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EL RACISMO CONTRA LOS PUEBLOS INDÍGENAS DE GUATEMALA Waqi’ Q’anil Demetrio Cojtí Cuxil PRÓLOGO Con la presente investigación del Dr. Demetrio Cojtí, intelectual maya, Ri Ajpop Mayab’ Tijonik, El Consejo Nacional de Educación Maya,-CNEM- pone ante usted elementos para el análisis, discusión y alternativas de cambios de uno de los temas escondidos de la realidad sociocultural, política y económica de Guatemala y poco abordado, el racismo. A pesar, del endeble avance en el país para el reconocimiento de la realidad del ejercicio de racismo, etnocentrismo y discriminación por parte del Estado, sus instituciones y una gran parte de la población, queda pendiente el debate sobre las medidas para lograr un cambio real y de hecho, en los imaginarios de cada una de nosotras y nosotros, y en las relaciones sociales. El Consejo Nacional de Educación Maya CNEM, como ente rector en materia de Educación Maya, asume la misión y la responsabilidad que tiene en el presente tema. CNEM con la investigación apunta a una formación que favorezca y fortalezca el crecimiento consciente de la persona, como individuo y como parte de la comunidad maya y guatemalteca. La Educación Maya se fundamenta en la Cosmovisión Maya, en la forma de entender la vida y las relaciones entre todos los seres que habitamos la Madre Tierra, la naturaleza y el Cosmos. El equilibrio y la armonía son los principios claves que guían la forma de nuestras relaciones, no solamente entre los seres humanos, sino también de los seres humanos (Ixim-Winaq) con la naturaleza (Ulew) y el cosmos (Kaj). Entre otros valores, el nimakik (el respeto), tob’anik (la solidaridad), tz’aqat (complementación y complementa-riedad), loq’onik (lo sagrado de la naturaleza, universo y la vida), matyoxinik (el agradecimiento), qa-tzij (veracidad de la palabra). La Educación Maya se centra en la formación de las niñas, niños y jóvenes, haciendo crecer en su vida la responsabilidad de asumir su ch’umilal (su misión de vida) para que tenga una útil existencia, en relación con los demás seres humanos, la naturaleza y el cosmos Muchos de nosotros sabemos qué es racismo, y a la vez, frecuentemente reducimos el tema a pocos aspectos de discriminación, por ejemplo el hecho que se habla de personas indígenas como “indios sucios”. En sí, el racimo se refiere a una ideología, es decir a un conjunto de ideas políticas que persiguen un cierto fin. En el caso del racismo en Guatemala, la finalidad política es de hacer de menos a los pueblos indígenas, subvalorarlos, subordinarlos y limitarles sus derechos para darle privilegios a una minoría dominante. Las valoraciones pueden ser de carácter fundamental, de desconocer a un grupo que son seres humanos, es decir de verlos como subhumanos hasta darles categorías de animales, y de otras formas sutiles. También es racismo sutil afirmar que el racismo supuestamente se debe a la diversidad cultural y étnica, mientras que en realidad es la ideología del racismo que se aprovecha de la diversidad para hacer las distinciones. A veces la sutileza de una ideología de racismo llega al punto que muchos indígenas creen, que aprender y utilizar un idioma maya sea un “atraso”, personal y para el país. El término de racismo tiene su raíz en la palabra “raza”. En su momento, referido concepto de “raza” pretendía categorizar los seres humanos acorde a ciertas características biológicas visibles. El racismo en este sentido valora como superior a un grupo de personas con ciertos rasgos físicos, y a la vez, como inferiores a otros grupos. Hace más de medio siglo quedó descartado este concepto, ya que se comprobó que las heterogeneidades (diferencias) intragrupales son más elevadas que las intergrupales. Al mismo tiempo se ha mostrado que la discriminación entre diferentes pueblos y grupos de seres humanos, en vez de basarse únicamente en rasgos físicos, más frecuentemente se basa en aspectos culturales. Así hoy, se observa la imposibilidad de facto de ser atendido en instituciones estatales cuando se usa el idioma maya (a pesar de su reconocimiento de jure como idioma nacional). Se discrimina a las personas que