Programa nacional




descargar 276.03 Kb.
títuloPrograma nacional
página1/6
fecha de publicación02.02.2016
tamaño276.03 Kb.
tipoPrograma
b.se-todo.com > Derecho > Programa
  1   2   3   4   5   6

powerpluswatermarkobject1powerpluswatermarkobject1




GOBIERNO DE CHILE

Ministerio Secretaría General de la Presidencia

Agencia Chilena para la Inocuidad Alimentaria

PROGRAMA NACIONAL INTEGRADO DE Inocuidad alimentaria EN PELIGROS QUÍMICOS.
Componente “Dioxinas”.



Agencia Chilena para la Inocuidad Alimentaria

Año 2009



PROGRAMA NACIONAL INTEGRADO DE Inocuidad alimentaria

en peligros químicos.
Componente “Dioxinas”
ÍNDICE


1.- Presentación.
Programas integrados de inocuidad alimentaria.

El País tiene el desafío de implementar la Política Nacional de Inocuidad con el objetivo de proteger la salud de nuestra población, resguardar los derechos de los consumidores y aportar al desarrollo de un comercio justo y competitivo de los alimentos. La seguridad de las personas toma especial relevancia con el incremento del comercio internacional de alimentos y la utilización de nuevas tecnologías en la producción, elaboración y distribución de ellos.
Al Estado le corresponde la responsabilidad de generar y actualizar el marco regulatorio necesario para dar seguridad que los alimentos sean inocuos y aptos para el consumo humano. Además debe velar por el cumplimiento de la normativa a través de sistemas de vigilancia y control oficial de los alimentos, las que son desarrolladas por distintos órganos del Estado, como son las Instituciones de Salud, Agricultura y Pesca. Cada uno de estos Servicios Públicos ha dispuesto la realización de las actividades de auditorías y fiscalización, según el mandato que la Ley les da, en las distintas etapas de la producción, extracción, procesamiento y comercialización de los alimentos. El esfuerzo integrado de éstos, traducido a través del conjunto de políticas, principios, normas y acciones que cada uno ejecuta, son el componente público del Sistema Nacional de Inocuidad Alimentaria y los programas nacionales integrados serán las herramientas con los cuales se controlarán los peligros relativos a la inocuidad alimentaria.
El objetivo de construir programas nacionales integrados de inocuidad alimentaria es coordinar conjuntamente con las instituciones competentes, las acciones que cada uno de ellos desarrollará en un período determinado a fin de cumplir los objetivos de la política nacional de inocuidad, potenciando el desarrollo de las actividades, evitando las duplicidades de acciones y optimizando el uso de los recursos disponibles. Todos los marcos normativos y programas de fiscalización y control que deban sufrir modificaciones, o bien, ser creados en función de este programa integrado, serán desarrollados por las autoridades competentes, con sus respectivos procesos de consultas públicas, cuando corresponda.
Los programas nacionales integrados estarán ordenados por temas prioritarios de inocuidad alimentaria, dentro de los cuales se incorporarán progresivamente sus respectivos componentes en función de evaluaciones de riesgo y las prioridades establecidas por los distintos sectores del país.
Para cada componente se establecerán objetivos; planes de trabajo con metas programáticas y actividades anuales o de mayor plazo; los marcos normativos; los sistemas de control y vigilancia; los sistemas de alerta y comunicación; actualización y difusión; compromisos de los sectores; evaluación de los programas e identificación de brechas; sistemas de educación y difusión cuando corresponda.
Un desafío para estos programas es incorpora en cada uno de los componentes, las gestiones necesarias para apoyar la inclusión de todos los productores, elaboradores y comercializadores de alimentos, tomando en consideración las realidades regionales, tamaño de las empresas y pertinencias culturales.
Las entidades privadas de toda la cadena alimentaria, esto es, los productores de piensos, los elaboradores, procesadores, distribuidores o comercializadores de alimentos y cualquier otro que participe de esa cadena, asegurarán en todas las etapas de la producción, transformación o distribución que tienen lugar en las empresas bajo su control, que los alimentos sean inocuos, cumplan con los requisitos de la legislación alimentaria y sean aptos para el consumo humano. Para ello, los responsables involucrados en las distintas partes de la cadena, deben considerar los riesgos y realizar las gestiones necesarias para su control, de tal forma que se puedan evitar que los peligros químicos, biológicos u otros, estén presente en los alimentos, y que si hay presencia de éstos, estén en niveles que no generen daño a la salud de los consumidores. A su vez, los órganos del Estado deben velar por el cumplimiento y la actualización permanente de los marcos normativos correspondientes, desarrollando modelos de vigilancia y control modernos y eficientes.
Habiendo cumplido con lo anterior, la población podrá obtener del mercado alimentos inocuos y aptos para el consumo humano, debiendo participar activamente, implementando las medidas de almacenamiento e higiene necesarias para un consumo seguro como punto final de la cadena.
Finalmente, alcanzar las metas de los distintos programas, permitirá que los alimentos, tanto para el consumo nacional, como aquellos destinados a la exportación, no signifiquen un riesgo para la salud humana y contribuyan al desarrollo productivo del país.
2.- Introducción.
Programa nacional integrado de inocuidad alimentaria en peligros químicos.

