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La cultura norteamericana es a nivel mundial el mismo fenómeno que se presenta en las capitales de los países, a las que llega gente de todas las provincias y finalmente la cultura se fusiona en una totalmente diferente a la original. En Estados Unidos el fenómeno es más complejo porque la cultura se formo a partir de las costumbres de millones de personas llegadas de cada rincón del mundo, es por eso que resulta muy difícil identificar los rasgos propios de la cultura norteamericana, tocaría irse hasta las culturas indígenas y tampoco brindaría una conclusión absoluta. Yo diría que su cultura es cosmopolita y se asimila a la de cualquier ciudad del mundo. A la hora de viajar y dejar atrás nuestro querido país siempre es importante tener en cuenta algunos puntos fundamentales del destino al que vayamos a viajar. Cada lugar del mundo tiene una cultura distinta y con ello tiene costumbres, hábitos e ideas distintas a las nuestras muchas veces. Cuando decidimos viajar a los Estados Unidos, muchas veces pensamos que es un país cuyos hábitos no son tan distintos a los nuestros, pero ese suele ser un gran error. El gigante país que es Estados Unidos contiene una cultura única que nace esencialmente de la mezcla forzosa de una gran cantidad de minorías culturales. Hasta no hace mucho, Estados Unidos tenía las puertas abiertas para odo aquel que no encontrara un lugar en el mundo. Cuando el hambre y la sobrepoblación corrieron a los europeos, cuando las guerras mundiales lo hicieron, cuando la miseria cayó sobre los hinos o cuando la decadencia se instaló en América Latina, todos estos pueblos se fueron instalando en norteamérica y generando una masa cultural super hetergénea. Pero hay que tener muchas cosas en cuenta. En Estados Unidos tendremos que movernos hoy por hoy siguiendo multiples prototipos que no existen en el resto del mundo. Esto nos obligará a entablar distintos lazos de comunicación con los distintos grupos que conforman ese cada vez más borrosos American Way of Life. En el país de inmigrantes, la gran parte de los habitantes del sur este (a excepción de la mentalmente abierta ciudad de Nueva Orleans) y del centro profundo son bastante cerrados al extranjero, a quien se queda a vivir y a quien solo está pasando unas vacaciones. Por otro lado, en centros más turísticos como las grandes ciudades (Nueva York, Los Ángeles y Chicago) o los centros de atracciones (Disneyland, el cañon del Colorado, etc) la recepción al turista es muy buena. Dentro de la mezcla cultural todo se ha suavizado en la cultura norteamericana. Las raíces de la cultura negra (la única que no eligió llegar a este curioso país) se dejan ver apenas en algunos ritmos musicales y en una forma de hablar característica (es casi imposible entederles), los latinos parecen ser latinos por pertenecer a pandillas o por sus nombres y sus gustos musicales pero han dejado lejos otros aspectos de su cultura de origen. De esta forma, la cultura estadounidense se ha ido convirtiendo en una nebulosa por sobre todo superficial. Hoy por hoy viajar a Estados Unidos con un velo o un turbante es pre condenarse a largas horas de espera en aeropuertos, ser Europeo es ser competenca para los americanos y ser latino es ser mano de obra barata. A esto se han resumido las ideas y las concepciones hacia el extranjero en este país. Comer algo que no sea comida rápida e será dificil por su precio y poca disponibilidad, acceder a la cultura es dificil también fuera del circuito del entretenimiento comercial y así con la mayor parte de las cosas que le aportan profundidad a una sociedad y a su cultura. Tal vez sea la música el aspecto que más escape de esto. De todas formas esta cultura tiene tantas caras como pequeñas comunidades la conforman y eso le da un sin fin de atractivos, en ningún lugar del mundo hay tanta mezcla humana como aquí. Italianos, ingleses, irlandeses, afroamericanos, latinos, hindúes, chinos, coreanos, rusos, judíos, indios