utilizan traje maya cuando no se les permite ingresar en lugares de acceso público, como por ejemplo restaurantes, escuelas, o en trabajos específicos públicos, como por ejemplo, bancos, actores de películas, personas que aparecen en comerciales, etcétera. A pesar de un debate académico no acabado sobre la terminología, dimensión, efectos y significado del racismo, la ideología que discrimina según características culturales y étnicas comúnmente se denomina como etnocentrismo. Los dos, el etnocentrismo y el racismo, a pesar de sus pequeñas diferencias tienen efectos muy similares y utilizan mecanismos muy parecidos. Es por ello que frecuentemente, como en el caso del título del presente libro, se habla de racismo cuando se tratan las dos ideologías que tienen por objetivo o por efecto de limitar el disfrute de los derechos de los pueblos. En nuestro país, siendo un solo territorio que compartimos los pueblos Maya, Garífuna, Xinka y Ladino, los fenómenos sociales del racismo y discriminación han marcado las relaciones individuales y colectivas desde la llegada de los primeros españoles, con la invasión de 1524 hasta la presente fecha. En Guatemala, el racismo se ha mostrado en diversas formas, el biológico y el cultural, el vulgar y el sutil, etcétera. Las políticas del Estado guatemalteco lo han recogido y fomentado en diferentes formas. Por un lado, como segregación espacial y social, especialmente durante la colonia y los periodos de gobiernos conservadores. Por otro lado, los gobiernos liberales han propagado y todavía implementan políticas de asimilación, es decir de “educar” que supuestamente solamente existe una sola cultura y que es imposible una unidad nacional basada en la diversidad, es decir convivencia respetuosa frente a las diversas expresiones culturales. Posterior al mestizaje a través de violencia sexual en época de colonia, en el siglo XX, el racismo vivido en nuestras tierras pasó por sus momentos más terribles entre 1978 a 1984, cuando se manifestó en su forma más devastadora, el genocidio y las masacres con la política de tierra arrasada. Mientras que la gran mayoría de las y los guatemaltecos compartió y apoyó el deseo de terminar con la violencia política y física, respecto a la reducción de la violencia cultural, aun hoy en día, queda una agenda larga por trabajar. Con este documento de análisis y discusión, el Consejo Nacional de Educación Maya, tiene como objetivo, sacar a luz el tema del racismo y etnocentrismo en forma abierta para despertar conciencia y generar una reflexión crítica sobre el pasado, es decir de dónde y como venimos; el presente, cómo estamos y un posible futuro, cómo queremos vivir. Por mucho tiempo, y aún hoy, en muchos ámbitos, el tema del racismo sigue siendo un tabú, afirmando que no se debe tocar la problemática del presente y tampoco el pasado. “No movía la cabeza y la vista fija hacía abajo; no podía mirar atrás girando la cabeza” observaron, según el Pop Wuj, el Creador y Formador sobre uno de los intentos no perfectos de la evolución humana. Como Consejo Nacional de Educación Maya, estamos seguros que es indispensable analizar todas las imágenes, estereotipos y prejuicios que tenemos, de nosotros mismos y de los otros pueblos, seamos del Pueblo Maya, Garífuna, Xinka o Ladina. Para poder decir que nosotros los mayas tenemos derechos que se nos están limitando es importante tener presente quiénes somos nosotros, cómo nos entendemos nosotros y cuáles son esos derechos, para poder encontrar las manifestaciones de racismo y etnocentrismo que nos limitan el ejercicio de nuestros derechos, saber quiénes se aprovechan y de qué manera le es funcional. Al mismo tiempo es indispensable acompañar a los otros pueblos a identificar las imágenes de desprecio -visibles e invisibles- que fundamentan sus actuaciones de racismo; desde el imaginario que entre las mujeres indígenas no hay maestras u otras profesionales, hasta la falacia de que supuestamente no puede haber racismo sin “razas” dejando fuera que en Guatemala existen ideologías que discriminan por rasgos físicos y por etnocentrismos. El Estado, sin lugar a duda, juega un papel central para la erradicación del