En materias de contaminantes y residuos químicos, la Agencia Chilena Para la Inocuidad de los Alimentos (ACHIPIA) ha convocado a profesionales del Instituto de Salud Pública (ISP), del Ministerio de Salud, del Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) y del Servicio Nacional de Pesca, en tanto cada unos de éstos organismos tiene un rol en la fiscalización de los alimentos. Además, se convocó a profesionales del Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA) y de la Comisión Nacional del Medio Ambiente (CONAMA), en tanto les ha cabido desempeñar un rol en la generación de importantes antecedentes técnicos a través de sus investigaciones y trabajo intersectorial, siendo muy importantes sus aportes en la orientación de las acciones de los organismos fiscalizadores de los alimentos. Con todos estos organismos públicos se realizarán los programas nacionales integrados de inocuidad alimentaria de peligros químicos, y se mantendrá consultas periódicas a las empresas, instituciones o agrupaciones de ellas, participantes en la cadena de producción, distribución y comercialización de alimentos y a los representantes de organizaciones civiles y de académicos vinculados a estas materias.
En la producción primaria de los alimentos y su posterior elaboración y distribución a lo largo de la cadena de comercialización se utilizan algunos insumos, o bien, tecnologías como maquinarias, sistemas de refrigeración, entre otras, que pueden liberar sustancias al ambiente y contaminar los alimentos. Los contaminantes químicos son sustancias que pueden ingresar de manera no intencionada a los alimentos durante su producción o comercialización. Ejemplo de ellos son las dioxinas y los metales pesados. En tanto que los residuos químicos son sustancias que se pueden encontrar en los alimentos, producto de la utilización de medicamentos veterinarios, aditivos, plaguicidas entre otros. Sí los contaminantes y/o residuos superan cierto umbral, pueden convertirse en problemas de inocuidad de los alimentos y causar daños a la salud de las personas.
Para el bienio 2009-2010, el componente de peligros químicos se abocará al componente de los Contaminantes denominados “Dioxinas”, incluidos furanos y bifenilos policlorados (PCB’s) similares a las dioxinas, y el componente Plaguicidas, como residuos presente en los alimentos. En función de los antecedentes de riesgo para la salud de las personas, la Agencia Chilena para la Inocuidad de los Alimentos (ACHIPIA) incorporará a futuro nuevos componentes a este programa y mantendrá actualizados los presentes.
3.- Antecedentes.
3.1 Antecedentes generales.

El término Dioxinas designa a las dioxinas (PCDD), los furanos (PCDF) y entre los bifenilos policlorados (PCB) se incorporan solo aquellos (PCB) similares a las dioxinas (coplanares).

Estos productos son compuestos orgánicos clorados relacionados entre sí desde el punto de vista estructural y químico, constituido por:


  1. Dibenzo-para-dioxinas policloradas (PCDD)

  2. Dibenzofuranos policlorados (PCDF),

  3. Algunos bifenilos policlorados (PCB) análogos a las dioxinas que poseen propiedades tóxicas similares.


Las Dioxinas poseen propiedades tóxicas diversas y tienen gran afinidad por las grasas, son incoloras, inodoras y extremadamente estables.

A modo de ejemplo se muestra en la Figura 1, 2 y 3 una dioxina tetraclorada, un dibenzofurano y un PCB seleccionado



Figura 1. Dibenzo-para-dioxinas policloradas (PCDD)


Figura 2. Dibenzofuranos policlorados (PCDF)



Figura 3. Bifenilos policlorados (PCBs)
3.2 Contaminantes orgánicos persistentes. (COPs).

