implementó, no funcionaba. Así, no solo perdí mi inversión, sino que el también perdió la suya. El era millonario, y realmente no le importaba, pero para mi fue un poco más duro. Cuando regresé al pueblo después de esos seis meses, todos los problemas con el Ministro de Salud habían estallado, por lo que me regresé a los Estados Unidos. Perdí mi dinero invertido, pero tenía el conocimiento de lo que podía hacer el Oxígeno Estabilizado, y esto era muy emocionante. Ya no me importaba el oro. Casi me costó esperar llegar a casa para comenzar un programa de ensayos para encontrar porqué el Oxígeno Estabilizado solamente funcionaba parte del tiempo. Regresé a Guyana unos meses más tarde, cuando otra compañía me contrató para que les ayudase a mejorar su recuperación de oro. Todavía estaba trabajando con el Oxígeno Estabilizado. Uno noche me descuidé, y dejé que me picaran cientos de veces los mosquitos. Realmente no fue planificado, pero cuando los mosquitos comenzaron a picarme, simplemente los dejé hacerlo. Varios días más tarde comencé a desarrollar malaria. El primer síntoma es solo la sensación de tener una leve indigestión durante una comida. No es muy pronunciado, solamente una leve sensación de náusea que se pasa en unos 15 minutos. Uno no siente la náusea real hasta el día siguiente. Puesto que yo enfermé, decidí que bien pudiera revisar mi propia medicina. Decidí esperar hasta hacerme un examen de sangre en el hospital en Georgetown antes de comenzar cualquier tratamiento... Ese fue un error casi fatal. El bus que corre de esa parte de la jungla hacia Georgetown no llegó, y se que casi siempre que la gente espera demasiado para el tratamiento terminan muertas. Esperé un par de días al bus, pero éste no llegó, y me estaba poniendo cada vez más enfermo. Aun así, yo quería estar absolutamente seguro, con un examen de sangre, que tenía malaria. Me iría pronto a casa y no tendría ninguna otra oportunidad para hacer más pruebas de esta clase en los Estados Unidos. No le conté a nadie que estaba realizando una prueba conmigo mismo. Mis empleados, viendo cuan enfermo estaba, se sintieron responsables de llevarme de regreso al pueblo. Entonces cuando acordé pagar una parte del costo para que me recogiera un avión, ellos estuvieron de acuerdo instantáneamente. En esa parte de la selva tienen una radio y una rudimentaria pista de aterrizaje cercana. El avión finalmente llegó el día siguiente (era ahora mi cuarto día de estar enfermo). Me fui en bicicleta hacia la pista de aterrizaje. Para entonces, ya estaba muy enfermo. Cuando llegué e Georgetown, me pusieron en un taxi y me llevaron directo al hospital. En el hospital esperé varias horas para un análisis de sangre. Definitivamente estaba mostrando los síntomas de la malaria. El médico me dijo que mi sangra daba resultado positivo para la malaria. Yo era un paciente externo, por lo que solamente me dio un pequeño bote de píldoras contra la malaria. Por supuesto que no tomé las píldoras. En vez de esto tomé una dosis grande de mi propia medicina. En el lapso de horas ya me estaba sintiendo mejor. Funcionó para mí. De remate, regresé al hospital y me hice otro análisis de sangre que ahora mostraba negativo para la malaria. ¡Fue muy emocionante! Yo fui el primer paciente en tener un análisis de sangre tanto antes como después de haber tomado el Oxígeno Estabilizado. Creí haber descubierto una cura para la malaria. Planeé dejar Guyana justo después de haberme hecho los análisis de malaria que salieron negativos. Estaba dando un paseo por la ciudad en mi moto Honda que compré al llegar a Guyana. Al pasear a lo largo de la calle, me encontré con un viejo amigo canadiense, quien estaba allí para hacer alguna minería de diamantes. Me detuve y nos saludamos, sentándonos en el café de una acera para conversar. Al estar allí conversando, el notó a un amigo caminando por las calles. Lo llamó, y el amigo vino. Fuimos presentados y el fue invitado a sentarse. Se veía muy cansado y solo un poco enfermo. Le pregunté que es lo que le sucedía y me dijo que tenía malaria. Dijo que los fármacos que el hospital estaba dándole no parecían ayudarle mucho. Le dije, “Bien, sucede que usted ha venido al lugar correcto.” Le expliqué que acababa de descubrir cómo curar la malaria y le dije, “Si me espera solamente algunos minutos, iré a casa y le traeré una solución para tomar”. El acordó esperar. Cuando regresé, le mezclé un brebaje y se lo di en un vaso recubierto, en el café de la acerca. Continuamos conversando. Después de una media hora, el dijo, “Sabes, me siento un poco mejor, debe ser mi imaginación”. Con todo, estuvimos allí sentados durante dos horas después de que el ingirió la solución. En ese poco tiempo, todos sus síntomas habían desaparecido. Le di una pequeña botella de la solución, y más tarde, esa noche, el llegó donde me estaba hospedando, y le di otra botella. Mis planes en ese tiempo eran completar la investigación para luego entregar la información al mundo. Estaba seguro de poder sacarla al mundo, de una u otra manera. |
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![]() | ![]() | «¡Hasta la vista! ¡Que tenga un buen día!», todos respondían con una abierta sonrisa | |
![]() | ![]() | «Hogar en la Lejanía». Con el tiempo, el asentamiento inicial se extendió hasta convertirse en la flamante Misión Tierra, con un... |