racismo y etnocentrismo. En el análisis detenido, la programación y la implementación de sus políticas debe centrarse en la erradicación del racismo, ya que el Estado es quien establece las instituciones e interviene en dimensiones estructurales de la población. Así es que es importante valorar el hecho de haber establecido que la discriminación por motivo de raza, etnia y cultura no solamente es una falta ante reglas de todos los sistemas de normas éticas y morales, sino que es un derecho tácito y de condiciones sine quan non de no ser discriminado y que el caso contrario constituye un delito. Especialmente en un Estado con una larga trayectoria de racismo y etnocentrismo, fue un momento trascendental que un tribunal judicial se pronunció en forma condenatoria sobre la discriminación contra la Dra. Rigoberta Menchú, Premio Nóbel de la Paz 1992. Sin lugar a duda, queda mucho pendiente en el ámbito de la legislación antirracista y antidiscriminatoria, así como el reconocimiento constitucional de los derechos de los pueblos indígenas, indispensables en un Estado incluyente y democrático. El ámbito judicial todavía muestra varias debilidades, por ejemplo, al procurar por el derecho a acceso a tierra, de los mayas desplazados internos por la violencia estatal, o al procurar por los derechos laborales de campesinos indígenas y de trabajadoras de maquila. En el ámbito ejecutivo, se nota una falta notoria de presupuesto no solamente para lograr educación con pertinencia cultural, sino también en varios otros campos. Así la obra, aborda unas reflexiones sobre aspectos teóricos que permiten conocer las diferentes formas de racismo, discriminación y sus causas. Conocer la parte histórica es clave, no con una finalidad acusatoria hacia las presentes generaciones, en el sentido de venganza, antivalor de la cosmovisión maya, sino para poder analizar y entender los orígenes y causas de la realidad actual. En este sentido lo que se busca, igual que el Derecho Maya, es la reparación y el reestablecimiento del equilibrio y armonía entre los seres humanos; reservando lo condenatorio a los casos de una negativa ante las medidas de reparación. La tercera sección del libro permite conocer varios ejemplos con diferentes posibles acciones y esfuerzos con el propósito de eliminar el racismo y etnocentrismo y lograr la unidad basada en la diversidad, respetada y positivamente valorada. Esperamos que las ideas planteadas permitan a las y los docentes y comunidad educativa, disminuir y erradicar la práctica del racismo en la comunidad. A todas y todos, invitamos a que este libro sea un aporte que genere reflexión crítica y un debate continúo y fructífero, para lograr un cambio sustancial en las relaciones, económicas políticas y socioculturales en esta hermosa tierra de Iximulew, Guatemala, la tierra de Maíz. Atentamente, Junta Cargadora Ajpop Mayab’ Tijonik –CNEM- Consejo Nacional de Educación Maya PRESENTACIÓN El presente artículo constituye un esfuerzo por comprender y explicar el racismo criollo-mestizo contra el indígena, como persona y como pueblo. Su público principal es el indígena con un nivel de educación secundaria o superior, y formado por el actual sistema educativo colonial. Puede hablarse de un racismo guatemalteco, pues es un hecho social que involucra a todos los pueblos, estratos y sectores sociales del país, algunos operando como agentes o actores, y los indígenas operando como víctimas. Este ensayo tomó como punto de partida el primer artículo escrito en 1995 por el mismo autor (Cojtí, D., 1995). Es pues una versión actualizada y revisada. Se le ha agregado dos partes: una teórica que ayuda a entender los procesos mentales y procedimientos del racismo. Y una parte práctica que da pistas para la acción, con el objeto de reducir o eliminar este racismo. Las fuentes utilizadas para estas dos partes nuevas han sido seleccionadas con base en su cercanía y aplicación, para explicar el racismo vigente contra los pueblos indígenas. A menudo, el vocabulario y enfoque de los diferentes autores difiere: algunos son más diplomáticos en su manera de expresarse. Otros son más teóricos, pues no han tenido experiencias concretas