Los tres grupos de sustancias son muy persistentes y especialmente tóxicos para los seres humanos y el ambiente. Son tres de los contaminantes orgánicos persistentes (COPs) reconocidos a escala internacional y están insertos en el Convenio de Estocolmo, del cual Chile es signatario.
Los COPs son un conjunto de sustancias químicas que comparten ciertas características básicas: poseen gran toxicidad, son persistentes en el ambiente, tienen capacidad para bioacumularse en las cadenas alimenticias y se trasladan a grandes distancias. Estas propiedades hacen que la presencia de los COPs represente una amenaza global.

Inicialmente, se reconocieron doce COPs agrupados en tres categorías: plaguicidas (aldrín, clordano, DDT, dieldrín, endrín, heptacloro, mirex y toxafeno); productos químicos industriales (hexaclorobenceno y bifenilos policlorados-PCBs); y subproductos no intencionales de sustancias químicas precursoras y/o procesos térmicos/combustión (dioxinas y furanos). En la última Conferencia de las Partes del Convenio de Estocolmo realizada en mayo de 2009, se adicionaron los siguientes COPs: clordecone, hexabromobifenil, pentaclorobenceno, alfa-hexaclorociclohexano, beta-hexaclorociclohexano, lindano, pentabromodifenileter, octabromodifenileter y ácido sulfónico de perfluoroctano.

Las dioxinas (PCDD) y los furanos (PCDF) son contaminantes no deseados, no tienen ningún uso. Se forman de manera involuntaria y son liberados como subproducto de actividades humanas en numerosos procesos de fabricación, tales como la fundición, el blanqueo de la pasta de papel con cloro o la fabricación de algunos plaguicidas. También pueden producirse en procesos naturales como las erupciones volcánicas y los incendios forestales.
A diferencia de dioxinas y furanos, los bifenilos policlorados (PCB) se utilizaban en una amplia gama de productos, como aparatos eléctricos, revestimientos de superficies, tintas, adhesivos y pinturas. Los PCBs pueden liberarse al medio ambiente, por ejemplo, al incinerar o almacenar en vertederos residuos que los contienen. Hoy en día, la fabricación y utilización de PCBs está prohibido o sometido a restricciones importantes en muchos países, debido a su posible impacto sobre la salud y el ambiente.
Existen en todo el mundo grandes depósitos de aceites industriales de desecho con PCBs, muchos con grandes concentraciones de PCDF. El almacenamiento prolongado y la eliminación inadecuada de este material pueden liberar Dioxinas hacia el medio ambiente y contaminar los alimentos y piensos. Los residuos con PCB no se pueden eliminar fácilmente sin que contaminen el medio ambiente y a la población humana. Esos materiales tienen que ser tratados como residuos peligrosos, y lo mejor es destruirlos mediante incineración a altas temperaturas.
3.3 Interacción del ser humano con las dioxinas.

Las dioxinas son bio-transformadas lentamente en el cuerpo y no se eliminan fácilmente, tendiendo a acumularse en las grasas y en el hígado. Mediante su interacción con receptores celulares, pueden provocar efectos biológicos, tales como, cáncer, trastornos hormonales y de las funciones celulares, que se traducen en enfermedades cardiovasculares y diabetes entre otras enfermedades crónicas. Estudios internacionales han demostrado que los bebés de madres altamente expuestas de manera accidental a dioxinas, presentan severos trastornos neurológicos y del desarrollo.
La exposición aguda del ser humano a altas concentraciones de dioxinas puede causar lesiones cutáneas, tales como acné clórico y manchas oscuras, así como alteraciones funcionales hepáticas. La exposición crónica a través de los años, se ha relacionado con alteraciones inmunitarias, del sistema nervioso en desarrollo, del sistema endocrino y de la función reproductora. La exposición crónica de los animales a las dioxinas ha causado varios tipos de cáncer. El Centro Internacional OMS de Investigaciones sobre el Cáncer (CIIC) realizó en 1997 una evaluación de riesgo de producir cáncer. De acuerdo con los datos de las investigaciones en animales y los datos epidemiológicos humanos, el CIIC ha clasificado a las dioxinas pertenecientes a la familia de las tetracloradas, como «carcinógeno humano». Sin embargo, no afecta al material genético, y hay un nivel de exposición por debajo del cual el riesgo de cáncer podría ser bajo. Además en otros tipos de dioxinas no se ha podido establecer relación con cánceres.
El feto es particularmente sensible a la exposición a las dioxinas. El recién nacido, cuyos órganos se encuentran en fase de desarrollo rápido, también puede ser más vulnerable a algunos efectos. Algunos individuos o grupos de individuos pueden estar expuestos a mayores concentraciones de dioxinas debido a sus dietas (por ejemplo, grandes consumidores de pescado en algunas zonas del mundo con niveles altos de dioxina) o a su trabajo (por ejemplo, trabajadores de la industria del papel y de la pasta de papel, o de plantas de incineración y vertederos de desechos peligrosos).
Se ha estimado que el riesgo de cáncer aumenta alrededor de un 40% para trabajadores expuestos a altas dosis de dioxinas.
Como las dioxinas están omnipresentes, todos tenemos una exposición basal y una cierta concentración de dioxinas en el organismo: la llamada carga corporal. En general, no es de suponer que esta exposición tenga efectos en la salud humana.
3.4 Medio ambiente - Convenio de Estocolmo.