americanos, un sin fin de pueblos conviviendo en un inmenso y por cierto bellísimo país. "Dadme a vuestros pobres, a vuestros exhaustos, a vuestras masas hacinadas que suspiran por respirar libremente"; así reza la inscripción de la Estatua de la Libertad. Y el mundo le hizo caso, alimentando el dinamismo de este país con oleadas de inmigrantes procedentes de cualquier rincón del globo. Ésta es una de las características definitorias de la identidad nacional de Estados Unidos, aunque considerar que se trata de un "país de inmigrantes" significa soslayar a los indígenas americanos y a los esclavos africanos. A pesar de la mezcolanza racial, Estados Unidos puede ser sorprendentemente aislacionista y xenófobo. En los últimos 30 años la noción de melting pot (crisol de razas), una amalgama en la que las diferencias individuales entre los inmigrantes se perdían en una uniformidad insípida, se ha visto reemplazada por el modelo cuenco de ensalada, en el que cada una de las piezas sigue manteniendo su aroma contribuyendo al mismo tiempo al conjunto, ya que muchos grupos étnicos estadounidenses no aspiran a integrarse en las normas anglosajonas. La constitución garantiza a los ciudadanos la libertad de culto. Los protestantes se han mantenido como la espina dorsal de la clase media estadounidense, mientras que los inmigrantes irlandeses, italianos y polacos católicos han ido ganando terreno gradualmente. Hay más de 5 millones de judíos, cuyas proezas en el terreno financiero y científico les ha permitido desempeñar un papel mucho más activo que lo que su número podría sugerir. Existe una infinidad de cultos autóctonos, como la iglesia de la cienciología, los testigos de Jehová y los mormones. Las sectas proliferan: Charles Manson, Jim Jones y los militantes davidianos son algunos ejemplos. El inglés de Estados Unidos presenta infinidad de acentos regionales, con grados diversos de inteligibilidad. Los neoyorquinos son conocidos por su contundente acento nasal; los californianos, por su pronunciación lenta y cansina y su rica jerga playera, los sureños por su habla pausada; y los negros de las ciudades, por un argot callejero incomprensible para los forasteros. El español es la segunda lengua más hablada en California, Nuevo México, Texas y Miami. Existen 400.000 hablantes de dialectos indígenas, así como unas 375.000 personas que se comunican hablando yiddish, una lengua empleada por los judíos de ascendencia centroeuropea, mezcla de hebreo y alemán. La cultura estadounidense moderna debe tanto al marketing, a la tecnología aplicada a las comunicaciones y a las técnicas de producción masivas como a los artistas y a las estrellas del mundo del espectáculo. La radio, la televisión, las películas o Internet son sendos terrenos que las compañías estadounidenses han inventado, empaquetado y hecho llegar a tantos consumidores como han podido y de la forma más barata y conveniente. El papel que la religión y la política desempeñaron a la hora de definir la esencia de lo que significaba Estados Unidos hasta finales del siglo XIX, lo han ejercido en el siglo XX el cine y la televisión. Durante la mayor parte de dicha centuria, Hollywood ha reflejado todos los sueños y pesadillas nacionales en el celuloide, plasmando en las películas el subconsciente colectivo. La llegada de la televisión en la década de 1950 alcanzó a Hollywood en pleno corazón, pero ambos medios de comunicación se las han arreglado para coexistir, incluso han colaborando cuando ha hecho falta. La distribución mundial de películas y programas de televisión estadounidenses ha dado a conocer este país en todo el planeta. La industria musical estadounidense es la más poderosa del mundo. La influencia afroamericana en la música del país es innegable. Las canciones de trabajo de los esclavos derivaron en el blues. El jazz emergió en Nueva Orleans a principios del siglo XX, donde músicos autodidactas, que tocaban instrumentos supervivientes de la guerra entre España y Estados