de lucha contra el racismo. Y otros se refieren al racismo que padecen los inmigrantes y no los pueblos originarios de los Estados independientes, etcétera. Para analizar la historia del racismo de los criollo-mestizos, se emplearon fuentes bibliográficas, mientras que para analizar el racismo actual, se emplearon como fuentes las experiencias vivenciales del autor y de los indígenas mismos, los cuales participaron en la lectura de esta versión revisada y mejorada. Naturalmente, estas vivencias han sido analizadas y sopesadas para tener una visión neutra y objetiva del racismo, tal como corresponde a un trabajo académico. Las referencias que hacemos al racismo de criollos y blancos de clase alta, las hacemos con base en estudios y comentarios de terceras personas que han estudiado o se relacionan con dichos círculos sociales. En lo referente al rol del Estado en la reproducción y eliminación del racismo, nos hemos basado tanto en fuentes bibliográficas como vivenciales, sobre todo, la de los ex-funcionarios públicos indígenas. El espacio estudiado es el guatemalteco, un espacio de hecho multilingüe, multicultural y multiétnico, además de multirracial, pero negado y descalificado. En el estudio, se toman en cuenta las variables de raza, clase o estrato, y etnicidad. Antes de proceder a la lectura del ensayo, es necesario realizar algunas aclaraciones: En este artículo, nos referimos al criollo y ladino que tiene creencias, actitudes y acciones racistas contra los indígenas, los cuales constituyen la mayoría. Aquellos blancos, criollos y ladinos que no son racistas, no deben sentirse aludidos. En nuestra opinión, los no indígenas racistas son la regla, mientras que los criollos y ladinos no racistas son la excepción. Científicamente no existen las razas pero ello no implica que haya una homogeneidad biológica entre los seres humanos y en el seno de los pueblos y poblaciones. Existe una diferenciación en colores de piel, de cabello, de ojos; y existe una diferenciación física entre seres humanos en materia de altura, gordura, fisonomía, etcétera. Cuando nos referimos a las razas, no nos referimos pues a razas internamente homogéneas, sino a los rasgos biológicos predominantes en o considerados como típicos de uno u otro pueblo o comunidad lingüística. La denominación que se da a los pueblos indígenas de Guatemala, se hará conforme a la Ley de Idiomas Nacionales (Decreto 19-2003), la que reconoce los derechos de los pueblos Maya, Xinka y Garífuna. No se les denominará pues como grupos étnicos o comunidades indígenas puesto que implican un tratamiento de grupos minoritarios, sino como pueblos, lo que implica el reconocimiento de sus derechos colectivos específicos en los planos político, social, económico y jurídico. Los autores citados en el presente artículo han sido objeto de un filtro en sus análisis y denominaciones, en el sentido de que no citaremos las alusiones que hacen tanto a grupos étnicos inmigrantes, como a minorías étnicas y minorías lingüísticas, para no provocar confusiones en el público lector principal del presente ensayo. Los conceptos y categorías tradicionalmente utilizados en Guatemala para referirse a las políticas públicas ideadas y aplicadas en la humanidad de los pueblos indígenas también han sido revisados y filtrados es también para evitar confusiones en los lectores. Así, el concepto de integración no será utilizado pues por su connotación local, puede entendérsele como ladinización, mestización, asimilación, etcétera. El ensayo contiene tres secciones: La primera que se refiere a definición de conceptos básicos, conocimiento de procesos y teorías del racismo, con el objeto de entender el racismo en sus grados o estadios, procesos mentales, sociales y procedimientos. La segunda sección busca analizar el racismo criollo ladino contra los pueblos indígenas, tal como se ha realizado y se encuentra en la actualidad: su origen y fundamento, el perfil y estado actual, y sus últimas transformaciones. Y la tercera sección hace referencia a algunos mecanismos de acción para atacar o reducir el racismo y sus derivados. SECCIÓN i |
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