El Convenio de Estocolmo sobre contaminantes orgánicos persistentes (COPs) es un instrumento internacional jurídicamente vinculante que tiene por objetivo prevenir los daños de esas sustancias sobre el ambiente, incluyendo la salud humana. Este instrumento entró en vigor en el año 2004, comprometiendo a cada país parte a la aplicación de medidas para a) eliminar o restringir la producción y el uso de los COPs producidos intencionalmente, b) eliminar en forma ambientalmente adecuada, las existencias de los COPs fuera de uso, deteriorados, vencidos o prohibidos, c) minimizar la generación de COPs que se formen y liberen de manera no intencional, tomando medidas de prevención relativas a las mejores técnicas disponibles y las mejores prácticas ambientales y, d) elaborar un Plan Nacional de Implementación del Convenio de Estocolmo.
Nuestro país ratificó el Convenio de Estocolmo el 20 de enero de 2005 y fue aprobado por Decreto Nº 38 del 19 de mayo de 2005. El Convenio de Estocolmo integra la agenda química internacional conjuntamente con: (i) el Convenio de Basilea sobre el control de los movimientos transfronterizos de los desechos peligrosos y su eliminación y; (ii) el Convenio de Rotterdam sobre el procedimiento de consentimiento fundamentado previo aplicable a ciertos plaguicidas y productos peligrosos objeto de comercio internacional.
Para dar cumplimiento a lo establecido en el Convenio de Estocolmo sobre COPs, en diciembre de 2005, el Consejo Directivo de CONAMA aprobó el Plan Nacional de Implementación para la Gestión de los Contaminantes Orgánicos Persistentes en Chile, Fase I: 2006-2010.
Sus objetivos específicos son: a) reducir los riesgos causados por los plaguicidas COPs a la salud de la población y al medio ambiente; b) asegurar una gestión sustentable y racional de los sitios contaminados con COPs; c)_disminuir o eliminar las liberaciones de dioxinas y furanos al medio ambiente; d) identificar, gestionar y eliminar los PCBs; e) contar con capacidades analíticas de COPs, que cumplan con estándares de calidad nacional e internacional; f) promover oportunidades de participación ciudadana, de capacitación e información sobre COPs; g) identificar y promover actividades de investigación sobre COPs; y h) implementar un sistema de registro de emisiones y transferencia de contaminantes (RETC), incluyendo a los COPs.
  1   2   3   4   5   6

similar:

Programa nacional iconPrograma de Centros Asociados para el Fortalecimiento de Posgrados....

Programa nacional iconPrograma nacional de formación en

Programa nacional iconPrograma Nacional de Informática

Programa nacional iconPrograma Nacional de Adolescencia msp

Programa nacional iconPrograma Nacional de Salud Porcina

Programa nacional iconPrograma nacional de ferias de ciencia y tecnologíA

Programa nacional iconPrograma Nacional de Consensos Inter-Sociedades

Programa nacional iconPrograma Nacional de Educación 2001-2006

Programa nacional iconPrograma XII congreso nacional de verano

Programa nacional iconPrograma encuentro nacional de grabado 2013




Todos los derechos reservados. Copyright © 2019
contactos
b.se-todo.com