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2.- COMUNICACIÓN Y RELACIONES SOCIALESUna de las áreas importantes a trabajar es la comunicación, a nivel global, ya que estos alumnos suelen presentar estilos de comunicación un tanto especiales, y no demasiado útiles a nivel funcional para poder comunicarse con cualquier persona, o poder tratar cualquier tema. Y también les resulta difícil comprender ciertas cosas, sobre todo a nivel abstracto. A su vez, pensamos que es imprescindible trabajar en el campo de las relaciones sociales, ya que la interacción es un aspecto esencial para la convivencia, que es fundamental para la integración del alumno en el centro educativo y en la sociedad. Lo que pretendemos es que el alumno se comunique y actúe de forma adecuada al contexto y situación en la que se encuentre. Nos vamos a centrar en los siguientes apartados:
Presentarse o saludar a los demás. Pensamos que es útil comenzar a trabajar el saludo a través de vídeos donde aparezcan niños y niñas presentándose a otros niños o bien a un grupo, realizándolo de forma correcta. Posteriormente planteamos diferentes situaciones de role play para que el alumno ensaye técnicas de presentación, incidiendo en que lo haga de forma correcta dependiendo de las diferentes situaciones. Por ejemplo:
Forma de ceder el turno o finalizar una conversación. Para ello utilizamos una palabra clave que indique al alumno que debe finalizar la conversación, de forma que él, al escuchar la palabra, sepa que debe ceder el turno a otro compañero. En este caso utilizamos la palabra “interesante”. Esta palabra clave debe ser empleada también por profesores y padres. Cuando se aprecie que el alumno ha adquirido plenamente este concepto, deberemos establecer una técnica para que el alumno sepa cuando debe parar, sin escuchar la palabra “interesante”. El alumno, cuando intervenga en una conversación, debe mirar a los interlocutores, fijarse en su postura, su expresión y su mirada. Durante el proceso, le iremos proporcionando tácticas para que compruebe, según la actitud de sus interlocutores, si debe parar de hablar (porque los demás están aburridos o porque no les interesa la conversación), o continuar con su intervención. Cómo hablar dependiendo de si la otra persona está o no interesada. En primer lugar se le darán al alumno pistas para que aprenda cuando una persona no está interesada en lo que estamos diciendo (no nos mira, interrumpe constantemente, no realiza ningún gesto de asentimiento, etc). A continuación le daremos pautas de cómo actuar en función de si nuestro oyente nos presta atención o no. Por último, realizamos un role play de dos situaciones, una donde nuestro oyente no está interesado en lo que hablamos y otra en la que está muy interesado por la conversación que estamos manteniendo. Y el alumno deberá actuar en función de las pautas dadas, y de lo que él perciba que está pasando. En el trabajo de rol play, debemos trabajar que el alumno no se enfade, se frustre o enrabiete si alguien no le escucha o no le hace caso. Si alguien no está interesado en lo que dice, el alumno debe aprender a aceptarlo, para ello no debe enfadarse, y mucho menos agredir (verbal o físicamente) a la otra persona, ni forzarla a escucharle. En vez de esto, podemos proponerle que cuando se sienta así realice alguna actividad que le resulte agradable. Volumen y tono de voz. Trabajamos con nuestro alumno diferentes volúmenes de voz: muy bajo, muy alto y medio. Lo podemos trabajar, por ejemplo, a través de una grabación en audio. Ya que a veces el volumen de voz utilizado por nuestro alumno no era el adecuado. Era muy alto en unas ocasiones y muy bajo en otras. Podemos trabajar diferentes situaciones en diferentes contextos con el fin de que aprenda a distinguir a qué volumen debe hablar en cada momento. Por ejemplo: podemos decirle que imagine que nos vamos de excursión a un museo, y preguntarle cómo debemos hablar allí, si no nos responde adecuadamente debemos decirle que en un museo hay que hablar bajito, y explicarle porqué. Hablamos bajito para no molestar al resto de personas que se encuentren en el museo. Cuando deba hablar en clase. Si no le queda claro, debemos explicarle que en clase debe hablar alto y claro (cuando el profesor le de la palabra) para que todos se enteren de lo que quiere decir, aunque alto no significa gritando.