Unidos, inventaron un cóctel fuertemente sincopado de ragtime y blues, improvisado durante las madrugadas en los clubes nocturnos. Hombres de negocios blancos contrataban a los músicos negros para que entretuvieran al público, pero cuando Elvis comenzó a cantar y a contonearse, los chicos blancos se percataron de que también podían mover el esqueleto, adoptaron el rhythm and blues y a partir de ahí comenzaron a escribir la historia del rock and roll. El rap, que es el sonido urbano del país, otorga un énfasis equivalente a su ritmo machacón, al montaje de sonido y a las actitudes que están de moda. La atracción que causa en la clase media blanca estadounidense deja perplejos a los sociólogos. A pesar de que los yanquis temen que la próxima generación crezca virtualmente iletrada, Estados Unidos ha sido capaz de albergar un auténtico bosque literario. La ilustre estirpe de escritores comienza con Walt Whitman, Herman Melville, Nathaniel Hawthorne, Emily Dickinson, Henry James y Edith Wharton, y se adentra en la época moderna con William Faulkner, Ernest Hemingway, Scott Fitzgerald, John Steinbeck, Jack Kerouac, Arthur Miller, Tennessee Williams, Saul Bellow, John Updike y Toni Morisson. Tradicionalmente se considera que la novela autóctona más importante es Las aventuras de Huckleberry Finn, de Mark Twain. Después de la II Guerra Mundial, el crisol del arte internacional se trasladó de París a Nueva York. Una serie de artistas que abandonaban la Europa de posguerra se trajo consigo los restos del surrealismo a la Gran Manzana, inspirando a un grupo de jóvenes pintores estadounidenses -entre los que destacan Jackson Pollock y Mark Rothko- la creación del primer estilo pictórico específicamente estadounidense, denominado expresionismo abstracto. La avasalladora influencia de medios de comunicación como la televisión y la publicidad originó el movimiento artístico estadounidense más emblemático, el Pop Art. Pinturas de carácter superficial e intencionadamente banales como las Latas de sopa Cambpell, de Andy Warhol, se han convertido en iconos americanos. Warhol fue uno de los primeros artistas que se convirtió en un símbolo de la cultura popular. Cuando se piensa en las ciudades de Estados Unidos, se asocian con los rascacielos, esas proezas arquitectónicas que constituyen auténticos anuncios de la fuerza y el optimismo estadounidenses. Chicago, con obras maestras como el Manhattan Building y las torres Tribune y Sears, es un museo viviente del desarrollo vertical. Nueva York también se enorgullece de poseer un considerable cupo de joyas, entre las que se distinguen el Flatiron Building, el Empire State Building (donde se encaramó King Kong) y el Chrysler Building, de estilo Art Déco. A pesar de la creciente homogeneización y californización, la América rural conserva su idiosincrasia y sus estilos arquitectónicos vernáculos, como en Nueva Inglaterra (casas construidas con tablas de madera), California (misiones españolas) y Nuevo México (viviendas de adobe). Los deportes estadounidenses evolucionaron independientemente de los del resto del mundo y, en consecuencia, juegos locales como el béisbol, el fútbol americano y el baloncesto dominan el escenario deportivo. El éxito de la Copa del Mundo de 1994, que se celebró en Estados Unidos, motivó un renovado interés por el soccer (el fútbol europeo), pero el hockey sobre hielo sigue siendo el cuarto juego colectivo más popular. La cultura urbana inventó asimismo los deportes de interior: el aerbic y la gimnasia, el esquí y la escalada indoor, buenos ejemplos de lo que puede suceder cuando unos ingresos excesivos coinciden con un escaso tiempo libre Comida de norte america: Comida Tipica Estados Unidos de América Cualquier persona de cualquier gusto culinario puede satisfacer plenamente su apetito en los Estados Unidos. En la gastronomía, también es posible, percibir la mezcla étnica existente en este variopinto país. En las grandes ciudades la cocina rápida o 'fast food' es la nota predominante. Se vive apresuradamente por lo que el desayuno y la cena se convierten en las comidas principales del día, mientras que el almuerzo es más ligero. Huevos con bacon, tostadas, zumo, frutas y café se acostumbran al comenzar el día de modo que pueda aguantarse el duro ritmo laboral. El almuerzo, sin embargo, consistirá en una ensalada, un sandwich, una hamburguesa o un perrito caliente acompañado de cualquier bebida con gas. Y es que los estadounidenses urbanos tienen poco tiempo para comer por lo que se trata de reponer mínimamente las fuerzas para aguantar la jornada vespertina. Es típica la imagen de los puestos callejeros de perritos calientes a los que cualquier persona, desde ejecutivos hasta amas de casa, se acercan incesantemente al llegar el mediodía. También las cadenas de restaurantes de comida rápida, como hamburgueserías, bocadillerías o pizzerías se llenan a rebosar durante el almuerzo. Al llegar a casa por la tarde las cosas cambian. La cena es la comida más fuerte del día y suele consistir en un primer plato a base ensalada o pasta, de segundo, carne o pescado y un buen dulce de postre acompañado de un enorme vaso de leche. Los fines de semana estas costumbres se modifican ligeramente ya que al levantarse más tarde que de costumbre, los norteamericanos unen el desayuno con el almuerzo creando lo que ellos llaman brunch. Consiste en crepes, tortitas de nata agria y salmón con crema de queso, entre otras alternativas. En la zona oeste de Estados Unidos comerá carnes excelentes. Extensos pastos para el ganado hacen que la calidad de la carne sea estupenda aunque la variedad en la cocina no es muy rica. Las costillas barbacoa han empezado a exportarse ya como receta a otros países, consiste en costillas con un aderezo especial y asadas lentamente en barbacoa como su propio nombre indica. Pero podrá, además, degustar excelentes bistecs, entrecots o filets mignon siempre acompañados de patatas cocidas, fritas o con distintas salsas. El pollo a la cazuela, especialidad de los estados de Indiana, Missouri y Ohio, es delicioso y si tiene oportunidad no deje de probar el pastel con crema agria recubierto de merengue Paso de Corinto, es una maravilla y se come frecuentemente en Minnesota, Wisconsin e Indiana. También puede encontrar buen pescado en los alrededores de los Grandes Lagos. En el este, las posibilidades son infinitas, pero prevalece el marisco, sobre todo en la zona costera, es muy fresco y lo preparan muy bien. En esta región podrá encontrar cualquier especialidad latina como, por ejemplo, comida cubana, lechón asado o cangrejos moros y degustarla mientras escucha los sones caribeños de un buen grupo. Los restaurantes con espectáculo están muy de moda y ya puede tratarse de los sitios en los que es posible observar cómo preparan la comida que usted ha elegido previamente en el mismo sitio donde va a disfrutarla, es decir, delante de usted, o bien de restaurantes propiedad de estrellas de cine en los que a parte de que puede tener la suerte de ver a algún famoso los camareros son el verdadero espectáculo o, acaso, lugares acogedores con pantallas gigantes en las que podrá ver a la selección de fútbol de su país y corear los resultados con sus compatriotas. En la parte sur de Estados Unidos, limítrofes con México, la influencia de la comida del país de Pancho Villa se deja sentir, bajo la denominación de comida 'Tex-Mex'. El chile, verdaderamente picante, acompaña muy bien las carnes rojas. Pruebe los tacos o los nachos, tortillas de maíz rellenas de todo lo que usted pueda imaginar, como carne, pimientos, tomate, cebolla, queso derretido, etc., acompañados de distintas salsas. Son una delicia y recuerde que deben comerse con las manos. Pruebe también los frijoles, judías cocidas y fritas con abundante chile. La comida mexicana suele ser muy picante así que tenga siempre a mano una buena margarita, tequila y zumo de limón muy frío y con el borde del vaso untado de sal Días Feriados en los Estados Unidos |