Hay que enseñarle y transmitirle al niño que el lenguaje no verbal es una parte fundamental de la comunicación, y por ello nos centramos en la enseñanza de pautas básicas para que el alumno comprenda, y aprenda a expresarse de forma funcional con lenguaje no verbal. Postura. Trabajaremos la postura recta y la mirada dirigida al interlocutor. La postura la trabajaremos a través del modelado y el contacto ocular, reforzando todas las respuestas de contacto ocular espontáneas que muestre el alumno, así como enseñarle a mirar ante la orden “mírame”. Gestos faciales. Para ello utilizamos unas fichas con unos dibujos donde se expresan diferentes tipos de emociones y al lado de cada dibujo aparece el nombre de la emoción expresada. Las emociones trabajadas serán: alegría, tristeza, enfado, susto, interés, aburrimiento y asco. Una vez que aprenda a reconocer las emociones en las imágenes, un segundo paso será su reconocimiento en personas reales (para lo que podemos utilizar la colaboración de compañeros de aula y profesores). Por último para que el alumno lo aprenda haremos que él mismo represente estas emociones con sus gestos faciales. Movimientos de brazos y manos. Presentamos al alumno unas frases, por ejemplo: “lo siento mucho”, “Pss…silencio por favor”, “no tengo ni idea”, etc para que él representase las situaciones a través de gestos faciales y movimientos de brazos y manos. Con el objetivo de que comprenda los gestos que hacen los demás y a comunicarse mediante gestos. Proximidad. Trabajaremos una disminución en la proximidad con los oyentes, ya que a veces, el alumno se acerca demasiado a las personas llegando a invadir el espacio interpersonal. Esto podemos trabajarlo a través de indicaciones, modelado y de rol play, para ensayar un poco y comprobar que lo ha aprendido. Contacto físico. Es necesario trabajar y enseñarle aquellas situaciones en las que puede mostrar afecto a los demás y aquellas situaciones en las que para mostrar dicho afecto es necesario el permiso de la otra persona. Es un contenido muy sutil y complejo, en el que entran en juego diversas variables personales, como la confianza, el apego, así como el contenido de la conversación, así que se realizará con precaución en la elección de las situaciones naturales y en colaboración con la familia.
Qué decir si alguien está bromeando. Uno de los problemas que tiene nuestro alumno es su falta de entendimiento de situaciones donde sus compañeros bromean, por lo que podemos analizar con él dichas situaciones para facilitar su identificación así como posibles respuestas a las mismas. También podemos trabajar este aspecto con los compañeros para que colaboren con nuestro alumno en la identificación de las bromas. Para trabajarlo podemos empezar contando chistes muy sencillos al alumno, y hacérselos entender, para ver su reacción; una vez que vemos que comprende la ironía o la gracia de algunos de ellos intentaremos que él nos los cuente a nosotros y nosotros exageraremos la reacción que nos sugiera el chiste. En este apartado podemos aprovechar para enseñarle a entender metáforas y sarcasmos. Trabajaremos con el alumno diferentes frases para que aprenda a identificarlas y controlar su reacción ante las mismas. Entender el humor y los chistes, por ejemplo ser gracioso no es insultar a los compañeros y compañeras a pesar de que dichos insultos provoquen la risa de los mismos/as. También podemos enseñarle Refranes comunes y frases hechas, como entender la expresión “en un segundo”, “te comería a besos”, “estoy hecho polvo”, “ me mola”. Cómo se sienten otras personas en determinadas situaciones. Este aspecto podemos trabajarlo a través de juegos y actividades de role play que le ayuden a pensar en el punto de vista de otras personas, explicándole en todo momento su generalización a la vida cotidiana. Para facilitar su empatía, primero él será el protagonista de la situación y le preguntaremos cómo se siente. Y posteriormente le presentaremos la misma situación pero donde el protagonista sea otro niño, y le preguntaremos si dicho niño se sentiría igual que él. Otro ejemplo de situación que podemos utilizar es aquella en la que un niño insulta a otro, primero el sería el niño insultado y posteriormente el que insulta. Utilizaremos las imágenes como apoyo al trabajo en todo momento, aunque intentando siempre que sean un apoyo a la intervención que intentamos que sea natural, es decir intentando crear situaciones interpersonales naturales. Cómo comportarse cuando alguien está enfadado con él. Podemos trabajar con él situaciones de enfado para que aprenda a responder de forma adecuada. En primer lugar, a través de situaciones de role play, donde le ofrezcamos unas pautas para evitar que tenga reacciones agresivas o de tensión, posteriormente sin pautas y finalmente a través de situaciones reales de enfado de profesores o compañeros de aula. Podríamos proporcionarle un guión o lista de cosas que puede hacer cuando empiece a sentirse estresado o enfadado. Para ello le indicaremos los pasos a seguir y le proporcionamos una tarjeta para que, en caso de que la situación se diese, él pudiese leer la tarjeta y seguir los pasos que le ayuden a controlar el enfado que sienta y evitar rabietas. Podemos sugerirle los siguientes pasos: - Cálmate y respira muy fuerte. - No grites, no golpees las cosas, no corras de un lado a otro. - Ve a hablar con la orientadora o la integradora social y explícale por qué estás enfadado. d) Desarrollar su habilidad para entender conceptos abstractos. Para ello trabajaremos los conceptos abstractos a través de apoyos visuales (por ejemplo pictogramas) que ayuden a su materialización. Por ejemplo, podemos trabajar las emociones a través imágenes o historias, las operaciones matemáticas con pequeñas cantidades o con objetos o dibujos que las representen, etc. |